El aire tóxico acorta la vida de los niños en 20 meses
La contaminación del aire contribuyó a casi 1 de cada 10 muertes en 2017
La esperanza de vida de los niños que nacen hoy se acortará en un promedio de 20 meses al respirar aire tóxico, según un estudio del State of Global Air (SOGA) publicado hoy. Además, según el informe, la contaminación del aire contribuyó a casi 1 de cada 10 muertes en 2017, con el mayor número de víctimas en el sur de Asía, lo que la convierte en una causa de muerte mayor que la malaria y los accidentes de tráfico, siendo comparable con las muertes por tabaco, asegura el estudio.
De esta forma, en el sur de Asia, la vida de los niños se puede acortar unos 30 meses, y en África Subsahariana unos 24, debido a la contaminación del aire causada por el tráfico y la industria. En el resto del mundo desarrollado la esperanza de vida se reduce en cinco meses.
«Que la vida de los niños se acorte tanto fue un shock», ha apuntado Robert O’Keefe, vicepresidente del Instituto de Efectos para la Salud, quien produjo el informe. «No hay una varita mágica, pero los gobiernos deberían tomar medidas».
Por otro lado, los adultos también están en riesgo cuando se exponen a este aire contaminado: casi nueve de cada 10 muertes atribuibles a la contaminación del aire fueron mayores de 50 años. Además, en las poblaciones envejecidas el número de muertos podría aumentar en los próximos años como consecuencia de respirar aire tóxico, ha señalado O’Keefe.
La contaminación del aire representa el 41% de las muertes globales por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el 20% por diabetes tipo 2, el 19% por cáncer de pulmón, el 16% por cardiopatía isquémica y el 11% de las muertes por accidente cerebrovascular, según el informe.
Sin embargo, hay indicios de que las medidas adoptadas por los gobiernos están funcionando. O’Keefe ha informado que los niveles de contaminación del aire en China han comenzado a caer en los últimos años. El plan de acción de 2013 de China estableció objetivos y medidas de calidad del aire para reducir la dependencia del carbón y hacer que la industria sea más limpia, al mismo tiempo que controla el número de vehículos en algunas ciudades e invierte en energía limpia.
Según el informe, el sur de Asia tenía el mayor nivel de exposición a PM2.5, unas partículas que pueden causar dificultades respiratorias y cardiovasculares, con la Nepal e India a la cabeza. Por otro lado, entre los países con los niveles más bajos se encuentran Estados Unidos, Noruega, Canadá, Suecia y Nueva Zelanda, aunque Maldivas, Brunei y Estonia también obtuvieron buenos resultados en la medida.