El 'boom' de las agencias para viajar solo: así son WeRoad y otros portales
Agrupan a los usuarios en función de su edad, y que así la experiencia sea lo más fructífera posible
Bombardeados semana tras semana con nuevos desarrollos tecnológicos, aplicaciones o portales web que nos ofertan «nuevos» servicios, lo cierto es que muchos de ellos son de gran utilidad y ofrecen muchas ventajas, y pueden llegar a influir de una manera muy positiva en la sociedad. Buen ejemplo de ello son las agencias de viajes como ‘WeRoad’, utilizando un método novedoso, pero no por ello poco efectivo, se encargan de organizar viajes para gente que quiere descubrir nuevos destinos sola, uniéndolos con personas de su edad y así estableciendo nuevos lazos sociales.
Esta agencia de viajes oferta diferentes destinos a gusto del consumidor, y se encarga de asignar a cada grupo, creado por rango de edad, un coordinador, que acompañará a los integrantes en todo momento durante su estancia en los lugares. En concreto, 15 días antes de la salida, este encargado crea un grupo de WhatsApp incluyendo a todos los nuevos miembros, con el fin de que ya se conozcan y aclaren las dudas existentes de cara al viaje.
Además, desde la empresa destacan: «Nuestros viajes son flexibles y el itinerario puede variar conforme a las preferencias del grupo», algo que puede resultar aún más atractivo para los usuarios. Ya en el año 2023, esta agencia tuvo un gran crecimiento y éxito, con unas previsiones de facturación aproximadas a los 7,6 millones de euros, contando con un aumento significativo de destinos, tours y pasajeros. Durante el pasado año, WeRoad organizó viajes para 50.000 personas, con cinco mercados concretos: España, Francia, Italia, Reino Unido y Alemania, con un total de 300 itinerarios diferentes. Comenzaron su andadura en el año 2017 y actualmente cuentan con una plantilla de 150 empleados a tiempo completo, con el plus de haber duplicado en los últimos 12 meses su volumen de negocio. Su objetivo es claro: llegar a 2025 como «el líder paneuropeo en viajes en grupo para millennials«.
Otras empresas que ofertan este tipo de servicios son: Huakai, Uniite, B travel o Himbatours. Todas tienen un funcionamiento similar a WeRoad, asignando un coordinador que resume y prepara todo para los viajes. Huakai, por ejemplo, divide sus ofertas en función de la estación del año e incluso de las vacaciones (puente de mayo, Nochevieja…). Uniite, por otro lado, amplía las posibilidades con la organización de viajes a lugares más remotos y exóticos como Tailandia, Vietnam o incluso Uzbekistán (con diferentes tarifas).
Ventajas y desafíos
THE OBJECTIVE ha charlado con Jesús Castillo Sánchez, graduado en Sociología y con un máster en Dirección de Recursos Humanos, con el fin de analizar conjuntamente lo que supone el auge de estas nuevas aplicaciones, así como el impacto que pueden llegar a causar a la ciudadanía, marcando una línea evolutiva que estudia cómo ha avanzado el mundo del turismo y de los viajes dentro de las personas de a pie.
Castillo comenta: «Este caso es interesante por muchos motivos, por ejemplo, antiguamente solo se podía viajar (aquel que tuviera medios) con tus padres o gente de tu entorno, a destinos no muy lejanos de la geografía nacional (o países del entorno). Sin embargo, hoy día, cualquier persona desde cualquier parte del globo terráqueo puede viajar con otros 14 desconocidos a la India durante un mes, y al año repetir ese viaje con otros 14 a Perú, con el mero hecho de utilizar tu teléfono móvil, contactar con estas agencias y que ellos te organicen todo».
Sin embargo, el sociólogo no olvida que, como todo, también puede ocasionar una serie de desventajas: «El sociólogo Manuel Castells nos enseñó que internet implica una clara transformación de las relaciones sociales. La tecnología sustituye a otros elementos, como por ejemplo la religión, en la conformación de nuevas comunidades. Además, todo esto fomenta una cultura global donde las distancias y las fronteras físicas pierden importancia, ganándola en su lugar la estrechez de las relaciones humanas digitales«.
Otro ejemplo interesante, que apunta Castillo sobre las ‘contras’ de estas propuestas, lo podemos encontrar (y basado en el enfoque multidisciplinar del teórico Yuval Noah Harari, autor del famoso ensayo Sapiens) en cómo evoluciona el concepto de intimidad y de la experiencia humana, centrado en el análisis de los cambios de nuestras relaciones humanas y vínculos emocionales.
«Estas nuevas formas de viajar suponen desafíos éticos y sociales, ya que pueden llegar a ocasionar una fragmentación dentro de las propias comunidades digitales, a mi parecer sumamente superficiales«, narra la fuente consultada. «Destaco que estas aplicaciones puedes generar problemas emocionales, e incluso agravar los ya presentes, debido a las malas experiencias que se puedan tener o las altas expectativas que pueden generar este tipo de viajes. Las reseñas de los usuarios nos marcarán si ciertamente hacen tanto bien por la sociedad. De igual forma, nos podemos encontrar con el efecto contrario, ya que nos podría llegar a causar tal nostalgia a su finalización, que nos suponga un deterioro en las relaciones familiares y cercanas, por el hecho de querer vivir lo mismo día tras día; lo que se denomina ‘efecto burbuja’, querer mantenernos permanentemente en esa ‘falsa’ zona de confort. En resumen, y bajo mi punto de vista, a mayor conexión con la tecnología, correremos un mayor riesgo de desconexión con nuestra realidad y entorno físico», zanja el sociólogo.