Se reanuda el proceso de evacuación en Siria tras 48 horas de bloqueo
Los civiles y combatientes evacuados de localidades sitiadas de Siria reanudaron el jueves el viaje hacia su destino final, después de haber permanecido bloqueados en los autobuses durante 48 horas, de acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). Una parte de los alrededor de 60 autobuses que estaban bloqueados en dos zonas de tránsito cerca de la ciudad de Alepo, en el norte del país, «reemprendieron el camino» hacia sus destinos respectivos, indicó AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
Los civiles y combatientes evacuados de localidades sitiadas de Siria reanudaron el jueves el viaje hacia su destino final, después de haber permanecido bloqueados en los autobuses durante 48 horas, de acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). Una parte de los alrededor de 60 autobuses que estaban bloqueados en dos zonas de tránsito cerca de la ciudad de Alepo, en el norte del país, «reemprendieron el camino» hacia sus destinos respectivos, según ha confirmado Rami Abdel Rahman, director del OSDH, a la agencia AFP.
Desde el miércoles por la mañana, 45 autobuses cargados de civiles y combatientes evacuados de Fua y Kafraya, dos localidades de la provincia de Idlib leales al régimen de Damasco, estaban parados en Rashidin, un suburbio rebelde de Alepo. Paralelamente, 11 autobuses que llevaban a los de tres localidades rebeldes -Zabadani, Serghaya y Jabal Sharqi- estacionaban desde el miércoles por la noche en la zona de Ramusa, controlada por el gobierno al sur de Alepo.
«Los 11 autobuses abandonaron Ramusa para dirigirse a la provincia de Idlib», destino final de los habitantes de localidades rebeldes y controladas por insurgentes y yihadistas, ha explicado Abdel Rahman. Simultáneamente, otros 10 autobuses partieron de Rashidin y entraron en la ciudad de Alepo, bajo control total del régimen sirio desde finales de 2016.
Esta evacuación cruzada comenzó hace una semana, pero resultó ensangrentada el 15 de abril por un atentado que causó 126 muertos. Posteriormente, el proceso se bloqueó debido a diferencias sobre un canje de prisioneros. Los rebeldes, que perdieron numerosos bastiones frente al régimen -apoyado por Rusia-, se vieron obligados a firmar acuerdos de evacuación en muchos de sus feudos. La oposición calificó los «traslados forzados» de «crímenes contra la humanidad».