¿Los jugadores de videojuegos duermen peor?
Establecer límites saludables en esta forma de entretenimiento es fundamental para extraer sus beneficios y huir de lo perjudicial
En plena era digital, las videoconsolas han alcanzado niveles sin precedentes de popularidad, convirtiéndose en un pasatiempo común para personas de todas las edades.
Sin embargo, detrás de la diversión y el entretenimiento que ofrecen estos dispositivos, subyace un aspecto que merece una atención cuidadosa: los riesgos asociados con su uso excesivo.
A medida que el tiempo dedicado a los videojuegos supera las recomendaciones establecidas, los beneficios iniciales se ven opacados por consecuencias negativas, afectando no solo la calidad de vida de los jugadores, sino también su salud física y mental.
Es importante encontrar un equilibrio entre el disfrute de las videoconsolas y los peligros potenciales que pueden surgir cuando la inmersión en el mundo virtual se convierte en un hábito. Establecer límites saludables en esta forma de entretenimiento tecnológico es fundamental para extraer sus beneficios y huir de lo perjudicial.
La investigación de la OCU
Una reciente encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en la que participaron 469 jugadores habituales de 18 a 64 años, arroja luz sobre los efectos secundarios del uso de videoconsolas en diversas áreas de la vida. De manera destacada, el 38% de los encuestados reconoce que el uso de videojuegos tiene un impacto negativo en la calidad de su sueño y descanso.
La disminución del tiempo de sueño puede desencadenar consecuencias perjudiciales, incluyendo somnolencia diurna excesiva, cansancio, alteraciones del estado de ánimo, así como un aumento del riesgo de obesidad y problemas cardiovasculares.
La encuesta revela también que el 22% de los participantes experimenta efectos negativos en su vida social, mientras que el 20% informa que la vida profesional o académica se ve afectada. Además, el 15% señala un impacto negativo en la vida familiar, y un preocupante 14% admite que el uso de videoconsolas afecta a su salud mental.
Es relevante destacar que los efectos adversos son más pronunciados entre los usuarios frecuentes, siendo el 57% de los encuestados quienes dedican nueve o más horas a la semana a jugar con una consola de videojuegos.
En particular, uno de cada tres de estos usuarios (el 20% del total de encuestados) juega durante 17 o más horas semanalmente.
La encuesta también destaca un aspecto preocupante, ya que el 18% de los participantes juega online principalmente con personas desconocidas. En el caso de los menores de edad, esta práctica podría exponerlos a la interacción con adultos que se hacen pasar por menores, dado que la edad media de acceso a una videoconsola, según los encuestados, es de 14 años. Estos datos resaltan la importancia de considerar los riesgos asociados al uso de videoconsolas, especialmente entre los más jóvenes.
Beneficios del uso de videoconsolas de forma controlada
Los videojuegos no solo ofrecen una fuente de entretenimiento, sino que también desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de habilidades y personalidades. Algunas de las ventajas más destacadas de los juegos virtuales en esta población son las siguientes:
- Uso terapéutico: los videojuegos han demostrado ser herramientas terapéuticas valiosas, especialmente para aquellos que enfrentan desafíos mentales o físicos. En particular, han tenido un impacto positivo en individuos con movilidad reducida en los brazos o dificultades en las relaciones personales, como es el caso de las personas autistas.
- Mejora de habilidades mentales y físicas: la práctica diaria de videojuegos contribuye a perfeccionar diversas habilidades. Desde la atención visual hasta la eficiencia en la realización de tareas, la rapidez en la búsqueda visual y la discriminación de objetos por colores y formas, los videojuegos ofrecen un entrenamiento integral.
- Ocio y entretenimiento: uno de los propósitos fundamentales de los videojuegos es proporcionar entretenimiento y alivio del estrés diario, siendo un método de ocio apreciado y accesible para todas las edades.
- Utilidad didáctica: los videojuegos se han convertido en herramientas educativas efectivas al presentar contextos lúdicos que aumentan la motivación de los jóvenes. Además, son beneficiosos para aquellos niños con dificultades de aprendizaje o en riesgo de exclusión social, ya que ofrecen oportunidades de aprendizaje divertidas.
- Desarrollo del sentido de empatía: a pesar de su origen centrado en el individualismo, los videojuegos han evolucionado hacia experiencias multijugador. Los jugadores toman decisiones que afectan a otros usuarios, fomentando así el desarrollo del sentido de empatía.
- Trabajo en equipo: los juegos virtuales en equipo proporcionan un terreno fértil para el desarrollo de habilidades colaborativas. Enfrentándose a desafíos, la unión y el sentido colectivo facilitan el logro de objetivos, mientras que la presión y la rapidez mental para enfrentar contratiempos contribuyen al desarrollo de habilidades valiosas.