Un mando policial sitúa a los 'Jordis' en una reunión donde se eligió a Puigdemont

El número dos de la investigación policial del referéndum de autodeterminación del  1 de octubre de 2017 ha situado a los Jordis – Jordi Sànchez y Jordi Cuixart – en la denominada «reunión del último intento», celebrada tres días antes de que fuese investido Carles Puigdemont para definir quién iba a ser el presidente de la Generalitat y cómo se distribuirían las Consellerias, según ha manifestado en el juicio del procés, que ha comenzado este lunes su décima semana.

Dicha reunión, según el comandante de la Guardia Civil que ha prestado declaración como testigo, tuvo lugar el 7 de enero de 2016 en la sede de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y a ella asistieron diferentes líderes independentistas.

El comandante se ha referido también a la famosa agenda Moleskine y al documento Enfocats, que trazaba una supuesta hoja de ruta unilateral a la independencia, que se encontraron en el domicilio de Josep María Jové, número dos de Oriol Junqueras, y que constituye una de las bases de la acusación de la Fiscalía.

Mientas que Enfocats era «un documento estratégico de idea«, ha explicado el testigo, la Moleskine era el documento «ejecutivo«, con «nombres, personas, cometidos y finalidades».

De hecho, en esa agenda figuraba la reunión mantenida entre el expresidente de la ANC Jordi Sànchez; el líder de Ómnium, Jordi Cuixart; el exvicepresident Junqueras; el exconseller de Presidencia Jordi Turull – todos ellos en prisión preventiva -,  y  la secretaria general de ERC, Marta Rovira, huida a Suiza, entre otros.

Un encuentro clave para los investigadores en la que se decide quién iba a formar parte del Govern y cuál iba a ser el reparto político entre ERC y JxSí, que acabó materializándose días después cuando fue investido Puigdemont.

El testigo ha mencionado esta reunión para constatar el «papel fundamental» de las organizaciones civiles en el «procés», como así constató Junqueras en una de las reuniones donde dijo, según el comandante, que eran «muy potentes en el campo social».

Otro de los encuentros que ha destacado el mando de la Guardia Civil fue posterior, en junio de 2016, y a ella también asistió Rovira, Junqueras y Turull, junto al exconseller Raül Romeva, también procesado en esta causa y en prisión preventiva, y el expresident Artur Mas, en la que «hablan de que la única opción que les queda es tomar la vía de la unilateralidad».

El comandante ha hecho referencia a la conexión entre el Govern, la Mesa del Parlament y las organizaciones civiles, que «convergían en algunos de sus fines», y ha destacado la importancia de la expresidenta de la cámara catalana Carme Forcadell – en prisión preventiva – que era «el canal para tramitar las leyes».

Entre la documentación de Jové, que fue el «origen» de que las fuerzas de seguridad llegaran a la nave donde se incautaron de miles de papeletas para el 1-O, también hallaron un documento en el que figuraban 52 decretos leyes sobre la implantación de la república «que tendrían que entrar en vigor el 2 de octubre», un día después del referéndum.

También, ha dicho, encontraron menciones al «control del territorio«, en las que se hablaba de la «necesidad de implementar un Ejército del Estado catalán» o al menos tener «una parte militar»; y de la «presión del Estado» como «vector de influencia en todo el proceso, informa Efe.