Roma prepara una despedida masiva al papa Francisco y espera con expectación al sucesor
Los restos mortales serán trasladados este miércoles a la plaza de San Pedro, donde se esperan a miles de personas

Marea de gente subiendo por la Via de lla Conziliazione | Zuma Press
La ciudad de Roma prepara una despedida masiva al papa Francisco, como así se empieza a notar por las calles de la Ciudad Eterna en la que auténticos ríos humanos se concentran en la Ciudad del Vaticano, desde la Vía della Conziliazione y sus alrededores hasta la plaza de San Pedro. Las muestras de dolor se reproducen en los grupos de peregrinos que llegan al lugar en el que mañana será expuesto el féretro que alberga los restos mortales del papa Francisco. Mientras esto sucede en las calles de Roma, crece la expectación sobre su sucesor, como así lo admiten a THE OBJECTIVE fuentes vaticanas, al subrayar que el «colegio cardenalicio es muy variado» y no tiene «una línea concreta».
El sol iluminó ayer con toda su luz la ciudad de Roma que amaneció este martes en un ambiente primaveral, muy caluroso en determinados momentos del día, lo que contribuyó a que tanto los romanos como los numerosos visitantes que se encontraban en la capital se acercaran a los lugares donde se prepara la despedida del Pontífice: Casa Santa Marta, donde vivió, la Basílica de San Pedro donde a las nueve de la mañana de este miércoles trasladarán los restos del Papa y a las once abrirá al público la capilla ardiente del Pontífice y la Basílica Santa María la Mayor, en la que será enterrado.
Aunque en Santa Marta no se permitió el acceso al público, solo pudieron rezar ante el papa Francisco su círculo más íntimo e incluso los periodistas que le han acompañado en algunos de sus viajes y que siguen la actualidad del Vaticano, numeroso público se concentró en los alrededores del edificio. No sucedió lo mismo en la Basílica de Santa María la Mayor, en la que se llegaron a formar colas de gente para poder visitar el templo donde reposarán sus restos mortales, ya que se permitió el acceso. Una de las zonas que más atrajo la atención del público es el lugar donde será enterrado, sobre el que ya hay instalado una especia de cajón de madera de cerca de dos metros de altura.
En la Basílica de San Pedro, a la espera de que este miércoles se instale la capilla ardiente, las entradas a la plaza estaban colapsadas e incluso la Policía italiana tuvo que acordonar parte del recinto con vallas de seguridad y regular la circulación de los visitantes. Grupos de peregrinos llegaron en procesión rezando el Rosario y con una Cruz de madera que abría paso. La expectación es enorme por la presencia de medios de comunicación venidos de todo el mundo, a los que se ha situado en un lateral enfrente de la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Este centro de prensa todavía no había facilitado a primera hora de la tarde el número de periodistas que han llegado a Roma, que no para de crecer a medida que pasan las horas. Esta presencia masiva llegó a colapsar este martes el sistema informático que llegó a dar problemas, en unas instalaciones desbordadas.
Los actos de la despedida del papa Francisco comenzarán este miércoles con el traslado de sus restos mortales a la Basílica de San Pedro, donde permanecerá hasta el viernes. El primer día se podrán visitar de once de la mañana a doce de la noche; el jueves de siete de la mañana a doce de la noche y el viernes de siete de la mañana a siete de la tarde.
Reforzados los trenes
Ante las previsiones de una presencia masiva, Trenitalia ha reforzado los horarios de los trenes para que los fieles puedan acudir en masa a despedir al Santo Padre. La asistencia a esta despedida puede ser masiva, similar a la de Juan Pablo II, según sostienen algunas fuentes consultadas por este periódico; aunque otras apuntan que será menor, más parecida a la de Benedicto XVI.
Estas fuentes creen que la gran cantidad de visitantes que paseaban este miércoles por las calles tiene su explicación en que en Roma ha sido puente y a ello se une la gente que había viajado a la capital italiana para asistir este fin de semana a la canonización de Carlos Acutis, el primer santo milenial al que el Papa Francisco quería subir a los altares como un ejemplo para la juventud. Muchos de ellos se quedarán en Roma a pesar de haberse suspendido la ceremonia.
Al funeral del Papa, en representación de España, ya han confirmado su presencia Sus Majestades los Reyes y este martes se conoció que el Gobierno ha contactado con el Partido Popular para ofrecer la posibilidad de que Alberto Núñez Feijóo forme parte de la delegación oficial que acudirá al funeral. Desde el Partido Popular se ha afirmado que la intención del presidente es asistir y están a la espera de conocer los detalles logísticos.
Mientras se preparan los actos de despedida del Papa, la expectación es máxima sobre su sucesor y la llegada a Roma del Colegio Cardenalicio, que tendrá en su mano la elección del nuevo pontífice. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE señalan que este colegio «es muy variado, no hay una línea concreta y está muy disperso. Todo el mundo habla de una serie de gente, de cardenales que tienen más visibilidad, pero nadie sabe si eso se va a sustanciar. Nada se improvisa».
En esta quiniela de posibles papas se sitúa el Patriarca de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa; Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede; el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Matteo María Zuppi; y el cardenal filipino Luis Antonio Tagle.