Vecinos de la Torre Grenfell irrumpen en el Ayuntamiento de Kensington al grito de "asesinos"

Un grupo de manifestantes que protestaban en Londres contra las autoridades por el incendio de un bloque de viviendas sociales ha irrumpido en el Ayuntamiento del afluente distrito de Kensington y Chelsea al grito de «asesinos».

Los manifestantes han sido detenidos al pie de una escalera por guardias de seguridad, con quienes han intercambiado golpes, entre gritos de «asesinos», «queremos justicia» y «vergüenza», reclamando ayudas para los afectados del incendio que dejó al menos 30 muertos en la Torre Grenfell el pasado miércoles. La protesta ha reunido a cientos de personas, pero solo unas 40 de ellas han invadido las dependencias de la sede del distrito.

Un hombre que se ha presentado como portavoz de los manifestantes ha explicado que han recibido algunas garantías tras hablar con los responsables del distrito. Sin embargo, estas explicaciones parecen no satisfacer a algunos de los manifestantes, que gritaban “no es suficiente”, o “¡no son 17! ¡no son 17!” en respuesta a uno de los primeros balances de fallecidos aportados por la Policía.

Los manifestantes, familiares de las víctimas del suceso y otros residentes del distrito, acusan al Ayuntamiento de haber desoído durante años sus quejas sobre la falta de medidas contra incendios en el edificio, así como de no atender adecuadamente a los supervivientes del incendio.

La frustración y la indignación crecen entre los vecinos a medida que se van conociendo detalles del estado del edificio, pues sienten que las autoridades no hacen lo suficiente por los afectados del incendio. La Torre Grenfell contaba tan solo con una escalera, carecía de puertas cortafuegos y no tenía los irrigadores recomendados.

Aunque no se sabe con exactitud qué fue lo que causó el incendio, el centro de las sospechas se sitúa sobre un revestimiento instalado en toda la fachada y que pudo haber actuado como una chimenea.