Alarma en Finlandia tras el bajón en PISA: las diferencias con el 'plan de rescate' de España
Helsinki introduce horas extra en lengua y matemáticas y gasta más dinero per cápita que el Gobierno de Sánchez
Durante décadas Finlandia ha sido la panacea en lo que a educación se refiere, el modelo formativo en el que el resto de países se miraba y trataba de imitar. Hasta ahora. El último informe PISA ha registrado un descenso generalizado en los indicadores de casi todos los sistemas educativos de los países de la OCDE —con alguna excepción—, una caída que en muchos casos se ha justificado por los efectos que la pandemia del covid tuvo sobre el curso escolar.
Pero el bajón del país nórdico, el más pronunciado de los países analizados, ha sorprendido especialmente: 11 puntos en ciencias, 23 puntos en matemáticas y nada menos que 30 puntos en comprensión lectora. El Gobierno finlandés está particularmente preocupado por la caída en esta última competencia, la comprensión lectora, que equivale a un curso escolar entero. Por ello, la ministra de Educación, Anna-Maja Henriksson, anunció hace unos días que, a partir del 1 de agosto de 2025, los estudiantes de primero y segundo de Primaria tendrán dos horas semanales extra de literatura y lengua, mientras que los alumnos de tercero a sexto cursarán una hora más de matemáticas.
El plan de Helsinki, por tanto, tiene una diferencia fundamental con el anuncio que hizo el pasado fin de semana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El plan de refuerzo de España en matemáticas y comprensión lectora contará con desdobles del profesorado y con formación para los docentes. Educación defiende que beneficiará a más de cinco millones de alumnos de Primaria, ESO, FP Básica y Bachillerato. Los esfuerzos de Finlandia, en cambio, se centrarán en acciones sobre los propios alumnos, más que sobre los profesores.
Otra diferencia fundamental es la financiación. En plena precampaña de las elecciones gallegas, Sánchez anunció a bombo y platillo que el Gobierno dedicaría 500 millones de euros a mejorar las competencias educativas de los alumnos españoles. La cantidad no es despreciable, pero palidece cuando se la compara con la que destinará Helsinki, 200 millones. La cifra per cápita es mucho mayor, ya que la población del país escandinavo apenas supera los 5,5 millones de habitantes; de esta forma, el gasto por habitante del Gobierno de Sánchez es de 10,55 millones de euros, por los 36 millones de Finlandia.
Las matemáticas, una competencia fundamental
En lo que España y Finlandia coinciden es en mostrar preocupación por los malos resultados en matemáticas. El país nórdico ha experimentado un descenso constante en los informes PISA desde la edición del año 2006, mientras que los alumnos españoles tienen el equivalente a un curso escolar menos de nivel en matemáticas del que tenían en 2003.
Sin duda las familias también le otorgan gran importancia a esta asignatura. En un barómetro publicado en 2023 y elaborado por la plataforma educativa Smartick, en colaboración con varias universidades españolas, queda claro que al 96% de los padres las matemáticas le parecen muy importantes en la formación de sus hijos, el 90% de ellos incluso al mismo nivel que el inglés. Esta relevancia la asocian dos motivos principales, que las matemáticas son esenciales en el día a día (95%) y que son un valor añadido para encontrar un buen empleo (88%).
Además, en la línea del plan planteado por Finlandia, cuatro de cada 10 padres se muestran a favor de aumentar el número de horas de clase de matemáticas. En este sentido, una de cada cuatro familias se decanta por las clases particulares como medida preferida para ayudar a sus hijos a mejorar en matemáticas.
El barómetro, basado en casi 9.000 respuestas de padres y madres, también recoge el dato de que nueve de cada diez considera muy importante hacer más atractivo el aprendizaje de las matemáticas. Asimismo, dos tercios de ellos consideran que la asignatura es aburrida para los niños por la escasez de medios de refuerzo en la escuela para atender a las necesidades de todos los alumnos.
También señalan como un problema el hecho de que hay demasiados alumnos en el aula, con muy distintos niveles de conocimiento y dominio de las matemáticas. El 90% de los padres considera que para conseguir más alumnos excelentes hay que personalizar la tarea de cada alumno a su nivel de conocimiento y sus capacidades y el 70% opina que la personalización se conseguirá contando con más tecnología en los colegios y aulas.