El Gobierno renueva la autorización de la central nuclear de Cofrentes que cerrará en 2030
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha aprobado este jueves una orden ministerial para renovar la autorización de explotación de la central nuclear de Cofrentes (Valencia) hasta el 30 de noviembre de 2030.
Lo más importante: la decisión de renovación de la autorización de la central nuclear de Cofrentes cuenta con el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), único organismo competente en España en materia de seguridad nuclear y protección radiológica. Sin embargo, varios partidos han presentado una proposición de ley para que se cierre, al considerar que las instalaciones están «obsoletas».
La medida contempla el protocolo que establece el calendario de cese de explotación ordenado de las centrales nucleares en funcionamiento y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que determina el cierre ordenado entre 2027 y 2035, según un comunicado remitido por el Miteco.
El pleno del CSN informó favorablemente el pasado 17 de febrero sobre la solicitud de renovación de autorización de explotación de la central nuclear de Cofrentes hasta el 30 de noviembre de 2030, fecha definitiva para el cese definitivo de explotación.
La solicitud de renovación de la autorización de explotación de esta central fue presentada por el titular de la central, Iberdrola Generación Nuclear, S.A.U., el 27 de marzo de 2020.
Varios grupos parlamentarios habían presentado una proposición de ley para pedir el cierre y desmantelamiento de la central nuclear de Cofrentes al finalizar la actual licencia de funcionamiento durante este mes de marzo. El Grupo Parlamentario Republicano, Grupo Parlamentario Esquerra Euskal Herria Bildu, Grupo Parlamentario Plural, Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común y el Grupo Parlamentario Mixto firmaron esta proposición por considerar «intolerable e inasumible» el alargamiento de la vida útil de la central.
Según su propuesta, las instalaciones de Cofrentes están «obsoletas y deterioradas» por el tipo de actividad a la que está sometida la planta y la fatiga del material provocada por las condiciones de alta presión, temperaturas y radiación, además de «agravar el problema de gestionar los residuos radiactivos» ya que ampliar su vida útil «supondría añadir entre 250 y 300 toneladas de residuos radiactivos de alta actividad a los ya existentes».