La fruta roja que previene ataques al corazón y controla el ácido úrico en sangre
La gota es una enfermedad asociada antiguamente con los altos estamentos de la sociedad, que podían comer banquetes de carne roja, pero sigue existiendo hoy en día
La gota es una enfermedad de las articulaciones relacionada con las carnes rojas y que hace siglos solía atormentar a reyes, papas y demás miembros de estamentos altos que podían comer a base de festines. El problema es que estos banquetes, y concretamente el abuso de la carne roja, tenían un gran coste para su salud.
Las características de esta enfermedad son ataques repentinos y muy dolorosos. Pero, además, pensar que es algo del pasado es un error: son muchas las personas en España que padecen gota y su incidencia es cada vez mayor. En 2016, la fecha más reciente sobre la que hay datos, la Sociedad Española de Reumatología (SER) situó en torno a 880.000 personas las que tenían esta enfermedad en el país.
Estas cifras suponen un 2,4% de la población total de España en ese año. Este dato es especialmente preocupante porque, tal y como explica la SER en su web, quienes padecen esta enfermedad tienen un 30% más el riesgo de mortalidad por cualquier causa; en el caso de las enfermedades cardiovasculares, este riesgo sube hasta el 40%.
La principal causa de esta enfermedad es tener unos niveles altos de ácido úrico en la sangre. Esta sustancia está asociada, por ejemplo, con los langostinos y las gambas en Navidad: es común escuchar que no es bueno chupar las cabezas de estos animales porque es donde concentran «más ácido úrico». Sin embargo, estos no son los únicos alimentos que aumentan este compuesto; la carne roja, el hígado o el alcohol son algunos de los alimentos que más peligro tienen en este sentido.
Acumulación de ácido úrico en la sangre
Todos los alimentos mencionados antes contienen purinas, la sustancia que hace que el cuerpo produzca ácido úrico al descomponerlos. Es decir, los alimentos en sí no contienen ácido úrico, sino que lo produce el propio organismo a través de esas purinas.
Alrededor del 80% del ácido úrico que produce el cuerpo acaba eliminado a través de la orina, pero consumir demasiadas purinas puede provocar acumulación del mismo. Además, no hacen falta los grandes festines de los antiguos reyes para tener estos valores altos; algunos de los factores que aumentan el riesgo son la dieta desequilibrada, el sobrepeso, la edad o el sexo.
Con respecto a esto último, los hombres tienen un riesgo más alto de tener ácido úrico que las mujeres, al menos hasta que estas últimas llegan a la menopausia. A partir de ese momento, el riesgo pasa a ser el mismo para los dos sexos. Los niveles normales de este compuesto en sangre están entre 3,5 y 7,2 mg/dl en el caso de los hombres y 2,5 y 6 mg/dl, en el de las mujeres.
El ácido úrico no solo hace saltar las alarmas con respecto al riesgo de gota; también supone una mayor probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular: hipertensión, diabetes y arteriosclerosis, entre otras. No obstante, existen herramientas al alcance de todas las personas para reducir el riesgo de estas enfermedades asociadas con el ácido úrico.
La más efectiva de ellas es modificar la alimentación para que sea más saludable. Es decir, reducir la ingesta de alimentos con purinas: bebidas alcohólicas, carnes rojas, hígado —también el paté y el foie-gras— y, quien tome demasiado, marisco. Además, también ayuda el consumir alimentos que ayudan a la reducción de este ácido.
Una fruta, posible clave en la reducción de este ácido
Un estudio llevado a cabo por científicos de China y de Taiwán ha señalado que las cerezas son un alimento que puede contribuir a mejorar los síntomas de esta enfermedad. El trabajo estuvo centrado en la revisión de un total de seis estudios que habían indagado en las propiedades de estas frutas para reducir el ácido úrico. «Observamos una correlación positiva entre el consumo de zumo de cerezas y un descenso de la concentración de ácido úrico en la sangre», explican en la introducción.
Pero esta no es la única opinión favorable con respecto a esta fruta. El portal de salud Healthline recoge esta propiedad de las cerezas: «Varios estudios han mostrado que el consumo regular de cerezas frescas o su zumo puede estar relacionado con una menor frecuencia y severidad en los ataques de gota».
Estos ataques se caracterizan por ser repentinos, como ya se ha mencionado, además de tener lugar de noche y en el dedo gordo del pie; esta zona se hincha, se enrojece y presenta más sensibilidad. Ahora bien, Healthline advierte de que todos estos estudios son observacionales, es decir, que «es difícil determinar si el zumo de cereza reduce los síntomas o es que la gente con síntomas más leves usan en mayor medida estos remedios».