La detección precoz, clave para tratar el cáncer de páncreas, uno de los más letales
El cáncer de páncreas es la tercera causa de muerte por esta enfermedad en España, y síntomas como dolor de espalda pueden ayudar a localizarlo a tiempo
Dos técnicos controlan el único sistema de radioterapia de precisión molecular guiada por resonancia magnética que existe en España | Alberto Ortega (Europa Press)
La detección precoz supone uno de los mayores retos a la hora de empezar a tratar un cáncer. Aunque muchos de los casos tienen una tasa de supervivencia alta si se diagnostican a tiempo, con el cáncer de páncreas no suele ocurrir esto. Este tumor del tracto digestivo suele detectarse cuando ya no es curable, a diferencia de lo que ocurre con el cáncer de riñón. Por ello, es uno de los tumores más letales del tracto digestivo.
Los tipos de cáncer de páncreas están divididos según empiecen en el componente endocrino o en el exocrino; este último es el más frecuente de los dos. Es más, los tumores endocrinos representan solo en torno al 7% de todos los casos de cáncer de páncreas. Además, hay otras variantes que empiezan también en este órgano, aunque en ocasiones raras, como el linfoma no Hodgkin y el sarcoma.
A pesar de que es uno de los tumores menos frecuentes en España, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) asegura que el cáncer de páncreas supone la tercera causa de muerte por cáncer. Esta institución, además, calcula que en España se diagnosticarán unos 8.697 casos nuevos al año; la tasa de mortalidad, el año pasado, fue de casi el 90%.
La enfermedad comienza con la acumulación de las células cancerosas en el páncreas, lo que da lugar a la formación de una masa: el tumor. Conforme este va creciendo, el órgano deja de funcionar de forma correcta y el tumor pancreático puede expandirse hacia otras partes del cuerpo, mediante el proceso conocido como metástasis.
Lo cierto es que en la mayoría de casos en las que las mutaciones genéticas se relacionan con los casos de cáncer se desconoce su causa. No obstante, algunas de ellas sí que están relacionadas con la exposición a químicos como los que están en el humo del tabaco.
Aumento de los casos de cáncer de páncreas
La española es una población cada vez más envejecida, como muestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este es uno de los principales motivos que se relaciona con el aumento en la incidencia del cáncer de páncreas. Es por ello que los expertos recomiendan no consumir tabaco ni alcohol, además de llevar una dieta saludable, ya que esto proporcionará mayor longevidad.
A pesar de que en España no hay un registro específico, la American Cancer Society asegura que la tasa de supervivencia a los cinco años para el cáncer de páncreas, si está localizado, es de un 44%. No obstante, esta cifra disminuye drásticamente si existe metástasis a otras partes del cuerpo; es por ello que conviene estar atento a las primeras señales de la enfermedad para poder acudir cuanto antes a un médico.
Aunque hay quien pueda pensar que ya no se hacen estudios sobre esta enfermedad, lo cierto es que no es así. Es más, recientemente se ha desarrollado un estudio en el que se ha descubierto el mecanismo que controla la propagación del tumor pancreático. A pesar de esto, debido a que es un órgano que está situado en una zona profunda del cuerpo, no se puede ni ver ni palpar en sus etapas iniciales durante los exámenes físicos de rutina.
Síntomas de alerta
Por lo general, los pacientes no muestran señales de esta enfermedad hasta que el cáncer ya ha crecido mucho o se ha extendido a otros órganos. Esto hace que cuando ya se detecta las posibilidades de curarlo sean pocas; a pesar de ello, es conveniente tener en cuenta algunos de los síntomas que pueden estar relacionados con el cáncer de páncreas.
La icteria es uno de los primeros síntomas que aparece, haciendo que la piel y los ojos adquieran un color amarillento. Los cánceres de este tipo que empiezan en la cabeza del páncreas suelen mostrar esta alarma cuando los tumores aún son bastante pequeños, lo que posibilita que a veces se encuentren en una etapa inicial. Además, la icteria también puede provocar orina oscura, heces fecales pálidas o picores en la piel.
El cáncer que empieza en la cola del páncreas suele suponer más problemas, ya que tiende a provocar dolores de espalda o de abdomen al comprimir otros órganos cercanos. Hay otros casos en los que la primera señal que muestra el cáncer de páncreas es un coágulo de sangre en una vena grande (suele ser en una pierna). A pesar de esto, no todos los coágulos implican un cáncer, ya que pueden deberse a otros motivos.
Por último, otros de los síntomas más comunes son la pérdida de peso y la falta de apetito, que los provoca la presión del cáncer al extremo del estómago. Además, este bloqueo parcial también puede provocar, además del difícil paso de los alimentos, náuseas y vómitos.
Factores de riesgo
Hay algunos que son modificables, como ocurre con el caso del tabaquismo. No obstante, también hay otros que aparecen con la edad. Es más, la mayoría de los pacientes a los que se les diagnostica están entre los 60 y los 80 años. Esto se debe a que, después de los 50 años, aumenta de manera exponencial el riesgo de padecer cáncer de páncreas.
Por otra parte, las personas obesas tienen aproximadamente un 20% más de probabilidades de padecer cáncer pancreático. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera obesidad cuando el Índice de Masa Corporal (IMC) de la persona es igual o superior a 30. Además, aunque los separe una diferencia muy pequeña, los hombres son más propensos a padecerlo que las mujeres. Esto es porque, históricamente, son quienes han consumido más tabaco y alcohol.
Al ser uno de los cánceres más mortales que existen, es difícil hablar de tratamientos efectivos en pacientes con cáncer de páncreas. A pesar de ello, la vía más recurrente, incluso en los casos más avanzados, es la quimioterapia. Según la propia Sociedad Española de Oncología Médica, el gran reto para poder acabar con esta enfermedad es la terapia personalizada.
