Luces y sombras de Telegram: de la lucha por la libertad de Hong Kong a los 'deepfakes' porno
La plataforma ha sido utilizada en ocasiones por grupos criminales, lo que ha acabado con la detención de su creador
Logo de Telegram | Omar Marques (Zuma Press)
El pasado 24 de agosto el creador de Telegram, Pável Dúrov, fue detenido por la policía francesa al bajar de su avión privado debido a la orden que dio la Fiscalía francesa por obstrucción a la justicia al no acceder a facilitar los datos de los usuarios que utilizan la plataforma como grupos criminales para planear y cometer diversos delitos de distintas magnitudes. Entre estos delitos se pueden nombrar el tráfico de armas o la distribución de videos sexuales ilegales, algunos editados con la inteligencia artificial deepfake. Dúrov quedó en libertad provisional, no podrá abandonar el territorio francés al estar formalmente imputado por 12 delitos. En ningún momento colaboró con la policía y defiende la libertad total que se consigue en la aplicación.
Telegram no es la primera plataforma creada por Pavel, nacido en 1984 en la ciudad rusa de San Petersburgo. Su primera gran creación fue VKontakte, una aplicación que creó en 2006 inspirada por Facebook y que causó un gran impacto en Rusia. La tuvo que vender cuando, según declaró, el Gobierno ruso le dio a elegir entre entregar los datos de los usuarios o dejar de estar al mando de VKontakte.
No fue hasta 2013 que Telegram apareció y con el tiempo ha ido ganando hasta mil millones de usuarios, convirtiéndose en un digno rival para WhatsApp al tener la misma función de mensajería, aunque con una particularidad: tiene capacidad para crear grupos de hasta 200.000 miembros y ocultar el número de teléfono de los miembros. Con el éxito de esta aplicación, Pável Dúrov entró en el top 10 de los más ricos de Rusia, convirtiéndose en el más joven, siendo de los pocos que no ha conseguido su riqueza como consecuencia de la Perestroika. Pavel se negó hasta en tres ocasiones a darle a Putin los datos de los disidentes y siempre se ha caracterizado por ir en contra de su Gobierno.
La gran cantidad de usuarios que utilizan la aplicación y la firme idea de su creador sobre la total libertad han facilitado la realización de diversos delitos a través de la red social. Unos de los casos más importantes sobre las ilegalidades cometidas en la aplicación se descubrió en 2020 en Corea del Sur. La policía surcoreana empezó a investigar a partir de varios artículos y búsquedas que numerosos medios nacionales habían publicado.
El caso se denominó «Nth room» porque se descubrieron varias salas de chat en Telegram donde se distribuían videos sexuales grabados ilegalmente en los que mostraban abusos y torturas a mujeres, sobre todo menores de edad. Las víctimas eran captadas a través de otras redes sociales donde los perpetradores conseguían información personal para chantajearlas. Para poder acceder a estas salas había que pagar una importante cantidad de dinero y a veces se pedía un video de los usuarios cometiendo una violación para no ser echados. Muchas identidades relacionadas con el caso no fueron reveladas públicamente, pero la policía llegó a detener a 126 personas involucradas, aunque se cree que había hasta 260.000 participantes, el número de víctimas llegó a más de 74.
Este agosto se descubrió de nuevo un grupo que contaba con más de 200.000 mil usuarios, en esta ocasión los videos sexuales que se difundían estaban creados con la inteligencia artificial deepfake, a través de la cual, en cualquier imagen o vídeo de las víctimas, se podía editar sus caras con cuerpos falsos. Las víctimas también eran, sobre todo, menores de edad.
Aparte de la distribución de videos ilegales, Telegram también ha sido utilizado como vía para la venta de drogas, el blanqueo de dinero o la prostitución, como se estuvo investigando en Maldivas a principios de año. La policía maldiva detuvo a un hombre y una mujer como sospechosos de crear y coordinar estos grupos criminales en la aplicación.
También en Argentina se descubrió un grupo ilegal de venta de armas. En Francia y Cataluña fueron detenidas 22 personas por ventas de drogas y, más recientemente, grupos antiinmigrantes se organizaron en Reino Unido para coordinar disturbios y propagar mensajes de odio contra los musulmanes. Todo, organizado a través de la misma red social.
A pesar de todos estos delitos descubiertos en la plataforma, la firme decisión de su creador de no ofrecer datos de los usuarios a la policía y defender la total libertad en el uso de la aplicación ha ayudado en otros casos, como fueron las protestas anuales del 1 de julio en Hong Kong entre el 2019 y el 2021. Miles de ciudadanos salieron a las calles organizados a través de internet para poder manifestarse contra el proyecto de ley de extradición a China y pidiendo su retirada.
Como medio de difusión también ha sido muy importante para Ucrania y Rusia, ya que ha sido lo que se ha utilizado en la primera línea del campo de batalla en el primer país, mientras que Rusia supo aprovechar la red social para difundir noticias falsas o hackear algunos grupos militares.
Ya son varios países los que han prohibido el uso de Telegram, como Noruega -en cualquier dispositivo de secretarios, ministros de Estado y asesores políticos-, Rusia durante dos años (2018-2020), China, Irán y Tailandia. Otros países como Alemania, India o Bielorrusia han planteado el bloqueo de la aplicación, pero se limitaron a multar a la aplicación en el caso de Alemania y a restringir ciertos grupos como hizo Bielorrusia.
En el caso particular de España, la Audiencia Nacional ordenó bloquear la aplicación de manera cautelar por una denuncia presentada por varios medios de comunicación por derechos de autor. Finalmente, el juez de la Audiencia Nacional anuló la orden y Telegram sigue activo en el país.
La popular aplicación ha sido de vital importancia en España para el diputado del Parlamento Europeo, Luis Fernández Pérez, conocido como Alvise Pérez. El líder de la agrupación Se Acabó La Fiesta ha conseguido una gran cantidad de seguidores y miembros en su grupo de Telegram, sobre todo después del bloqueo en su cuenta de X (antes Twitter), que le ha conseguido un puesto en el Parlamento Europeo tras juntar más de 800.000 votos en las últimas elecciones europeas.
Con el arresto e imputación de Dúrov en Francia, el futuro de la aplicación y de su creador están en el aire.
