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Sociedad

Una encuesta revela que los conservadores son más felices que los progresistas

Las personas de derechas se sienten más satisfechas al margen de su sexo, edad, religión o nivel educativo y de ingresos

Una encuesta revela que los conservadores son más felices que los progresistas

Una madre con su hijo en el campo. | Freepik

Se suele decir que el dinero no da la felicidad. Sin embargo, la sociología ha demostrado muchas veces que si no la da, al menos sí ayuda. En efecto, el consenso de las encuestas apunta a que, a medida que suben los ingresos de una persona, sus niveles de bienestar aumentan. Un estudio reciente, sin embargo, ha dado con una excepción. Dos personas situadas en extremos contrarios del percentil de la riqueza pueden tener los mismos niveles de felicidad. La clave está en su ideología política: el ‘pobre’ es igual de feliz que el ‘rico’ cuando el primero es conservador y el segundo progresista.

Este dato es una de las conclusiones más llamativas del Cooperative Election Study (CES), una macroencuesta liderada por la Universidad de Harvard que pregunta a los ciudadanos de EEUU por una variedad de temas, especialmente de cariz político. Pues bien, la última edición del CES aborda la felicidad de los estadounidenses y apunta a una conclusión categórica: las personas conservadoras son más felices que las progresistas en toda circunstancia, sin importar su sexo, edad, religión, raza, nivel de educación y de ingresos, estado civil y orientación sexual.

Para empezar, y dejando al lado por el momento las inclinaciones ideológicas, los datos de la encuesta señalan que los hombres son ligeramente más felices que las mujeres, al igual que los que tienen más estudios e ingresos respecto a los que menos. También las personas religiosas expresan mayor satisfacción que las ateas o agnósticas, así como los que tienen hijos en comparación con los que no. Además, los heterosexuales afirman ser más felices que los homosexuales y bisexuales.

Las mujeres y los ateos conservadores son más felices

Pero estas tendencias generales pueden llegar a cambiar cuando se introduce la variable ideológica. Respecto al sexo, por ejemplo, lo normal es que ellos se muestren más satisfechos que ellas. Si tenemos en cuenta las opiniones políticas, se cumple que los estadounidenses más felices son los hombres conservadores (69 puntos sobre 100 en la escala de bienestar). Les siguen las mujeres de esa misma tendencia (66 puntos) antes que los varones progresistas (56). En esta línea, quienes menor satisfacción muestran son las mujeres de izquierdas (51).

Diferencias de felicidad entre conservadores (rojo) y progresistas (azul), tanto en la población general como concretadas entre hombres y mujeres. Fuente: Cooperative Election Study.

Algo similar ocurre con la religión. Confirmando los valores habituales —es decir, que los que profesan una religión son más felices que los que no—, los protestantes y católicos conservadores son los que presentan mayor bienestar (69 sobre 100), seguidos de cerca por los judíos y musulmanes que comparten esos valores (68). Lo curioso del caso es que los ateos y agnósticos de derechas son más felices (62) que quienes confiesan una fe pero son de ideología progresista (60 de media).

Diferencias de felicidad entre conservadores (rojo) y progresistas (azul), según sus creencias religiosas. Fuente: Cooperative Election Study.

Los conservadores, más felices entre todas las razas y grupos de edad

En cuanto a la raza, su peso en la felicidad no parece significativo en comparación con la ideología. Las personas conservadoras son las más felices, independientemente de si son blancas (69), negras (69), hispanas (65), asiáticas (65) o mezcla de alguna de estas (64). Por contra, si hablamos de gente de izquierdas, la felicidad se desploma casi veinte puntos en el caso de los blancos (52) y mestizos (45) y quince en el de los hispanos (51) y asiáticos (51). La caída es menos abrupta en los negros progresistas (60).

Respecto a los grupos de edad, en general la felicidad aumenta conforme se cumplen años. Pero, de nuevo, la cuestión ideológica aporta contrastes notables. Los jóvenes de la generación Z (los nacidos a partir de 1997) de ideología progresista son los más infelices de todo el espectro (40 puntos sobre 100). Sin embargo, los chicos y chicas de su misma edad pero de derechas expresan mayor satisfacción (56) que los millennials (nacidos entre 1981 y 1996) y los de la generación X (1965-1980) de izquierdas, con 49 y 53 puntos respectivamente. En cambio, los millennials y los X conservadores llegan a un nivel 62-63 en la escala de felicidad.

Diferencias de felicidad entre conservadores (rojo) y progresistas (azul), según su raza y su edad. Fuente: Cooperative Election Study.

Nivel educativo, de ingresos y orientación sexual

Si hablamos de nivel educativo e ingresos, a medida que estos aumentan lo mismo hace el nivel de bienestar. No obstante, volvemos a observar diferencias notables cuando se introduce la variable ideológica. Hay una distancia de entre 13 y 19 puntos entre los conservadores y progresistas en los distintos niveles educativos. El más amplio es entre los que han estudiado una carrera universitaria, ya que los de derechas alcanzan los 71 puntos de felicidad, mientras que los de izquierdas apenas llegan a 54.

En cuanto al nivel de ingresos, se ve la ya comentada paradoja de que los conservadores más pobres (hogares que ingresan menos de 30.000 dólares al año) presentan el mismo nivel de felicidad que los progresistas que más cobran (más de 100.000 dólares anuales), 60 en ambos casos. En contraste, los conservadores que más ganan llegan a los 74 puntos en la escala de bienestar.

Diferencias de felicidad entre conservadores (rojo) y progresistas (azul), según su nivel educativo y de ingresos. Fuente: Cooperative Election Study.

Por último, otro indicador interesante es el de la orientación sexual. En general, los heterosexuales afirman ser más felices que los homosexuales y bisexuales. Pero aquí también existen diferencias en lo que a ideología se refiere. Los homosexuales conservadores son más felices (68 puntos sobre 100) que los progresistas (57), igual que los gays y lesbianas de derechas (60) respecto a los de izquierdas (49) y que los bisexuales conservadores (59) en comparación con los progresistas (35).

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