Nueve años de prisión a un profesor de danza por agresión sexual continuada a una alumna
El acusado deberá indemnizar a la víctima y no acercase a menos de 1.000 metros de ella durante 14 años
La Audiencia de Barcelona ha condenado a un profesor de danza de Malgrat de Mar (Barcelona) a nueve años de prisión por agredir sexualmente de manera continuada a una menor de 16 años que era alumna suya, y lo ha absuelto de otras dos supuestas agresiones a otras dos menores.
En una sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, la sección décima de la Audiencia de Barcelona condena a este profesor a nueve años de prisión por un delito continuado de agresión sexual, frente a los dieciocho que pedía la Fiscalía por agresiones sexuales a tres menores -que según el ministerio público se cometieron entre 2020 y 2022- al no ver acreditadas dos de ellas.
Indemnización a la víctima
Además de los nueve años de prisión, el profesor, en prisión provisional, deberá indemnizar a la víctima con 30.000 euros por el daño moral ocasionado.
La Audiencia impone también a este profesor de danza la prohibición de comunicarse por cualquier medio y de acercarse a menos de 1.000 metros a la víctima durante 14 años, así como la imposibilidad de ejercer cualquier actividad o profesión que conlleve un contacto regular y directo con menores de edad durante un periodo superior en 7 años a la pena impuesta.
La sentencia considera acreditado que el acusado, con la «intención de atentar contra la intimidad sexual» de esta menor y para «satisfacer el propio deseo sexual», y «aprovechando el dominio que tenía sobre ésta» por ser su profesor de danza, la agredió sexualmente hasta en cinco ocasiones.
Trastorno adaptativo/estrés postraumático
A raíz de estas agresiones sexuales, la menor sufre un trastorno adaptativo/estrés postraumático que sigue persistiendo en la actualidad.
La sentencia también constata que el acusado presenta deficiencias significativas en la comunicación e interacciones sociales, «todo ello compatible con un trastorno del neurodesarrollo» y una «edad mental inferior a la suya» lo que «repercute no en su capacidad de comprender el sentido de sus acciones, pero sí en la de ajustar su comportamiento a dicha comprensión».