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Sociedad

Richard Dawkins y Steven Pinker abandonan un 'think tank' por su «activismo trans extremo»

Se han solidarizado con Jerry Coyne, que fue censurado por defender la diferencia biológica entre hombres y mujeres

Richard Dawkins y Steven Pinker abandonan un ‘think tank’ por su «activismo trans extremo»

El biólogo británico Richard Dawkins y el psicólogo canadiense Steven Pinker. | Contacto Photo

La relativa desconexión informativa causada por las vacaciones navideñas provocó que los medios españoles pasaran por alto un hecho significativo en el terreno intelectual ocurrido el pasado 2 de enero. La noticia en cuestión es que tres pesos pesados del ateísmo internacional, Richard Dawkins, Steven Pinker y Jerry Coyne, anunciaron que abandonaban la fundación Freedom From Religion, un think tank que agrupa a pensadores «libres de la religión» y que están «comprometidos con el principio de la separación entre Estado e iglesia».

Los biólogos Richard Dawkins y Jerry Coyne, así como el psicólogo Steven Pinker, han usado sus perfiles en la red social X (antes Twitter) para confirmar que dejan la junta honoraria de la fundación Freedom From Religion (FFR). Lo han hecho de forma pública y notoria para mostrar su rechazo a la actual deriva ideológica de la institución. Pinker habla, en concreto, de «lamentable dogmatismo». El éxodo de estos tres conocidos científicos ha obligado a la fundación a suprimir por completo la figura de la junta honoraria.

El motivo de que estos paladines del ateísmo hayan dado este paso no es precisamente una súbita conversión religiosa. Su convencimiento en la no existencia de Dios, así como en la necesidad de separar al Estado de cualquier fe, sigue siendo el mismo. Sin embargo, los tres intelectuales han coincidido en denunciar que la FFR ha «traicionado su misión y sus principios». Todo porque la «idelogía trans» que ha adoptado «corrompe todo lo que toca» (Dawkins dixit).

Un artículo publicado y otro «censurado»

Todo empezó cuando la FFR publicó un artículo de Kat Grant, una abogada especializada en derechos LGBTQ+, titulado What is a woman? (¿Qué es una mujer?). El texto negaba las diferencias biológicas entre hombres y mujeres y defendía que «una mujer es quien quiera que ella diga que lo es».

Fue entonces cuando el biólogo Jerry Coyne, entonces miembro de la junta honoraria de la FFR, escribió un artículo en respuesta al de Grant en que refutaba las tesis de esta. Sin embargo, la fundación sólo mantuvo el escrito de Coyne en su web durante unos pocos días y, ante algunas quejas recibidas, lo borró de su página sin siquiera informar al autor. La respuesta de Coyne puede ahora leerse aquí, donde defiende que «no es ‘tránsfobo’ aceptar la realidad biológica del sexo binario y rechazar los conceptos basados en la ideología».

El desprecio de la FFR hacia Coyne, uno de sus miembros honorarios, llevó a la dimisión de este y de otros de sus colegas que no han visto con buenos ojos ni el trato que se le ha dispensado al biólogo estadounidense ni el trasfondo ideológico de la cuestión.

Richard Dawkins se expresó en términos muy duros en su carta de renuncia a la FFR. El también biólogo británico, autor del best-seller El gen egoísta, señala que publicar el artículo de Grant ya fue un «error de juicio» por parte de la fundación. Una equivocación que, a juicio de Dawkins, se agravó cuando la FFR «censuró» de su web la respuesta de Coyne movida por «un acto de pánico impropio, cuando cedieron a chillidos histéricos de ciertos sectores previsibles». «Retirar sumariamente la refutación [de Coyne] fue un acto de lamentable descortesía hacia un miembro de nuestra propia Junta Honoraria, un órgano que ahora abandono con pesar», concluye Dawkins.

Choque de lo ‘trans’ con la ciencia y en el seno de la izquierda

Lejos de rectificar, la FFR publicó en su web un texto en el que insistían en que la fundación «defiende los derechos LGBTQIA». También señalan que publicar la refutación de Coyne, en la que afirmaba la diferencia biológica entre hombres y mujeres, fue «un error de juicio» que «no reflejaba los valores y principios» de la FFR. Además, prometen revisar sus directrices de contenido y sus procesos internos para «asegurar que sus mensajes públicos reflejen nuestros valores».

Este hecho no es más que otra muestra del creciente choque que la ideología LGBT-trans está provocando en el ámbito académico, como en universidades, revistas científicas o, como en el caso de la FFR, asociaciones civiles. El afán por ‘cancelar’ a quien se oponga a los dictados del colectivo trans ha alcanzado incluso a personalidades como J.K. Rowling, la afamada autora de la saga de libros de Harry Potter.Este divorcio también empieza a hacerse notar en el espectro político de la izquierda. En el caso español, la corriente de feministas clásicas del PSOE cada vez se hace notar con más fuerza desde que en su día protestaran por el apoyo socialista a la ‘ley trans’ de Irene Montero.

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