Amenaza a la biodiversidad o generación de residuos: 10 mitos sobre la energía solar
La Unión Española Fotovoltaica reitera la importancia de agilizar el desarrollo de proyectos de energía solar como vacuna contra la subida de los precios de la electricidad
La dependencia energética del exterior que tiene ahora mismo España es de, aproximadamente, un 73%. Esto implica una gran falta de seguridad energética y en un incremente notable del precio de la energía, lo que repercute muy negativamente en la prosperidad económica de empresas, PYMES y familias.
Además, la generación de electricidad en España supone un 20% de las emisiones totales de CO2 emitidas a la atmósfera y que, por tanto, contribuyen al cambio climático. Es por eso que es necesario buscar soluciones urgentemente, y la energía solar podría ser una de ellas.
No obstante, son muchos los mitos que giran entorno a este tipo de energía. Es por ello que la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), la asociación sectorial mayoritaria en este ámbito energético en España, está trabajando para combatirlos.
Con este motivo ha nacido el Sello de Excelencia en Sostenibilidad UNEF. Con él, la asociación busca no solo reforzar los estándares de integridad ambiental y social del sector fotovoltaico español, sino también reconocer y difundir las buenas prácticas del sector con el fin de contrarrestar las fake news.
El director general de UNEF, José Donoso, asegura que «no cabe duda de que la energía solar realiza una doble aportación a la sociedad española»: «Contribuimos, por un lado, a la preservación de la biodiversidad, al tiempo que generamos una nueva ventana de oportunidad capaz de mejorar el desarrollo económico y social de nuestro país. No hay fuente de energía con mayor sostenibilidad ambiental y que genere mayor progreso social e integración ciudadana».
Los diez mitos de la energía fotovoltaica
- «Es un modelo de desarrollo renovable sin fin que pone en riesgo zonas de alto valor ecológico». Desde la UNEF aseguran que no es lo mismo los proyectos planteados inicialmente y los que finalmente llegan a construirse. Esta distinción se debe a que ningún proyecto se aprueba directamente, y aquellos proyectos que se han planteado en zonas de alto valor ecológico no van a superar el proceso de tramitación.
- «Los proyectos en suelo de energía solar no son necesarios para conseguir la transición energética, basta con el autoconsumo». Acelerar la transición energética no es algo que pueda depender de las iniciativas particulares, de personas físicas o de empresas. Para lograr los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), según aseguran desde UNEF, es necesario utilizar todos los recursos disponibles: autoconsumo en todos los edificios en los que sea posible, comunidades energéticas en entornos industriales, muchas plantas pequeñas y medianas de generación distribuida y un número pequeño de plantas grandes donde sea ambientalmente viable.
- «España será el panel solar de Europa». La interconexión que tiene actualmente el país con el sistema europeo es muy inferior con respecto al resto de países de la Unión. Esto limita la capacidad de exportación del país y convierte a España en una especie de isla energética.
- «La energía solar no genera beneficios locales». Instalar una planta fotovoltaica es una actividad que genera ingresos para las entidades locales, debido al Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). También lo hace a través del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles de Características Especiales (IBICES). Además, la construcción de un MW de energía solar genera unos 76.000 euros durante toda la vida útil de la planta en el municipio en el que se localiza.
- «Todos los componentes son importados de China». España tiene capacidad y medios para fabricar hasta el 65% de la cadena de valor de un proyecto fotovoltaico.
- «Las plantas no generan empleo local». Un proyecto de energía solar de 100 MW puede crear entre 300 y 400 empleos locales que tienen, además, un efecto de arrastre para la contratación indirecta en el municipio.
- «Las plantas ocupan demasiado terreno». La fracción de suelo necesaria para cumplir los objetivos de generación fotovoltaicas que delimita el PNIEC. Es más, equivalen únicamente al 0,068% del terreno total de España.
- «Los proyectos fotovoltaicos son una amenaza para la biodiversidad». Después de instalar la planta de energía solar en el suelo, el terreno experimenta una transformación positiva. Esto es porque, al limitar el acceso de personas, dejar aproximadamente un 90% del suelo libre y no usar herbicidas, el suelo puede recuperar su actividad y equilibrio. Además, el plan de medidas de integración del proyecto en el entorno y la renaturalización terminan creando una ‘llamada de refugio’ para algunos animales.
- «Las instalaciones fotovoltaicas destruyen el terreno donde se sitúan». Para construir la planta no hace falta ni mover de tierra ni compactar el terreno. El efecto sobre el terreno es simplemente hacer las zanjas para los cables y la instalación de las estructuras de los paneles. Además, una vez terminada la actividad de la planta, estos últimos pueden quitarse sin generar ningún impacto negativo.
- «Los paneles generan grandes residuos cuando acaba la vida útil de la planta». Los paneles fotovoltaicos son reciclables. En el caso de un módulo fotovoltaico de silicio (el 95% de los que hay en el mercado) está compuesto por un 78% de vidrio, un 10% de aluminio, un 7% de plásticos y un 5% de semiconductores. Solo con el marco de aluminio y el vidrio de la parte delantera ya es posible reciclar más del 80% de su peso.