El juego 'online' alcanza cifras récord en España con 1.455 millones en beneficios
Las empresas del sector migran hacia Ceuta y Melilla por las ventajas fiscales tras el retroceso de Gibraltar

Una página web de juego 'online | Jesús Hellín (Eruopa Press)
El sector del juego online en España ha alcanzado en 2024 una cifra histórica de beneficios, consolidando una tendencia ascendente que parece resistir incluso a las restricciones regulatorias y fiscales. Según la Memoria Anual publicada por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), las empresas del sector registraron un margen bruto de 1.454,59 millones de euros, lo que representa un incremento del 17,6% respecto al año anterior y prácticamente duplica los 699 millones alcanzados en 2018.
Este avance se produce en un contexto de creciente digitalización del consumo, impulsado por la consolidación del comercio electrónico y la mejora de las plataformas de juego. El número de jugadores únicos durante 2024 fue de casi dos millones, un aumento del 21,7% respecto a 2023, y el gasto medio por usuario se situó en torno a los 730 euros anuales. La media mensual de cuentas activas superó el 1,4 millones, un 23,5% más que el año anterior.
Segmentos en alza
El desglose por segmentos muestra un claro liderazgo del casino online, que generó 730,7 millones de euros, lo que supone más del 50% del total. Le siguieron las apuestas deportivas, con 608,8 millones (41,86%), el póquer con 100,08 millones (6,88%) y el bingo con 14,94 millones (1,06%).
El mayor dinamismo lo aportaron las apuestas deportivas de contrapartida —tanto convencionales como en directo— que crecieron más del 23%. El casino también experimentó un alza importante, sobre todo gracias a las máquinas de azar, que representaron casi dos tercios de este segmento. En cambio, el póquer registró una caída cercana al 5%, arrastrado especialmente por la modalidad cash. También descendieron con fuerza los concursos, prácticamente desapareciendo con una contracción del 98%.
Según ha podido contrastar THE OBJECTIVE de acuerdo con los datos facilitados por la DGOJ, el gasto en marketing alcanzó los 526,3 millones de euros, con aumentos significativos en todas sus partidas: afiliación (+10,3%), publicidad (+37,2%), patrocinio (+14%) y promociones (+30,8%). Esto refleja el esfuerzo comercial de las empresas legales por captar y fidelizar jugadores en un entorno en el que la competencia y las restricciones publicitarias son crecientes. Esta dinámica supone una amenaza para los sectores que avisan de los peligros de este tipo de juegos y que exigen una regulación mayor en la difusión.
Auge legal e ilegal
No obstante, el crecimiento del mercado también ha traído consigo desafíos serios. Uno de los principales es el avance de las plataformas sin licencia que operan desde paraísos fiscales, principalmente Gibraltar. Pese a haber sido un centro neurálgico del juego digital europeo durante años, la salida del Reino Unido de la Unión Europea y la incertidumbre regulatoria han debilitado su atractivo. Actualmente, muchas de estas plataformas acceden al mercado español sin autorización, lo que ha obligado al Gobierno a reforzar la vigilancia.
Desde 2021, la DGOJ ha identificado más de mil sitios ilegales y ha impuesto sanciones superiores a los 398 millones de euros. Solo en el segundo semestre de 2024, se cerraron 14 operadores no autorizados y se aplicaron multas por 77,4 millones de euros.
Además, según el informe del primer trimestre de 2025 de la Asociación Internacional de Integridad de Apuestas (IBIA), se detectaron 63 alertas por posibles fraudes en apuestas en 23 países. El fútbol y el tenis lideraron estas sospechas, lo que subraya los riesgos vinculados al crecimiento sin control del mercado.
Ceuta y Melilla: nuevos centro del juego ‘online’
Mientras Gibraltar pierde relevancia, Ceuta y Melilla se han consolidado como los nuevos núcleos fiscales del sector. Estas dos ciudades autónomas ofrecen condiciones impositivas considerablemente más ventajosas que el resto del país: el Impuesto sobre Actividades del Juego se reduce del 20% al 10%, el impuesto de Sociedades es del 12,5% y las bonificaciones en Seguridad Social alcanzan el 50%.
Este entorno fiscal favorable ha atraído a numerosas empresas que previamente operaban desde Gibraltar y Malta. En Ceuta ya se han instalado al menos 25 operadores. Melilla también ha logrado atraer más de una decena de firmas.
Según medios locales, se estima que, en conjunto, estas actividades generan más de 1.000 empleos directos, revitalizando el tejido empresarial local y contribuyendo a diversificar unas economías tradicionalmente dependientes del sector público.
Una industria que llegó para quedarse
En apenas seis años, el juego online ha pasado de ser una industria emergente a consolidarse como una parte significativa del entorno digital y económico español. Aunque sigue bajo la lupa por su impacto social y los riesgos asociados al juego problemático, su crecimiento constante evidencia una transformación estructural en los hábitos de consumo de ocio y apunta a posicionarse de manera consistente entre las capas sociales.
Ceuta y Melilla, beneficiadas por esta transformación, han logrado posicionarse como hubs digitales gracias a su régimen fiscal, mientras que el aumento de operadores ilegales continúa siendo una amenaza que las autoridades tienen en su mirilla.
Voces de alerta
En paralelo a este auge económico y tecnológico, crecen también las voces que alertan sobre los riesgos del juego online, especialmente entre los más jóvenes. Diversas campañas impulsadas desde instituciones públicas y entidades sociales tratan de poner el foco en la prevención, fomentando una reflexión crítica sobre una actividad que puede derivar de manera inherente en problemas de adicción y exclusión.
En esta línea, administraciones como la Diputación de Huelva están desarrollando iniciativas de sensibilización orientadas a desnormalizar el juego entre adolescentes, promoviendo alternativas saludables como el deporte y ofreciendo herramientas educativas para reforzar la capacidad crítica de los jóvenes frente a los peligros de la industria.