THE OBJECTIVE
Tecnología

¿Y si el caso TikTok fuese el revulsivo que necesita la UE?

Bruselas puede aprovechar la guerra por la privacidad para promover una red social alineada con el acervo comunitario

¿Y si el caso TikTok fuese el revulsivo que necesita la UE?

Un smartphone muestra el logotipo de TikTok frente a una bandera de la UE. | Chukrut Budrul (Zuma Press)

El incipiente reinado de Donald Trump es imprevisible. Entre sus muchas contradicciones se halla la de TikTok, donde el magnate ha pasado de intentar prohibir la red social (hace más de cuatro años) a erigirse ahora en una especie de posible salvador. Si hubiese un comprador estadounidense interesado en hacerse con los activos de la matriz china ByteDance, los 170 millones de usuarios de la app en EEUU verían salvadas sus cuentas, contenidos y seguidores. Trump parece incluso dispuesto a que el Gobierno federal inyecte la mitad del dinero necesario para cerrar la operación.

La prohibición del Tribunal Supremo no es el primer veto a la red asiática más popular en Occidente. En junio de 2020, India tumbó de un plumazo toda una constelación de aplicaciones chinas tras una serie de escaramuzas militares entre ambas potencias. Lo que varía en esta ocasión son las motivaciones. Se trata de que una empresa tecnológica de un competidor extranjero no disponga de los datos de millones de estadounidenses. Lo que sí vale para Meta, Google, Amazon o X, no vale, claro, para el dragón pequinés. 

Es obvio que el modelo de negocio siempre es similar, con independencia del origen de la plataforma. Primero se alcanza la masa crítica con el cebo de lo gratuito y la comunidad y después se cazan los datos de cada individuo para permitir a las marcas colocar la publicidad de la forma más eficaz. Los rectores de estas apps velan asimismo por sus intereses: si a Elon Musk no le gusta el candidato socialdemócrata alemán, ya se encargará de que el algoritmo descafeíne cualquier mensaje alineado con ese partido, relegándolo a los escalones más bajos de un scroll infinito.

Este conflicto es pura geopolítica en la misma medida en que lo era el vivido con Huawei. Fue Trump, otra vez, quien decidió cortarle las alas no sólo a un importante rival de Apple, sino, sobre todo, a uno de los grandes actores mundiales de la infraestructura de red. Otras compañías chinas operan en EEUU, sin embargo, con aparente libertad.

Nunca se pone el sol

Independientemente de lo que ocurra con TikTok, las redes sociales actúan como captadoras de información. Que en un caso (China) esa información aterrice en el megacomputador de un gobierno y en otro (EEUU) en los silos de una big tech con (mucho) ánimo de lucro no cambia dos hechos constatables: ni al usuario le preocupa en general la privacidad (no hasta el punto de optar por eliminar sus cuentas) ni ninguna red es insustituible, pues todas se copian entre sí. Los reels de Instagram y los vídeos cortos de Youtube no dejan de ser una imitación tiktokera

La gran oportunidad

Se ha repetido hasta la saciedad: Europa carece de campeones tecnológicos porque su espíritu garantista antepone la regulación a la innovación. Pero la realidad es un caleidoscopio y esta mutación constante presenta siempre nuevas oportunidades. Una consistiría, por ejemplo, en promover la creación de una red social europea –quizás cofinanciada, a lo Trump, con fondos comunitarios– basada en la encriptación de los datos (Telegram), con un alto contenido divulgador (Wikipedia), no envenenada por el sesgo del algoritmo, sometida a la moderación de contenidos y abierta a cualquier usuario en cualquier rincón del planeta dispuesto a aceptar tales reglas. 

Una buena referencia podría ser la francesa Mistral AI, competidor forjado desde casa contra gigantes como OpenAI, que ya ha cerrado acuerdos estratégicos con trasatlánticos como Microsoft. La compañía gala ha levantado varias rondas de inversión, a cada cual más llamativa. La última, de 600 millones de euros, sitúa su valor de mercado, según Dealroom, en 6.200 millones. Quizás China, EEUU e incluso Francia estén marcando inconscientemente a Europa la solución a su eterna crisis tecno-existencial. 

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D