El sector privado obvia el plan de ahorro de Ribera: solo cuatro empresas lo han presentado
Veintitrés compañías públicas y privadas han acudido a la llamada de la ministra para cumplir con el objetivo de reducir el consumo de gas
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. | Europa Press
El plan de ahorro del Ministerio de Transición Ecológica -que generó gran incertidumbre el pasado verano por las restrictivas medidas que podían aplicarse- llega a las puertas del verano con una gran parte de estas sin cumplir, pese al ruido que generaron: desde obligar a todos los comercios a contar con un sistema automático de cierre de puertas hasta el anuncio de un kit verde de miles de millones de euros para ayudar a la transición de las pymes pasando por las auditorías energéticas a las grandes empresas.
Sobre esto último, y tal y como se puede comprobar en el apartado especial a dicho plan de la página web del Ministerio, apenas 23 grandes empresas de nuestro país han acudido a la llamada de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para dar a conocer sus planes de ahorro con el objetivo de cumplir con el hito marcado por la Unión Europea (UE) de reducir un 15% la demanda de gas en invierno.
Sin embargo, esta cifra parece que no la ha cumplido nuestro país. Así, en último informe de Eurostat se asegura que España, hasta ahora, solo ha descendido un 10,8% el consumo de gas entre agosto de 2022 y marzo de 2023, teniendo en cuenta las exportaciones. Una cantidad que corrige la hasta ahora presentada por el Gobierno, que era del 21%. Según el Ejecutivo, esta diferencia de casi un 10% se debe a que entre sus cálculos no se han incluido las exportaciones.
Las únicas cuatro empresas privadas que tienen registrados sus planes de ahorro en la página del Ministerio son dos energéticas, Endesa e Iberdrola, una constructora, OHL, e Imesapi, perteneciente al Grupo ACS, y que se dedica a la conservación de carreteras, entre otros. El resto de compañías pertenecen al Estado: la Agencia EFE, CDTI, Cetarsa, Correos y Telégrafos, Cofivacasa, Enagás, Ensa, Enusa, Enresa, Ineco, Tragsa, Hipódromo de la Zarzuela, Hunosa, Mercasa, Navantia, Redeia, RTVE, Saeca y Sepides.
Las medidas de ahorro energético utilizadas por las empresas privadas varían según el sector. Iberdrola apuesta por renovación de instalaciones de aire acondicionado, adquisición de vehículos eléctricos, climatización de edificios, optimización en el alumbrado, autoconsumo fotovoltaico… apuntan a que su ahorro en combustibles fósiles al año será de 29 millones de megavatios hora.
Por otro lado, la constructora OHL afirma que «no se ha considerado conveniente replantear las condiciones de contratación del suministro energético, al no facilitarse datos concretos de facturación, dadas las características y condiciones del arrendamiento de las plantas ocupadas por la empresa en el inmueble Torre Espacio«. Una realidad que subsana proponiendo la sustitución de unidades de «luminarias fluorescentes» en distintas plantas del edificio.
Mientras que, por otro lado, las compañías públicas apuntan a otro tipo de medidas también muy diversas: la incorporación de luces LED (caso de Tragsa) la reducción de la iluminación en la cartelería exterior (caso de Correos), sustitución de la calefacción por infrarrojos en las cuadras de los caballos (caso del Hipódromo de la Zarzuela), apuesta por el teletrabajo de dos días a la semana (Enresa) y uso de biocombustibles, motores alternativos y la apuesta por el acero verde (Navantia).
El plazo
El plazo para presentar el plan de ahorro finalizó el 19 de enero. Es decir, hace más de tres meses. Así rezaba el decreto publicado el 18 de octubre de 2022 en el BOE: «Estos planes de ahorro se cargarán en un plazo de tres meses en la plataforma electrónica habilitada al efecto por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y serán públicamente accesibles. Las empresas podrán reportar cada seis meses sobre los avances en la implementación de los respectivos planes». Un escenario que podría provocar que algunas empresas reportasen sus avances dentro de tres meses mientras que otras ni siquiera hubiesen presentado un primer plan.
Este plan de ahorro va dirigido a las grandes empresas (a partir de 50 millones de euros de facturación o más de 250 trabajadores): «Se propone que las grandes empresas, obligadas a realizar auditorías energéticas o contar con sistemas de gestión de la energía, elaboren y publiquen planes de contribución al ahorro energético, incluyendo aquellas medidas identificadas con mayor rentabilidad y viabilidad en el corto plazo, y podrán incluir también aquellas medidas ya adoptadas hasta ahora».
