En pleno 2024, las redes sociales son ya una realidad con la que cada vez más personas pueden desarrollar sus proyectos, así como que éstos sean viables económicamente hablando. Acostumbrados a grandes youtubers y streamers como Plex, Ibai, Auronplay, Grefg o Ribius; Víctor Heras es uno de los mejores ejemplos que refleja la perfecta posibilidad de vivir de tus redes sociales y generar grandes cantidades de dinero.
El joven emprendedor cuenta con más de 400 mil seguidores en Instagram y cerca de 55 mil suscriptores en YouTube. Con sus vídeos, impulsa a los que él llama sus «alumnos» a poder generar dinero que les permita vivir de sus perfiles en redes sociales, diseñando una estrategia de planificación e impacto en estas páginas de internet. A través de su página 1millóndevisitas, da las claves para poder cosechar el éxito.
«Has de encontrar el equilibrio perfecto entre tu vida personal y tu negocio para poder ser feliz generando dinero»
En su charla con THE OBJECTIVE, Heras desvela que hace cinco años trabajaba como repartidor de pizzas en un local de su localidad, y tras convencerse a sí mismo de diseñar una imagen y posicionarse en redes sociales, ha logrado mejorar su posición económica y poder vivir de una forma cómoda, todo a través de internet.
Pregunta: Ahora mismo, viendo la cantidad de personas que triunfan en redes sociales y viven de este producto, ¿sigue siendo factible meterse en ese mercado y generar para poder vivir de ello?
Respuesta: Las páginas web e internet siguen siendo un negocio extremadamente rentable. Al haber más gente haciendo contenido en redes sociales lo que se hace es, a nivel general, elevar el nivel de conciencia sobre estas plataformas. Bien tengas un negocio de psicología, seas un entrenador personal, te dediques al marketing, seas un abogado… todos estos temas que antes solamente se daban en universidades, escuelas y libros, ahora también están presentes dentro de las redes sociales. La gente que es verdaderamente buena en su campo y sabe mover su negocio en internet tiene amplias posibilidades de triunfar.
P: ¿Qué es para ti encontrar la «oportunidad perfecta» o cómo encuentras el «mercado perfecto» en el que entrar en redes sociales y captar la atención de más gente?
R: La respuesta solo la sabe uno mismo. Yo tengo una teoría que defino como ‘El triángulo PDH’. En este sentido, tenemos un triángulo equilátero con cada una de estas letras en sus extremos. Según mi teoría, has de encontrar el equilibrio perfecto entre tu vida personal y tu negocio para poder ser feliz generando dinero. La ‘P’ significa pasión, tienes que ser u hacer algo que te apasione. La ‘D’ significa dinero, entendiéndolo como un mercado en el que este se genere y que esté en auge. Por último, la ‘H’ es la habilidad, entendida como ese «don» que todos tenemos desde que nacemos por hacer una u otra actividad.
En cuanto a cómo identifico yo un mercado con oportunidades en redes sociales, es importante identificar lo que le está interesando a la gente. Eso podemos captarlo con las tendencias y lo que nosotros mismos consumimos en estas plataformas. Siempre hay algo en auge, algo que está llamando mucho la atención. Sin embargo, la mejor de las oportunidades te la das tú mismo con la habilidad de detectar qué competencias faltan en el mercado digital, qué puedo hacer yo, con cosas en las que sea bueno, y que le guste mucho a la gente. El dinero debe preocuparnos más adelante.
P: Tal y como defines en tus vídeos, en todo personaje público de internet existe un punto clave en el cual tus seguidores dejan de estar interesados en que les «eduques» y pasan a interesarse directamente por tu día a día y tu vida personal. ¿Cuándo se alcanza ese punto? ¿Cómo consigues ese nivel de afectividad por parte de desconocidos?
R: Al final tú vas a enfocar tus perfiles en redes como un negocio, que es lo más importante y lo que debe quedar claro. Luego, hay dos vías: a través de generar un contenido de entretenimiento que cautive a las personas, o bien consiguiendo un posicionamiento que te permita que marcas publicitarias contacten contigo y te quieran como imagen o escaparate suyo.
