Un tercio de la humanidad vive confinada por el coronavirus
Los dirigentes de Estados Unidos y Brasil critican la medida y restan importancia a la enfermedad
Con el confinamiento de los 1.300 millones de habitantes de India, más de un tercio de la humanidad se queda en casa este miércoles para evitar la propagación del coronavirus[contexto id=»460724″], a la que los dirigentes de Estados Unidos y Brasil restan importancia. Después de semanas de incertidumbre, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 fueron aplazados a 2021. Una decisión acogida con alivio en todo el mundo, mientras que en Italia, España, Francia y otros países, la pandemia de COVID-19 sigue provocando hecatombes diarias.
En los países más afectados, los hospitales están saturados y el personal sanitario, agotado y expuesto al contagio por falta de mascarillas y equipos de protección. Entierran o incineran a sus muertos rápidamente. «Muchas compañeras lloran porque hay gente que muere sola, sin haber visto por última vez a su familia y apenas tenemos tiempo de hacerles compañía», lamenta Guillén del Barrio, un enfermero de un hospital de Madrid.
Con el confinamiento de India ya hay 2.600 millones de personas enclaustradas en casa, según un recuento de AFP. Esto representa más de un tercio de la población mundial, cifrada por la ONU en 7.800 millones de personas en 2020. Según un balance de AFP a partir de fuentes oficiales, más de 18.000 personas han muerto por el virus y se han diagnosticado más de 400.000 casos de infección en 175 países y territorios. Esta cifra solo refleja una parte del número real de infectados, ya que muchos países solo hacen las pruebas a los pacientes que necesitan ser ingresados.
Confinamiento, la única estrategia
En África, América Latina y Europa, los toques de queda, los confinamientos, el cierre de empresas y las restricciones de desplazamientos se generalizan. La mayoría de los científicos estima que las medidas drásticas de este tipo son las únicas que pueden frenar la enfermedad, contra la que no hay vacuna ni tratamiento. Colombia también ha comenzado este miércoles un confinamiento general de 19 días.
El presidente estadounidense, Donald Trump[contexto id=»381723″], y su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, no están de acuerdo con las medidas de cuarentena. «Hay que volver al trabajo mucho antes de lo que piensa la gente», ha dicho Trump en Fox News. Estados Unidos registró más de 700 muertos y 53.000 casos de COVID-19 el martes, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins. Alrededor del 40% de la población estadounidense está confinada en casa o a punto de estarlo, con restricciones que varían de un estado a otro. «Se puede destruir a un país cerrándolo de esta manera», ha criticado el presidente, quien ha añadido que «una recesión grave o una depresión» podrían causar más muertos que la epidemia, sobre todo si la crisis económica provoca «miles de suicidios».
En Brasil, donde hay 2.201 casos de COVID-19 y 46 muertes, las deficiencias del sistema sanitario, la pobreza y las condiciones insalubres en las que vive gran parte de la población amenazan con agravar la epidemia en la principal economía de América Latina. Pero Bolsonaro ha comparado las medidas de confinamiento y el cierre de comercios y servicios públicos aplicados por varios estados y municipios con una política de «tierra arrasada». «Debemos mantener los empleos y preservar el sustento de las familias», ha dicho. «El grupo de riesgo es el de las personas de más de 60 años. ¿Entonces por qué cerrar escuelas?», se ha preguntado. Bolsonaro ha acusado a los medios de comunicación de promover la «histeria» y ha reiterado que Brasil tiene una población joven y un clima cálido poco favorables para la propagación del coronavirus.
En China, las drásticas restricciones impuestas durante varios meses en la provincia de Hubei, epicentro de la pandemia, se han levantado el miércoles. No se detectó ha detectado ningún caso de contagio local en 24 horas en el país, pero se identificaron 47 «importados» del extranjero.