La Policía detiene a 21 miembros de una red de trata y libera a 24 víctimas de explotación sexual
La mayoría de las mujeres, de origen colombiano, eran forzadas a prostituirse durante seis días a la semana
La Policía libera a 24 víctimas de trata y clausura cinco pisos en los que obligaban a ejercer la prostitución 24 horas. | Policía Nacional
La Policía Nacional ha logrado un importante golpe contra la trata de personas, liberando a 24 mujeres que eran víctimas de explotación sexual y desmantelando la organización criminal responsable. Los agentes han clausurado cinco pisos de citas, que funcionaban ininterrumpidamente en diversas provincias españolas, y que también servían como centros de distribución de cocaína y medicamentos para la disfunción eréctil.
La mayoría de las mujeres, de origen colombiano, eran forzadas a prostituirse durante seis días a la semana, con solo dos horas libres al día. La red estaba encabezada por una mujer que dirigía un entramado familiar, implicando a sus parientes más cercanos, mientras que otros miembros provenían de Latinoamérica.
En total, se ha detenido a 21 personas en Madrid, Valencia, Castellón, La Rioja y Zaragoza, incluyendo a los cuatro principales responsables que ya han sido enviados a prisión provisional. Además, se han efectuado 11 registros domiciliarios. La investigación comenzó tras la declaración de una mujer que había sido explotada por esta organización.
Obligadas a aceptar
Los investigadores descubrieron que la red atraía a las víctimas desde sus países de origen mediante anuncios en portales de Internet, ofreciendo falsas promesas de una vida mejor. Estas mujeres, en situación económica precaria, aceptaban las condiciones esperando mejorar su situación y la de sus familias.
Una vez en España, las víctimas eran trasladadas a los pisos de citas donde permanecían por periodos de 21 días. Para mantener la demanda de clientes, el entramado rotaba a las mujeres entre diferentes ubicaciones. Las víctimas debían aceptar todos los encargos sexuales, pudiendo retener solo el 50% de las ganancias obtenidas.
Además de la explotación sexual, los pisos funcionaban como puntos de venta de drogas y medicamentos. La organización gestionaba los beneficios económicos a través de plataformas de pago móvil, con la ayuda de colaboradores que facilitaban líneas telefónicas y cuentas bancarias.
La operación policial culminó con la incautación de más de 51.000 euros en efectivo, un vehículo, dispositivos electrónicos, drogas y medicamentos. También se bloquearon activos y criptomonedas por un valor superior a 500.000 euros. Para blanquear el dinero, la red utilizaba empresas interpuestas para adquirir bienes muebles e inmuebles.