Yo no recomiendo el camino de ser directamente un influencer; de hecho, los datos reflejan que esto no es rentable. Lo ideal, bajo mi punto de vista y gracias a lo que he cosechado con mi experiencia, es explotar tu negocio en redes sociales. Tienes que ser fiel a ti mismo, pero también a lo que te requiere tu comunidad. Generando contenido, es importante que sigas el paso que he comentado antes, primero que tus seguidores aprendan contigo; más adelante nos preocuparemos de lo que ellos puedan extraer de ti.
P: Es fundamental que siendo tú mismo puedas captar su atención y establecer vínculos con ellos, ¿cierto?
R: Lo más importante cuando trabajas en redes sociales es vender tu marca personal, explotarla al máximo. Si expones bien eso, y no dejas de ser tú mismo, al final va a haber gente que se sienta identificada contigo mismo sí o sí. Por ejemplo, yo hace cuatro años trabajaba repartiendo pizzas en una moto con un sueldo de cinco euros la hora, en un establecimiento de mi pueblo. Ahora, les he demostrado a mis seguidores que es posible dejar atrás esa etapa y me he traído a mi madre a Miami, viviendo una vida cómoda… y todo ello gracias a mis redes. Ocurre lo mismo si te abres con ellos y cuentas tus experiencias con tu primera novia, tu primer coche, etc.
Ellos se sienten identificados conmigo y va a hacer que cada día sean más fieles a mí.
«La información sin acción es absolutamente inútil y no vale para nada»
P: La gente que recurre a tus consejos, a tus cursos… ¿Qué porcentaje de éxito tienen a posteriori?
R: Las redes sociales no son científicas, pero sí que requieren una metodología. Existe una parte enorme de estadística, que nos permite ver claramente los Buenos días resultados que he obtenido con mis clientes. Cualquier persona puede hacerse viral ahora mismo, con un vídeo, con un mensaje… fíjate en la cantidad de herramientas que tenemos a nuestro alcance de forma gratuita gracias a internet. Siguiendo mis pasos, he visto como personas que tenían sus perfiles en Instagram estancados, con unos siete mil seguidores más o menos, han logrado alcanzar cifras superiores a los cincuenta mil.
No solo ayudo a particulares, muchos empleados con puestos importantes en empresas acuden a mí, con el fin de lograr un bien colectivo y de aprender a cómo moverse en este mundillo. De igual forma, existe una parte muy grande de miedo, pánico escénico a no querer ser rechazado. Yo te voy a dar mis trucos, mis consejos, te voy a impartir mi metodología, pero la información sin acción es absolutamente inútil y no vale para nada.
P: ¿A ti te da miedo ese rechazo por parte de la gente que ve tus vídeos?
R: Tienes que aprender a lidiar con ello, hacer que no te afecte, incluso tomarte muchas de esas críticas como constructivas, al final si tú tienes un millón de visualizaciones en un vídeo, significa que tienes un millón de personas que están juzgándote, y puede ser para bien o para mal. Tu ambición por el éxito tiene que ser mayor a tu miedo al rechazo.
«Tu ambición por el éxito tiene que ser mayor que tu miedo al rechazo»
Yo lo que digo siempre es: si tú eres el ‘puto amo’ en algo que tienes que ganar mucho dinero. He tenido clientes que con solo un vídeo hemos generado 200.000 seguidores en 15 días. Cualquier impacto en redes puede cambiar tu vida, bien sea por un hobby, o porque tengas una profesión y unas cualidades que quieres explotar.
P: ¿Cómo puede acceder la gente a ti?
R: Lo más sencillo es que las personas que quieran aprender, empiecen viendo mi contenido gratuito en YouTube, donde yo explico las bases de mi metodología para obtener resultados. Hay gente que te cobra 5.000 € por todo lo que yo explico en un vídeo de una hora. Un 25% de mis alumnos son gente que trabajan para empresas en departamentos de marketing y de social media.
P: ¿Un consejo final?
R: Tu vida puede cambiar si explotas tu marca personal en redes sociales. Yo pasé por trabajos con malas condiciones y muy mal remunerados, y he logrado cosechar una imagen afianzada y un buen posicionamiento. ¿Cómo? Siendo yo mismo y queriendo de verdad cambiar las cosas.