La producción de fármacos esenciales como la simvastatina (colesterol), en riesgo
La subida de precios de las materias primas y de la energía están provocando problemas de rentabilidad con estos medicamentos
La producción de algunos fármacos, en riesgo por la crisis | Pixabay
La crisis económica provocada por la invasión rusa de Ucrania está afectando cada vez más a la cadena de suministros de los medicamentos. Concretamente, dos de los fármacos más usados en España, la simvastatina (para el colesterol) y el amlodipino (para la hipertensión), están llegando al límite del umbral de su rentabilidad.
Esto ocurre no solo como consecuencia del incremento de los costes, sino también por la depreciación que las moléculas más maduras experimentan cada año por la legislación vigente.
A día de hoy, el precio de la simvastatina es de 0,95 euros. A lo largo del último año vendió un total de 25 millones de unidades y generó, por tanto, 24 millones de euros, según explican fuentes del mercado farmacéutico a El Economista. El amlodipino, por otra parte, cuesta 1,065 euros. Durante los últimos 12 meses las ventas totales fueron de 12 millones de cajetillas, lo que supone unos ingresos de 13 millones de euros.
El incremento de los costes que está experimentando ahora su producción está provocado por la subida del precio de las materias primas (como pueden ser el plástico o el vidrio), así como de la energía. El primero de los casos, según la patronal de medicamentos genéricos, Aeseg, esto ha provocado un incremento del 15% en los costes de fabricación. El caso de la subida de los precios de la energía, por su parte, ha llevado a un incremento de 500 millones de euros, según asegura Farmaindustria.
El amlodipino y la simvastatina no son los únicos fármacos afectados
No obstante, aunque tanto el amlodipino como la simvastatina son dos de los principales ejemplos para este suceso, tanto por su uso como por el precio dado por el Ministerio de Sanidad, hay otros muchos medicamentos que enfrentan una situación delicada. El director general de Aeseg, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, asegura que «el 50% de los genéricos está por debajo de 1,6 euros».
Esta situación arrastra también al medicamento de marca, ya que para poder continuar bajo el abrigo de la financiación pública debe igualar el precio de los fármacos genéricos. «No sé cómo vamos a poder ajustar esta pinza de subida de costes y bajadas de precios. Esta es la mayor amenaza que tenemos», declara el CEO de Reig Jofre, Ignasi Biosca.
Es por ello que el Ministerio de Sanidad está trabajando ahora en una revisión de la Ley de Garantías. Este es el texto en el que están establecidas las políticas de precio de los medicamentos. Ahora hay un nuevo escenario de esperanza en este aspecto tras la llegada del nuevo director de Farmacia, César Hernández. Su antecesora en el cargo, Patricia Lacruz, no había conseguido llegar a un entendimiento sobre este hecho.
Ahora, entre las primeras intenciones de Hernández está el revisar el sistema de precios de los medicamentos mejorados. Actualmente, estos se financian al mismo precio que la molécula de referencia. Esto supondría una solución tanto para los medicamentos tensionados (como es el caso de la simvastatina y el amlodipino), debido a que permitiría buscar otras fórmulas mejoradas, como para la mayoría de las empresas nacionales. Esto es porque su modelo de negocio está basado, en parte, en la innovación incremental.
Pero esta no es la única solución. Proteger estas moléculas de la falta de rentabilidad también es posible si se revisan las condiciones que deben cumplir los medicamentos que el Ministerio de Sanidad considera como esenciales. Este buscar estar seguro de que estos fármacos se fabriquen en España y, para ello, la industria espera que tengan un precio protegido. Este se ajustaría a los costes que tiene producir en en Europa con respecto a los del Sudeste asiático, que es de donde proceden la mayoría de esas moléculas.
