Starbucks planea abrir locales en toda Italia, meca del buen café

La cadena de cafeterías estadounidense Starbucks, que abrió el pasado mes de septiembre su primer café en Milán, al norte de Italia, ha anunciado este martes la apertura de otros tres cafés para este año y tiene planes de expandirse por toda la península itálica.

Debido a la buena acogida de la primera tienda de Starbucks en Milán, el grupo estadounidense va a abrir dos nuevos cafés en la capital lombarda y un tercero en el aeropuerto de Milán-Malpensa antes de que finalice el año.

«Nuestra ambición es abrir de 10 a 15 puntos de venta nuevos por año en las principales ciudades italianas», ha precisado Roberto Masi, director de Starbucks para Italia, en un comunicado.

El grupo estadounidense ha contratado a 100 personas para cada tienda hasta un total de 400 empleados solo en la ciudad de Milán.

Un problema de tradición

Los consumidores italianos han manifestado su escepticismo ante la cadena norteamericana. “Espero que el café tenga mejor sabor del que tiene en América” o “he probado antes el café de Starbucks y me quedo rotundamente con el café italiano” son algunas de las reacciones más comunes a la apertura de estos locales. Desde Starbucks, conscientes de ello, han sido muy reticentes a la hora de emprender su aventura italiana.

Lo que ha animado a Starbucks a estar en Italia finalmente es la tendencia registrada por los analistas, que apuntan a un público millennial y de la Generación Z, mucho menos apegado al consumo tradicional, y también el que más momentos de consumo realiza fuera del hogar. Según un estudio de la consultora NPD Italia, las visitas de clientes de entre 25 y 34 años a establecimientos de restauración crece este año a un ritmo del 4,8%, muy por encima del 2% de las visitas del mercado global.

Starbucks, cuyo volumen de negocios en 2017 fue de 22.400 millones de dólares, cuenta con 29.000 tiendas en 77 países, entre ellas 12.000 en Estados Unidos y 3.300 en China.

La compañía padece un cierto retroceso en el mercado estadounidense, donde planea cerrar 150 cafés en los próximos 12 meses.