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Radiografía de una campana de cocina doméstica

Un filtro sucio pierde eficacia, puede obstruir el flujo de aire y disminuir el rendimiento general

Radiografía de una campana de cocina doméstica

Radovan1/Shutterstock

Los extractores o campanas de cocina domésticas desempeñan un papel fundamental en garantizar la calidad del aire interior de las viviendas, ya que capturan humos, vapores, grasas y contaminantes generados durante la cocción. En espacios cerrados, estos residuos pueden acumularse y afectar la salud respiratoria, provocar olores persistentes y aumentar la humedad del ambiente.

Además, en hogares con personas vulnerables como niños, personas mayores o individuos con asma, su utilización y uso adecuado resultan esenciales para prevenir problemas de salud.

Así, las campanas no son solo un complemento de las cocinas, sino que son una parte esencial del sistema de ventilación de las viviendas. Pero, ¿cómo funcionan estos dispositivos?

Componentes de una campana doméstica

Una campana de cocina doméstica está compuesta por varios elementos clave: el cuerpo principal o carcasa, los filtros, un ventilador o extractor, controles de funcionamiento y en la mayoría de los casos, un conducto de evacuación.

De forma general, este dispositivo se instala directamente sobre la zona de cocción, a una altura media de 65-75 cm, para maximizar la captación de humos y vapores sin obstaculizar el uso.

El ventilador genera una depresión dentro de la campana que succiona el aire cargado de aerosoles a través de los filtros y luego lo envía al exterior (en campanas extractoras) o lo devuelve al interior de la vivienda (en campanas de recirculación).

Esquema que señala las partes de una campana de cocina doméstica
Esquema básico de una campana de cocina doméstica. Arturo H. Ariño, CC BY-NC-SA

Filtros: ¿realmente filtran?, ¿qué filtran?

Aunque todavía hay también instalaciones que extraen todo directamente al exterior, como los ventiladores de ventana, el elemento distintivo de la campana moderna es el filtro.

Los filtros más comunes son los filtros de grasa y los de carbón activado. El filtro de grasa es una malla metálica (de aluminio o acero inoxidable) o sintética que atrapa las partículas de grasa suspendidas en el aire durante la cocción, que poseen casi todas las campanas. Es fundamental para proteger el motor y los conductos, y evitar la acumulación de grasa.

El filtro de carbón activado es un añadido común en campanas de recirculación y tiene la función de absorber olores y compuestos orgánicos volátiles que no puede retener el primer filtro. Aunque no elimina la humedad ni partículas muy finas, mejora significativamente el bienestar olfativo.

Un filtro sucio pierde eficacia, puede obstruir el flujo de aire y disminuir el rendimiento general de la campana, afectando tanto a la calidad del aire interior como al consumo energético.

El aire que sale: ¿cómo lo hace y adónde va?

En los sistemas con salida exterior, el aire que ha pasado por el filtro de grasa entra en la campana aspirado por el ventilador y luego es expulsado mediante un conducto que lo lleva al exterior de la vivienda. Este aire puede contener humedad residual, energía en forma de calor y las partículas que estos filtros no son capaces de absorber.

Esta dinámica puede generar un ciclo de retroalimentación donde los contaminantes no filtrados evacuados desde los edificios pueden volver a entrar en las viviendas, estableciéndose un patrón similar al observado en los residuos plásticos oceánicos que retornan a la cadena alimentaria humana.

En los sistemas con recirculación, el aire que ha pasado por el filtro de grasa se debe circular por un segundo filtro de carbón activo que retiene muchos compuestos químicos y algunas partículas grandes, y se devuelve al mismo espacio de la cocina.

Aunque los filtros retienen grasa, compuestos volátiles y olores, no se elimina la humedad ni el calor, y las partículas más finas, como las del hollín, pueden permanecer. Si la recirculación no se acompaña de una ventilación adecuada, estos contaminantes residuales podrían entonces concentrarse en el ambiente del local.

Lo que todavía no sabemos sobre estos equipos

Para mejorar la función de las campanas, es necesario conocer con precisión la capacidad real de extracción y filtración de muchos dispositivos domésticos, especialmente en condiciones de uso cotidiano. También se requiere información sobre la frecuencia y calidad del mantenimiento que reciben, y si los usuarios comprenden su importancia.

Otra cuestión pendiente es evaluar cuántas viviendas tienen sistemas de evacuación exterior frente a recirculación, y cómo afecta esto a la calidad del aire exterior de las zonas urbanas.

Reconocer que las campanas extractoras domésticas inciden en los flujos de contaminantes urbanos abre oportunidades para implementar tecnologías de filtrado más eficientes y sistemas de ventilación que optimicen tanto el bienestar doméstico como la calidad ambiental urbana.

The Conversation

La integración de soluciones tecnológicas avanzadas en el diseño de campanas extractoras, como por ejemplo sistemas ciclónicos o filtros HEPA, eficaces para atrapar partículas, representa una herramienta valiosa para contribuir positivamente a la sostenibilidad urbana mientras se mantiene la funcionalidad esencial de estos equipos en nuestras viviendas.

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