Trump acude a Davos para vender Estados Unidos a la élite mundial
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aterrizado este jueves en el foro de Davos con la promesa de convertirse en «vendedor» de su país ante la élite mundial, informa AFP. Trump ha llegado a bordo del Air Force One al aeropuerto de Zúrich y luego ha cogido un helicóptero hasta la a la estación alpina para participar en el Foro Económico Mundial (WEF, por su siglas en inglés), que reúne a líderes económicos y políticos y donde quiere explicar el famoso lema «Estados Unidos primero» (‘America First’). Poco antes de salir de Estados Unidos, Trump escribió en Twitter que contaría al mundo «lo grande que es Estados Unidos» y aseguró que su «país por fin vuelve a GANAR».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha llegado este jueves al foro de Davos con la promesa de convertirse en «vendedor» de su país ante la élite mundial, informa AFP. Trump ha llegado a bordo del Air Force One al aeropuerto de Zúrich y luego ha cogido un helicóptero hasta la a la estación alpina para participar en el Foro Económico Mundial (WEF, por su siglas en inglés), que reúne a líderes económicos y políticos y donde quiere explicar el famoso lema «Estados Unidos primero» (‘America First’). Trump ha dijo a la red CNBC que respalda un «dólar fuerte», y con ello ha motivado de inmediato una valorización del billete verde, afectado por unas declaraciones del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
«En última instancia, yo quiero ver un dólar fuerte», ha dicho Trump tras comentar que las declaraciones de Mnuchin han sido «tomadas fuera de contexto». Instantes más tarde, en los mercados cambiarios el dólar operaba en valorización, recuperándose de la fuerte caída sufrida en la víspera.
Will soon be heading to Davos, Switzerland, to tell the world how great America is and is doing. Our economy is now booming and with all I am doing, will only get better…Our country is finally WINNING again!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 25 de enero de 2018
Durante un discurso ofrecido el miércoles, Mnuchin había generado una verdadera oleada de pánico en mercados financieros al sugerir que era favorable a un «dólar frágil». «Obviamente un dólar frágil es bueno para nosotros, porque tiene que ver con el comercio y las oportunidades», había dicho Mnuchin.
Las declaraciones de Trump han calmado a los mercados. El euro, que ha llegado al valor de 1,25 dólares a primera hora del jueves, ha bajado a 1,24 dólares apenas el gobernante hizo esos comentarios.
La presencia del mandatario a Davos ha generado molestias entre algunos sectores. Un grupo de activistas ha colgado un enorme cartel en la ladera de una montaña suiza con la inscripción “Trump no es bienvenido”. El grupo suizo Campax ha dicho que aunque el cartel se encuentra muy lejos de Davos, su objetivo que él lo vea. “Sea al volar por el valle o durante su consumo diario de televisión”, pretenden que el mensaje llegue al presidente, informa AP.
Antes de su discurso del viernes, Trump se ha reunido con el primer primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aliado tradicional de Washington, y ha asegurado que bloqueará la ayuda financiera a los palestinos porque «faltaron al respeto» a Estados Unidos.
El presidente estadounidense también ha mantenido una reunión bilateral con Theresa May, en un momento muy bajo de las relaciones entre ambos a pesar de su tradicional «relación especial», pero prometió visitar Gran Bretaña este año, informa AFP. El viernes sostendrá una reunión con el presidente de Ruanda, Paul Kagame.
Discurso proteccionista en el marco de la globalización
Trump, el primer presidente estadounidense que va a Davos desde Bill Clinton, en el año 2000, suscita reacciones contradictorias entre los cerca de 2.500 delegados y 70 jefes de Estado y de Gobierno que están en el pequeño pueblo suizo. Por una parte los grandes empresarios se felicitan de su reciente reforma fiscal, que reduce la tasa de imposición de las empresas, así como de la subida de la bolsa en Estados Unidos y del robusto crecimiento económico. Pero al mismo tiempo su discurso proteccionista y sus declaraciones intempestivas sobre cuestiones geopolíticos no gustan en Davos, donde muchos de los seminarios están dedicados a explicar los beneficios del libre comercio y la globalización.
«No es un público especialmente bien predispuesto», asegura William Allein Reinsch, del Center for International and Security Studies. «No nos quedemos con la idea que hay un enfrentamiento entre Europa y Estados Unidos, no es posible, no es deseable (…) pero está claro que hay dos vías», ha dicho por su parte el Comisario Europeo de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Pierre Moscovici.
La presencia de un presidente estadounidense en Davos es atípica. El primer mandatario en asistir fue Ronald Reagan, que participó en varias ediciones, pero siempre mediante videoconferencia. El primer ocupante de la Casa Blanca en personarse en el foro fue Bill Clinton, en 2000, coincidiendo con el trigésimo aniversario del evento. Después, ya como expresidente, ha vuelto en varias ediciones. Ni Bush hijo ni Obama fueron nunca a Davos, pero sí enviaron a representantes de su Gobierno.
La acogida de Trump podría ser mucho más fría que la que han tenido dirigentes como el presidente francés, Emmanuel Macron, o el primer ministro canadiente, Justin Trudeau, que han reclamado una globalización más justa, capaz de reducir las crecientes desigualdades en el mundo. «He hablado con él [Trump] por teléfono y le he recomendado vivamente que viniera a Davos para explicar su estrategia y empaparse en este ambiente, enfrentarse a otras ideas, estar con nosotros en este multilateralismo un tanto informal«, ha declarado Macron en una entrevista para la radiotelevisión suiza RTS.