Una startup promete 'guardar' la mente para siempre, pero los expertos hablan de «ciencia ficción»
Lo que promete CryoMind es almacenar «en un lugar seguro» los datos extraídos de un escaneo cerebral del usuario con la esperanza de usarlo en un futuro lejano
Una nueva startup promete algo que suena a ciencia ficción: mantener la mente viva para siempre. CryoMind nació en 2020 y está formada por científicos e ingenieros que «creen en los futuros avances científicos relacionados con el cerebro y la conciencia», motivo por el que ofrecen la posibilidad de almacenar la actividad cerebral por si en un futuro sirve para crear una versión digital de nuestra mente. Sin embargo, los expertos en neurobiología e inteligencia artificial consultados no consideran que esto sea posible.
«CryoMind es una nueva tecnología cuyo objetivo es extraer los datos cerebrales de una persona, en particular hablamos de la actividad eléctrica del cerebro, y almacenar estos datos en un lugar seguro», explica a THE OBJECTIVE Fabio Carbone, uno de los fundadores de la startup.
«¿Por qué hacemos eso? Porque nosotros creemos que en el futuro estos datos se podrían utilizar con tecnología que ahora no existe, con tecnología del futuro, para reproducir la experiencia, la mente, la consciencia de una persona que vive ahora», añade Carbone.
El mind uploading
La startup basa su concepto en la idea del mind uploading, «el hipotético proceso futurista de escanear una estructura física del cerebro con la suficiente precisión como para crear una simulación del estado mental y copiarla en un ordenador de forma digital», según explican. «El ordenador ejecutaría después esa emulación para que responda esencialmente de la misma manera que el cerebro original y experimente tener una mente consciente y sensible».
Los fundadores confían en que en un futuro, aunque sea lejano, esta tecnología se va a desarrollar, pero los expertos consultados por este periódico no consideran que esto sea más que una quimera. «Mi opinión es que el mind uploading es una fantasía actualmente», afirma Rafael Yuste, neurobiólogo y profesor en la Universidad de Columbia. «Todavía no sabemos lo suficiente para entender cómo funciona el cerebro y hacer esas afirmaciones», añade.
«Ese tipo de proyectos de mind uploading, de clonar la mente y demás encajaría dentro de lo que llamamos la inteligencia artificial fuerte y esta no existe, ni conozco yo ningún proyecto serio científico que esté haciendo esto», dice por su parte Enrique Puertas, profesor de Inteligencia Artificial y Big Data de la Universidad Europea.
«Es muy posible que el cerebro sea una computadora orgánica que utilice su propia física y química para computar. Si es así, será imposible trasladar esta computadora a un sustrato digital, a no ser que se simule con precisión cada átomo del cerebro, lo que no es factible con la tecnología actual», concluye Yuste.
Guardar la actividad cerebral «no sirve para nada»
Lo que promete CryoMind es almacenar «en un lugar seguro», aunque no quiere revelar la empresa que se encargará del almacenamiento «por privacidad», los datos extraídos de un escaneo cerebral que el usuario se realiza con un equipo suministrado por la empresa estadounidense Emotiv y que se paga aparte del servicio.
Enrique Puertas, que también es investigador en el departamento de Ciencia, Computación y Tecnología de la Universidad Europea, no deja dudas cuando es preguntado por este tema: «A mí, cuando oigo hablar de esto, a lo que me suena es a estafa, directamente».
Lo que hace CryoMind «no sirve para nada», afirma. «Primero porque las señales eléctricas que pueda haber del cerebro en un determinado momento son eso, la actividad cerebral que hay en el momento, pero nada más». Señala que «eso no se va a poder luego trasladar a otro cerebro ni a otra persona, o sea que lo que están proponiendo básicamente no es posible», dice, a la vez que lo compara con «la ciencia ficción que vemos en las novelas y películas».
Para argumentarlo, Puertas explica que existen dos tipos de inteligencia artificial, la fuerte y la débil. La débil es la que tenemos en la actualidad y es «la que está enfocada en un problema muy concreto en un dominio específico». La fuerte es «parecida a la humana, es decir, capaz de razonar en distintos dominios, con distintos datos y en distintas situaciones», pero esa «a día de hoy no existe ni va a existir en un futuro próximo».
A ese segundo tipo es al que pertenecen propuestas como las de CryoMind, que reconoce que lo que ofrece «no es una certeza, es una posibilidad» con la fe puesta en el futuro.
«Mi opinión es que básicamente se están subiendo al carro de hype que hay alrededor de la inteligencia artificial, que va acompañado de ese desconocimiento y ese sesgo que hay también por las películas», dice Puertas, y sentencia: «La inteligencia artificial ahora mismo no es lo que vemos en las películas ni va a ser en un futuro cercano, ni siquiera a medio plazo».
Guardar la información mil años
CryoMind promete guardar la información extraída de los escaneos cerebrales, que cuestan 250 dólares, más 200 por el servicio de almacenamiento, durante al menos mil años. «Compra tu ticket para el año 3021», reza su página web. Sin embargo, no explican cómo lo harán ni quién guardará esa información tan privada.
«Con un periodo de mil años, desde el punto de vista tecnológico suena un poco a tontería», dice Puertas. «Guardar la información se puede, lo que pasa es que la mayoría de sistemas de soporte digital que existen tienen una cierta degradación, la tecnología se vuelve obsoleta» y «seguramente en décadas los soportes que usamos hoy para guardar información ya no valgan», por lo que nadie puede asegurar que eso sea posible.
Y además «nadie puede garantizar que de aquí a 200 años estas empresas, que además son pequeñas, son startups, no hayan quebrado y esto se pierda».