España, a la cola de la OCDE en mujeres que estudian carreras de ciencias
Esta rama de estudio ha estado tradicionalmente dominada por estudiantes varones
Una mujer en un laboratorio. | Europa Press
Existen grandes referentes femeninos dentro del mundo de la ciencia. Los hallazgos de Marie Curie o Rosalind Franklin han inspirado a numerosas niñas que soñaban con hacer descubrimientos del mismo alcance como los de sus ídolos. Existen referentes, pero también hay datos que pueden desalentar a las mujeres que se quieran dedicar a trabajar en este ámbito.
Por ejemplo, solo 24 mujeres han ganado el premio Nobel de física, química o medicina desde que ganó Marie Curie. El número de los hombres galardonados asciende a 615. Pero, aun así las mujeres siguen eligiendo carreras universitarias de campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), aunque en menor número que los hombres.
Los estudios universitarios son cada vez más comunes entre los estudiantes. Así se confirma en el artículo, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), «Indicador B5: ¿Quién se gradúa de la educación terciaria?» donde afirma que «En los países de la OCDE, los títulos de licenciatura o equivalentes siguen siendo la calificación terciaria más frecuente entre los graduados por primera vez».
Incentivos para estudiar
Los incentivos que estos estudios universitarios proporcionan a aquellos que terminan la licenciatura suelen ser lo suficientemente convincentes como para que los jóvenes sigan eligiendo emprender este camino. La posibilidad de un mayor sueldo en su futuro laboral o las mejores perspectivas de empleo convencen a los estudiantes para que sigan adquiriendo conocimiento durante cuatro o cinco años más.
Aunque, dependiendo del campo en el que se elija la licenciatura, esta tendrá una mayor o menor popularidad entre aquellos que comienzan sus estudios. Esta elección por parte del futuro estudiante también está influenciado por otras causas como por ejemplo el género. Según el mismo artículo «las mujeres graduadas en educación terciaria están infra representadas en los campos STEM tradicionalmente dominadas por hombres (33% en promedio), mientras que están sobre representadas en salud y bienestar (77%)».
Las mujeres no suelen escoger las carreras relacionadas con los campos de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas, aunque, dependiendo del país donde se centre el foco de estudio, se puede ver que estos porcentajes varían. En el caso de España, se coloca en el puesto sexto de 47 países en el porcentaje de mujeres que eligen este tipo de licenciatura. Esto supone que se encuentre entre los países donde las mujeres eligen en menor medida este tipo de licenciatura.
Aunque sea cierto que en los últimos años las mujeres se han decantando por estudios STEM en mayor número, la representación del sector femenino sigue siendo bastante baja. «Los campos STEM han estado tradicionalmente dominados por estudiantes varones y, en 2021, solo el 33% de los graduados terciarios de STEM en los países de la OCDE eran mujeres, desde el 20% o menos en Chile y Japón hasta el 40% o más en Grecia, Islandia y Nueva Zelanda y Polonia», afirma el mismo artículo.
En España el porcentaje de mujeres en este tipo de estudios desciende al 27,7%. Esto pone de manifiesto que, aunque haya países donde la inserción de la mujer en este ámbito sea mayor, sigue estando muy poco representada en carreras STEM.
Estereotipos en el mundo de la ciencia
La brecha en este tipo de carreras sorprende viendo los progresos que se ha hecho en el ámbito de la mujer y la ciencia en los últimos años. Aun así, hay estereotipos arraigados del pasado que es difícil ignorar a la hora de explicar estos hechos. Así lo explican las científicas Elena Makarova, Belinda Aeschlimann y el científico Walter Herzog en su artículo «La brecha de género en los campos STEM».
Tras su estudio, donde se pidió a los sujetos realizar dibujos de una persona trabajando en temas relacionado con la ciencia, llegaron a la conclusión de que «los estudios que aplicaron el método DAST informaron que los estudiantes desde el jardín de infancia hasta la escuela secundaria perciben a un científico como una persona masculina». A esto añade que «en un estudio entre estudiantes desde jardín de infancia hasta quinto grado había solo 28 fotografías de una científica entre 4.807 en total, y todos estos 28 dibujos fueron hechos por niñas».
Basándose en los datos anteriores, el artículo añade que «las investigaciones sobre los estereotipos de género han revelado que la ciencia no sólo asocia a una persona masculina, sino que también se le atribuyen rasgos masculinos». La poca representación femenina dentro del sector tiene un impacto directo en los bajos porcentajes de mujeres que eligen carreras universitarias de esta rama.
Bienestar y salud
En el ámbito de estudio de salud y bienestar es el hombre el que tiene menos representación. Según el estudio antes mencionado de la OCDE, «alentar a los estudiantes a realizar estudios en un campo que se alinee con sus interese y habilidades tiene el potencial de producir resultados positivos tanto en el mercado laboral como en la sociedad en su conjunto». Pero añade que «es probable que los estereotipos de género disuadan a mujeres y hombres de seguir determinadas carreras». Por ello, en el ámbito de la salud y bienestar, donde la función principal es el cuidado de los pacientes, los estudiantes son principalmente de género femenino.
De ahí que en todos los países de la OCDE, la representación de la mujer sea mayor en este ámbito. En el caso de España, aun estando en la cola de los países en porcentaje de mujeres que estudian carreras STEM, tampoco lidera en la representación femenina en salud y bienestar, que se sitúa en el 74,75%. El país que lidera en esta parte de la tabla es Luxemburgo, con un porcentaje de 86,3.
Aunque se haya conseguido progresar en la igualdad de genero en los estudios superiores y ya no sea una anomalía ver a una mujer estudiando carreras de distintas ramas de estudio, la representación femenina sigue muy por debajo de la masculina en ciertas carreras de corte científico. Debido a los estereotipos arraigados de que el mundo de la ciencia está liderado por hombres, las mujeres eligen estudios centrados en otros ámbitos donde esperan conseguir un futuro laboral más prometedor.
