Activistas prodemocracia y ciudadanos prochinos se enfrentan en Hong Kong
Activistas prodemocracia y ciudadanos prochinos en defensa del Gobierno central han protagonizado un «cara a cara» en Hong Kong durante la visita del presidente Xi Jinping al territorio. Ambos grupos han celebrado protestas en las inmediaciones del centro de convenciones donde el líder chino asistía a un acto y se han lanzado descalificaciones mientras la Policía vigilaba de cerca a ambos.
Activistas prodemocracia y ciudadanos prochinos en defensa del Gobierno central han protagonizado un «cara a cara» en Hong Kong durante la visita del presidente Xi Jinping al territorio. Ambos grupos han celebrado protestas en las inmediaciones del centro de convenciones donde el líder chino asistía a un acto y se han lanzado descalificaciones mientras la Policía vigilaba de cerca a ambos, informa Efe.
Los activistas prodemocracia, liderados por el Frente Civil de Derechos Humanos, pedían la liberación de destacados «prisioneros políticos» chinos, entre ellos, el Nobel de la Paz Liu Xiaobo, excarcelado condicionalmente por un cáncer terminal, o el abogado Jiang Tianyong, acusado de «subversión» por Pekín tras haber trabajado en importantes casos de derechos humanos. El grupo ha tratado de acercarse a las inmediaciones del centro de convenciones donde se encontraba el presidente y la policía les ha tratado de parar, lo que ha desembocado en un breve enfrentamiento.
Algunos activistas del grupo han empujado contra las vallas a los agentes para acceder a la zona, donde sí se había permitido estar a los prochinos. Los agentes les han pedido tiempo para asegurar el lugar y poco después les han permitido acercarse, y ha sido en ese momento donde se ha producido el «careo» entre ambos grupos contrarios.
Estos momentos de tensión se han producido mientras Xi asistía a uno de los eventos para celebrar el vigésimo aniversario del retorno de Hong Kong a manos chinas tras 150 de ocupación británica. Mañana, día 1, se celebra oficialmente la devolución de Hong Kong y varias agrupaciones que reclaman mayores libertades para el territorio preparan una gran marcha para pedir reformas al régimen comunista.
Xi muestra su apoyo al Ejército en Hong Kong
El presidente chino, Xi Jinping, ha mostrado este viernes su apoyo a la guarnición del Ejército del país en Hong Kong en el mayor desfile militar celebrado en veinte años en la ciudad sureña, mientras activistas opositores al régimen han multiplicado sus protestas por todo el territorio.
Xi ha dedicado parte de la jornada del viernes a pasar revista a más de 3.000 soldados subido a un vehículo abierto y saludando a través de varios micrófonos: «Hola, dedicados camaradas», ha dicho en el desfile, uno de los actos programados en su primera aparición en Hong Kong como presidente chino. El mandatario comunista llegó a la ciudad el jueves prometiendo garantías de futuro para la autonomía de Hong Kong.
Su visita, entre fuertes medidas de seguridad y banderas chinas allá donde pisa, está siendo respondida con protestas y concentraciones a lo largo de toda la ciudad, dirigidas en su mayoría por cabecillas de la «Revolución de los Paraguas» de 2014 dispuestos a demostrarle a Xi que no es bienvenido en Hong Kong.
Parte del grupo de 26 activistas que fueron arrestados el miércoles por manifestarse contra la visita del líder comunista, puestos en libertad en algunos casos hasta 33 horas más tarde, ha denunciado este viernes una persecución por parte del Gobierno y un abuso de poder de la policía para retrasar su puesta en libertad y con ello evitar que convoquen nuevas manifestaciones.
«La policía ha abusado de su poder con el objetivo de arrestarnos ilegalmente y de evitar que podamos protestar contra la visita de Xi a la ciudad», dijo hoy el parlamentario hongkonés Nathan Law, horas después de que ser liberado junto al activista local Joshua Wong, ambos cabezas visibles de las históricas protestas de 2014.
«La fórmula un país, dos sistemas no está bien implementada, el sistema está corrupto», ha dicho Law en referencia al acuerdo adoptado en la cesión de 1997 por el que a Hong Kong se le ofrecían ciertos derechos y libertades que no se disfrutan en la parte continental de China.
Para evitar contratiempos para el líder, la visita de Xi, que de momento apenas ha podido escuchar ninguna voz disidente a su discurso, se desarrolla entre inéditas medidas de seguridad para un Hong Kong poco acostumbrado a acaparar tanta atención. Un tercio del cuerpo policial de Hong Kong ha sido desplegado para esta visita, que culmina mañana con un esperado discurso del líder comunista en el que podría dar pistas sobre cómo seguirán esas relaciones con la ciudad «rebelde».