Leche, aceite, pescado... Así han subido los precios de los alimentos en los supermercados

En el transcurso de la segunda semana de la huelga de transportistas, son muchos los sectores alimentarios que han comenzado a verse afectados por los efectos del paro. Todo ello como respuesta a las reivindicaciones por las que el colectivo de transporte ha querido mostrar al Gobierno su malestar por la subida del precio de los carburantes, que han experimentado un crecimiento del 20% desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, así como por las malas condiciones laborales de los trabajadores.

La dificultad en los procesos de distribución ha dado lugar a una parada en la actividad de las fábricas, que se ha traducido, a su vez, en un problema de desabastecimiento en los supermercados. De esta manera, la escasez ha derivado en un incremento de los precios de aquellos productos que se han visto más afectados, muchos de ellos perecederos y de primera necesidad, como ha sido el caso de la leche, el pescado, la carne o las hortalizas. A todo esto se suman, además, las consecuencias de la guerra en Ucrania que ha motivado el encarecimiento de productos como el aceite de girasol o los cereales, así como el incremento en el precio de los carburantes.

El resultado ha sido un aumento del precio de la cesta de la compra. Estos incrementos han tenido entre sus principales víctimas a los pequeños comerciantes y mercados, que se han visto obligados a subir los precios para no tener que enfrentarse a las pérdidas. Sin embargo, los efectos también se han notado en las grandes superficies y supermercados, que han visto encarecidos sus productos más básicos.

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Subida de precios en alimentos básicos en los supermercados

Estos son algunos de los alimentos que más han visto incrementado su precio en los supermercados en los últimos días:

• Leche, lácteos y derivados
• Pescado
• Carnes, huevos, embutidos…
• Fruta
• Verduras
• Cereales y derivados (cerveza)

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La leche y el pescado, los productos más afectados

Tanto la leche como el pescado han sido dos de los productos de alimentación que más han sufrido los efectos de la huelga de transportes, así como el incremento del precio de los carburantes. En el caso de la leche, desde que la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) anunció hace una semana la suspensión de producción en las fábricas de lácteos en España, debido a la falta de los insumos necesarios para su elaboración y empaquetado así como las dificultades en la distribución, se ha convertido en uno de los primeros productos en desaparecer de las baldas en los supermercados y, en consecuencia, en ver encarecido su precio. Sin embargo, la imposibilidad de producción constituye un problema mayor, puesto que este alimento constituye, a su vez, una materia prima para numerosos productos derivados.

En el caso de la industria pesquera, los precios se han visto incrementados en las últimas semanas motivados, principalmente, por la subida el encarecimiento de los carburantes y los problemas de distribución del producto desde los puertos hasta las lonjas y supermercados. La situación ha sido denunciada desde numerosos puertos donde se han visto obligados en muchos casos a destruir el producto a causa del paro.

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Ganadería sin pienso y falta de transporte de frutas y verduras

El sector ganadero había sido uno de los primeros en sufrir en sus propias carnes las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania ante la falta de suministro de cereales para alimentar a las cabezas de rebaño. Sin embargo, a esta escasez se han unido en la última semana la subida del precio de los carburantes y la huelga de transportes que han motivado que el poco pienso que podía llegar, no lo haya hecho. Desde las principales empresas del sector alertan de que numerosas fábricas, han cerrado ya su actividad.Todo ello se traduce en graves consecuencias para la industria cárnica, que ha visto incrementado el precio de sus productos ante las dificultades de elaboración. De esta manera, afecta también a productos como los huevos, el queso o los embutidos.

En la agricultura, los problemas derivados de la falta de distribución se han traducido en pérdidas que rozan los 10 millones de euros al día en algunas actividades relaciones con el comercio de frutas y verduras. Esto ha obligado a los productores a encarecer el precio de sus productos en su llegada a los principales puntos de venta. En Mercabarna, el mercado de abastos de Barcelona, en los últimos 15 días, el precio de la fruta ha subido cinco céntimos el kilo. En muchos establecimientos se ha retrasado la subida para evitar los efectos en la compra del consumidor, a pesar de que los comerciantes aseguren «ir muy justos» por el encarecimiento de precio del transporte.

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El impacto de la guerra en Ucrania: aceite de girasol, cereales y derivados

Un mes después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, las consecuencias son cada vez más visibles, tanto en el incremento del precio de los carburantes como en la escasez y el encarecimiento de algunos productos, entre ellos el cereal o el aceite de girasol.

En 2020 el 42,2% del cereal importado en España provenía de Ucrania. Sin embargo, la escasez y consecuente incremento de los precios del cereal afecta también a todos sus derivados: la producción de harina, panadería, bollería, pastelería y pastas, así como la producción de cerveza. Todos estos productos podrán ver incrementado su precio de venta en los supermercados. Además, repercute también en la producción de la industria cárnica por la escasez de pienso.

En el caso del aceite de girasol, destaca su uso como materia prima para la elaboración de conservas y envasado de productos básicos.