A sus 29 años puede presumir de tener un libro con el que quiere “empoderarnos”. Así suenan las palabras de Estefanía Fernández (Venezuela, 1990), nutricionista y coach, que destina su primer ensayo a aquellas personas que empiezan a comer bien y a hacer ejercicio. Su vocación profesional le ha traído hasta aquí. Ella, que empezó hace siete años publicando algunos consejos nutricionales en su cuenta de Twitter, hoy se ha convertido en una experta en el mundo de la alimentación a la que siguen más de 130.000 personas a través de las redes sociales. Desvelar mitos y verdades sobre la nutrición deportiva está entre los objetivos de su libro Entrena tu alimentación.
Te muestras realista a la par que sarcástica en tus publicaciones. Le hablas a tus seguidores sin contemplaciones, algo que no vemos en el resto de cuentas sobre este mismo tema…
Las redes sociales son también un arma de doble filo. Eso es lo que trato de enseñar. Los que estamos detrás de las cuentas somos humanos. La realidad es lo que vivimos, no Instagram.
Además de trabajar como nutricionista para emblemáticas empresas y marcas, ofreces servicio nutricional, ¿qué es lo que busca principalmente la gente a la que asesoras?
Tengo de todo, entre ellos deportistas o gente que busca alimentarse mejor, perder peso o grasa corporal, pero sin obsesionarse. Todo esto se ve en consulta. Aproximadamente, de ocho pacientes que veo al día, cinco tienen una mala relación con la comida.
¿Cuántas de esas personas logran su objetivo?
Mis consultas no son cada dos semanas, por lo que enseño que esto sean objetivos a largo plazo. El cambio se va a convertir en un hábito y quiero que se adapte a su nuevo estilo de vida. Un 70% logra sus objetivos y el 30% lo pierde y, además, nunca más los vuelvo a ver.
¿Cuál es el problema actual que tiene la sociedad con respecto a la alimentación?
El tratar de hacer todo perfecto. Estamos intentando buscar una solución rápida y para mañana. Quiero adelgazar para mañana, una buena salud para mañana y no vemos que esto es un proceso que debería durar toda la vida.
¿Cuáles son las principales obsesiones que tiene la sociedad con la comida?
El físico. Además, un físico que la sociedad sociedad ha impuesto. Ahora son las redes sociales las que dicen que tenemos que tener curvas, tenemos que ser delgados, ser fitness y tener abdominales. Una obsesión que se da sobre todo en mujeres, que cuando llegan a mi consulta me dicen: “No estoy conforme con mi cuerpo”.
Quizás todos esos problemas están arraigados a nuestra educación alimentaria…
Es un tema actual entre los nutricionistas. La nutrición debería de ser al menos una asignatura básica en el colegio.
¿Cuál es el error más común cuando se plantea: “El lunes empiezo la dieta”?
Precisamente ese. Cuando la gente dice eso, lo primero que hace es eliminar alimentos y nutrientes. Las consecuencias vienen cuando llega el viernes, de nuevo y nos comemos el mundo entero, porque obviamente, le hemos hecho una restricción bastante severa a nuestro cerebro. El cerebro nos dice: “Vale, lo que me has quitado entre semana, ahora me lo tienes que volver a dar”.
¿Cómo podemos controlar nuestra mente para evitar darnos esos atracones los fines de semana?
Existe una técnica llamada Stop. Cuando esto pasa debemos de emplearla. Cuando empieza la ansiedad, el primer paso es decir “¡stop!”. Una vez que lo asumes hay que realizar tres respiraciones profundas y luego observarse a uno mismo. Observar si realmente quiero este alimento, si es hambre o ansiedad. Y a partir de ahí procedes sin juzgarte. La mayoría de las personas solo logran realizarla hasta las tres respiraciones.
¿Cuál es el mito sobre alimentación que más escuchas en tu consulta?
La fruta por la noche engorda.
Todo el mundo oye hablar de ayuno intermitente, ¿cuál es su éxito?
En primer lugar, hay que saber que existen muchas investigaciones a favor, pero que han sido testadas con ratas o animales. Este es el primer ‘pero’ y el segundo es que no es una dieta o un estilo de vida para todo el mundo, porque a veces genera ansiedad. Tiene beneficios como que puede incrementar la energía a la hora de entrenar nuestro cuerpo porque tira de las grasas en vez de los carbohidratos. Aunque esos son unos beneficios que también te los puede aportar una dieta hipocalórica. Si no te gusta desayunar o la primera comida que haces es el almuerzo, esta es tu dieta.
La presión mediática nos hace cuestionarnos cada día si realmente estamos felices con nuestro cuerpo. ¿Deberíamos estarlo o crees que nunca está de más cuidarnos más de lo que lo hacemos?
Ambos tienen que ir de la mano. Tienes que aceptar tu cuerpo y está bien que lo quieras mejorar. Mi propio ejemplo: yo acepto que tengo muchas caderas y mis piernas son de cierta manera, así que cuando entreno busco mejorar mis capacidades. Que aceptar nuestro cuerpo no nos lleve a dejarlo por completo.
¿Cuál es el deporte que mejor nos complementa?
El deporte de fuerza. Ya solo por salud, para aquellas personas que quieren perder grasa o las que quieren ganar masa muscular. Entrenar ciertos músculos, con sentadillas o abdominales es fundamental para que cuando tengamos 80 años no tengamos problemas de articulaciones, en la columna etc.
¿Qué tenemos que comer antes de entrenar?
Lo más recomendable es 30 minutos antes de empezar comer una fruta o frutas deshidratadas como dátiles, uvas pasa, ciruelas…
¿Es bueno darse un capricho?
Si, pero si no nos lo damos todos los días. Hay que preguntarse primero cómo ha ido la alimentación el resto de la semana.
¿Qué alimentos no faltan en tu dieta?
Frutos secos, semillas, frutas y verduras.
¿Pecas entre semana?
Sin duda alguna. Yo amo la cerveza y su sabor, inclusive sin alcohol. Así que, si me voy de viaje a Alemania, pues beberé cerveza. Eso no me lo quito. Siempre trato de mostrar eso en las redes sociales: que no somos perfectos porque somos humanos. La vida tiene que ser un equilibrio.
Haz clic para ver el cuestionario rápido con Estefanía Fernández: