La falsa cita sexual que acabó en un asesinato destapa una trama organizada
Tras quedar con la mujer, la víctima fue sorprendida por tres hombres que le golpearon
El asesinato de José Antonio Delgado Fresnedo, vecino de Getxo (Vizcaya) de 54 años, en una falsa cita sexual acordada en la provincia de Zaragoza ha destapado la existencia de un grupo criminal dedicado al robo que captaba a sus víctimas a través de una aplicación de contactos y de una mujer que utilizaban como cebo.
La víctima se desplazó el pasado 6 de septiembre a la capital aragonesa y contactó con la mujer, que le pidió que la llevase a un lugar apartado para mantener el encuentro sexual. Sin embargo, se vio sorprendido por tres hombres que le asaltaron a golpes.
Al parecer, tras golpearle los atacantes metieron a la víctima en el maletero de su vehículo para después enterrarlo a las afueras de la localidad zaragozana de Pedrola. No fue hasta días más tarde cuando un vecino que paseaba por la zona descubrió el cuerpo semienterrado.
Según El Periódico de Aragón, la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) ha revelado que José Antonio perdió el conocimiento a causa de la violencia de los golpes recibidos y que pudo morir asfixiado una vez bajo tierra, dado que los forenses encontraron tierra en sus pulmones.
El titular del Juzgado de Instrucción nº 9 de Zaragoza encargado del caso mantiene desde entonces las investigaciones bajo secreto para facilitar la identificación y localización de los autores del crimen, a quienes la Guardia Civil atribuye otros dos robos ocurridos meses atrás en la misma zona mediante el mismo sistema, pero en los que las víctimas consiguieron salvar sus vidas.
En los tres casos denunciados, la mujer utilizada como cebo contactó con sus víctimas a través de la referida aplicación de citas para quedar con ellas en lugares públicos como estaciones de tren o gasolineras a fin de ganarse su confianza.
Posteriormente, con la excusa de mantener el encuentro sexual pactado, la mujer les conducía a un lugar alejado donde le esperaban sus cómplices para atarles y amordazarles y robarles tanto sus vehículos como tarjetas bancarias, dinero y material electrónico.
Al parecer, el robo del vehículo, un Mercedes S220 rojo de alta gama que la víctima mostraba en su perfil en una red social, pudo captar la atención de la banda y provocar el contacto a través de una mujer que le ofreció relaciones sexuales.
Tras el crimen, el coche fue robado por el grupo y puesto a la venta en internet. Sin embargo, el comprador denunció la operación ante la Guardia Civil al negarse los presuntos autores del crimen a entregarle los papeles del vehículo después de haber pagado la mitad de su precio.
Aunque las labores de rastreo de las tarjetas han permitido constatar que fueron utilizadas por el grupo en poblaciones próximas, no han facilitado su identificación ya que fueron realizadas con los rostros ocultos bajo prendas diversas.
Fuentes jurídicas consultadas por Efe han asegurado que los investigadores están estrechando el cerco sobre los autores del crimen, sin descartar la posibilidad de que hechos similares no hayan sido denunciados dado el carácter sexual de los falsos contactos establecidos.