Diego Salvá y Carlos Saenz de Tejada tenían 27 y 28 años cuando ambos, guardias civiles, decidieron subirse al coche patrulla después de que hubiese estado aparcado varias horas frente a un edificio en Palmanova, en Mallorca. De pronto, una bomba lapa adherida en la parte inferior del vehículo explosionó y les quitó la vida. Ocurrió el 30 de julio de 2009. Ellos fueron los últimos asesinados por la banda terrorista ETA. Doce años después, su asesinato sigue sin resolverse.
Sus historias se unen a las de cientos de víctimas. En concreto, son 376 los crímenes que continúan sin esclarecerse tras diez años del fin de ETA, según un estudio reciente elaborado por la asociación Dignidad y Justicia. Esta cifra engloba a aquellos asesinatos en los que prescribió el delito, no hubo juicio o, si lo hubo, no pudo concretarse el autor material por falta de pruebas.
El mayor número de asesinatos de la banda terrorista aún sin culpable corresponde a los perpetrados en la década de los 70 y 80, cuando la banda mataba de media cada tres días, y a los cometidos por los etarras amnistiados con la ley de 1977.
«Fueron años complicados, principalmente, por el propio funcionamiento del sistema. Había mucho comando policial itinerante, no había pruebas de ADN, no había informes de balística… y todo eso dificultaba dar con el culpable», cuenta a THE OBJECTIVE el vicepresidente de Dignidad y Justicia, Víctor Valentín Cotobal.
Aunque no hay una estadística oficial, según números de asociaciones de víctimas del terrorismo, ETA asesinó a 857 personas en casi 50 años de actividad, lo que se traduce en que el 44% de estos casos aún no se han resuelto.
Comisión de investigación
Un escenario que llevó a Dignidad y Justicia, en 2017, a denunciar el «desamparo institucional» de las víctimas al Parlamento Europeo y que, tres años más tarde, ha tenido sus frutos. Los días 3, 4 y 5 de noviembre, según cuenta Cotobal, está previsto que llegue una comisión de investigación de europarlamentarios al País Vasco para esclarecer los 376 asesinatos de ETA sin resolver.
En opinión del vicepresidente de esta asociación, esta misión, compuesta por políticos de distintos países europeos, se dedicará a dilucidar cómo ha sido el trabajo de las instituciones en las últimas décadas, pero en ningún caso a criticar el de Policía y Guardia Civil porque «han hecho una labor excepcional» en las últimas décadas.
Por otro lado, no todas las asociaciones coinciden en un mismo número de crímenes sin resolver. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), por ejemplo, rebaja la cifra hasta los 315 porque no tiene en cuenta a los amnistiados de 1977.
100 casos reabiertos
No obstante, el trabajo de esta organización no queda ahí. El origen de los casos sin resolver de ETA está, entre otros, en Carmen Ladrón, abogada de la AVT. Esta letrada fue la autora del primer informe en 2011, encargado por la Fundación Víctimas del Terrorismo, que reveló el primer dato: más de 300 asesinatos sin ningún condenado por la Justicia.
Su labor, en realidad, comenzó tras reunirse con la Audiencia Nacional y la Fiscalía y enviarles una relación de los 347 asesinatos que, a su juicio, estaban sin resolver. «Fue cuando me encargaron un informe de la situación de los procedimientos por atentados mortales cometidos por ETA. Para dar una cifra cerrada había que revisar caso a caso, sumarios, sentencias… y es lo que hemos ido haciendo en estos últimos 10 años» explica a THE OBJECTIVE Ladrón.
Desde 2011 hasta diciembre de 2020, esta letrada ha acreditado un total de 315 crímenes que, en el pasado, no tuvieron recorrido judicial. De ellos, «gracias al trabajo de la Audiencia Nacional y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado» se ha reabierto un centenar y 20 han llegado a juicio.
«Lo que la sociedad no debe pensar es que el Estado no ha cumplido con las víctimas. Después de revisar cientos de casos, he comprobado que hay causas de todo tipo. No podemos juzgar con la visión de 2021 algo que ocurrió en 1980; los medios disponibles no eran los mismos. Un caso sin resolver no significa un fracaso», concluye esta letrada.