El ultimátum de la ONU: reducir un 60% el uso de petróleo y un 45% el de gas antes de 2050
El nuevo informe del IPCC se centra en las medidas de mitigación del calentamiento global y pide cambios en el sector energético
El consumo global de carbón tiene que haberse reducido un 95% a mediados de siglo con respecto a 2019, el de petróleo un 60% y el de gas un 45% para alcanzar la meta de que la temperatura media global no suba más de 1,5 grados centígrados, según demanda la Organización de Naciones Unidas.
Esa es una de las conclusiones del nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, centrado en las medidas de mitigación del calentamiento global y que concluye que las emisiones pueden reducirse a la mitad en 2030 si hay, entre otras cosas, cambios en el sector energético.
El documento subraya que incluso si los países cumplen los compromisos de reducción de emisiones expresados en la reciente Conferencia del Cambio Climático de Glasgow, en noviembre de 2021, la subida de la temperatura global sería de 2,8 grados a finales de siglo con respecto a los niveles preindustriales (1850).
Las emisiones netas globales deben bajar un 43% en 2030, con respecto a las de 2019, y un 84% en 2050 con el fin de cumplir con el objetivo de 1,5 grados, e incluso en caso de que esto se logre es probable que la temperatura exceda ese límite de manera temporal para luego empezar a descender, según el informe.
En el escenario más optimista, donde se logra no rebasar ese límite de los 1,5 grados (o se supera momentáneamente a mediados de siglo para bajar de ese umbral después), «casi toda la electricidad proviene de fuentes que no emiten carbono o con bajas emisiones», destaca el texto.
La necesidad de optimizar el sector energético e industrial
Un 87% de la reducción de emisiones de dióxido de carbono y otros gases causantes del calentamiento global puede lograrse con una optimización del sector energético e industrial y el 13% restante con cambios en el sector agropecuario, afirma el documento.
Subraya que lograr la neutralidad de carbono (emisiones netas cero) es «complicado, pero posible» si se apoya en nuevos procesos de producción que usen energías alternativas (entre ellas el hidrógeno) y otras medidas, algunas de ellas todavía en pruebas y que no han sido adoptadas para uso comercial.
«Adoptar las políticas, infraestructuras y tecnologías adecuadas para permitir que cambie nuestro comportamiento y nuestro estilo de vida puede conseguir una reducción de entre el 40% y el 70% en los gases de efecto invernadero hacia 2050», asegura Priyadarshi Shukla, copresidente del grupo de trabajo que ha elaborado el informe.
El papel vital de los transportes y las áreas urbanas
El texto resalta que las áreas urbanas tienen un papel vital a la hora de reducir emisiones, «creando ciudades más compactas y para caminar», desarrollando transportes públicos electrificados y mejorando la capacidad de absorción de las emisiones con zonas verdes.
Para lograr el objetivo de no superar los 1,5 grados, las emisiones globales de los transportes deben reducirse un 59% en 2050 con respecto a los niveles actuales.
Los vehículos eléctricos
El informe subraya que los vehículos eléctricos están reduciendo su coste y su consumo está aumentando, pero indica que ello tiene que ir acompañado de «inversión continua en infraestructura que los apoye».
Expresa, por otro lado, una «creciente preocupación» por la explotación de algunos de los minerales críticos que se necesitan para las baterías que mueven estos vehículos (caso del litio), aunque el IPCC no ofrece ejemplos.
La inversión en transporte público urbano e interurbano, y políticas para estimular su uso que podrían incluir la bajada de precios, son herramientas para lograr esas metas, destaca el IPCC, que también recomienda estimular el teletrabajo, la digitalización y la movilidad inteligente para avanzar en la misma dirección.