Un videojuego narra la conquista de México por Cortés «alejada de leyendas rosas y negras»
‘Plus Ultra Legado’ es el primer juego inspirado por el encuentro entre España y Mesoamérica en el siglo XVI
En los últimos años, la historia de España ha vivido —y está viviendo— una edad dorada en términos de divulgación. A formatos más tradicionales como los libros o las películas, se han sumado otros como las series, los cómics, los podcasts o los canales en las distintas redes sociales. Esa divulgación, además, se adapta al nivel y a la edad de los aficionados a la historia, de manera que uno puede asistir a una sesuda clase magistral a través, por ejemplo, del canal de YouTube de la Fundación Juan March, saber lo básico sobre un suceso histórico con un vídeo de Academia Play o, barriendo para casa, conocer a un personaje desconocido de nuestro pasado en el podcast Ilustres olvidados.
En este sentido, otro formato que en los últimos tiempos se ha sumado a la corriente de difusión de la historia ha sido el videojuego. Esta creciente industria, cada vez más consolidada y floreciente en lo económico, se ha descolgado en varias ocasiones con títulos de carácter histórico, desde clásicos como el Age of Empires o el Civilization hasta los primeros Call of Duty o el popular Assassin’s Creed.
Entre Cortés y Moctezuma
Y, sin embargo, con alguna contada excepción esta tendencia no se había trasladado a videojuegos que contasen la historia de nuestro país. Hasta ahora. Este jueves se presentó en Madrid el lanzamiento de Plus Ultra Legado, un videojuego que se ambienta en la llegada de los españoles a América. En concreto, la historia empieza en 1520, un año después de arribar Hernán Cortés al Nuevo Mundo. En ese momento, el jugador se pone en la piel de Pánfilo de Narváez, quien ha sido enviado por el gobernador de Cuba para detener al conquistador extremeño, considerado un subordinado.
Una vez en América, el desarrollo del juego «se parece mucho a una novela histórica, los protagonistas son ficticios, pero se van entrelazando con hechos y personajes reales». Quien lo explica es Diego Rodríguez-Ponga, uno de los dos hermanos fundadores de Póntica, estudio que ha creado el juego. La pareja, además, parecía destinada a un proyecto como este, ya que Diego es madrileño y su hermano Alfonso, mexicano. «Queremos contar la historia tal como fue en un formato que se pueda consumir masivamente y también tender puentes a ambos lados del Atlántico, reconciliar a España con el resto de países de Hispanoamérica», señala Diego.
En Plus Ultra Legado, aparecen, además de personajes muy conocidos como Cortés, Moctezuma o Doña Marina (Malintzin), otros que no son tan familiares pero que fueron «omnipresentes y clave» para el éxito de la conquista, tales como Juan Garrido, María de Estrada o los reyes de Tlaxcala (uno de los pueblos que se unió a los españoles para rebelarse contra los aztecas).
Ni leyenda negra ni rosa
En este proyecto ha sido clave el proceso de documentación, en el que, cuenta Rodríguez-Ponga, han tenido «contacto continuo» con historiadores y divulgadores muy diversos, ya fueran españoles, mexicanos o de habla no hispana. El resultado es un modo de contar la historia «a prueba de leyendas rosas y negras». El creador del juego señala que muchas veces cuando se habla de este periodo histórico «se acude al mito que conviene a cada uno». Por una parte, hay quien plantea que «todos los pueblos de Mesoamérica eran incivilizados y que menos mal que llegamos lo europeos para enseñarles a ser humanos». A este relato, Rodríguez-Ponga diciendo que es «una visión completamente equivocada que ni tuvieron los propios españoles de la conquista. Lo que hay es una alianza». Por otra parte, la leyenda negra proclama que los españoles llegaron a América «y arrasaron con todo». Sin embargo, apunta Rodríguez-Ponga, Cortés toma Tenochtitlán sin apenas derramamiento de sangre y Moctezuma y él se hacen amigos.
En cuanto a la estética, el equipo que ha desarrollado el juego ha puesto gran empeño en basarse en materiales de la época y en empaparse verdaderamente de cómo vivían los pueblos precolombinos o cómo vestían exactamente los españoles según la moda de inicios del siglo XVI. La otra gran pata estética del videojuego es su inspiración en la tradición del cómic europeo —piénsese en Tintín o Astérix y Obélix—, poco habitual en la industria. Rodríguez-Ponga apunta a que, en contraste con otros juegos de apariencia más oscura, un lugar como México exigía una estética más colorista.
El juego saldrá al mercado el año que viene y, hasta entonces, ha abierto una campaña de micromecenazgo para financiarse. Sus creadores piden apoyo para el proyecto para demostrar que la historia de Hispanoamérica tiene mercado. Si va bien, prometen una segunda entrega.