El plan de alzhéimer del Gobierno a punto de caducarse sin ejecución por falta de inversión
El coste de las terapias no farmacológicas y el apoyo psicológico a los cuidadores sigue recayendo sobre las familias
La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra. | EP.
De ministerio en ministerio y tiro porque me toca. Eso es lo que ha pasado con el ‘Plan de Alzhéimer y otras Demencias 2019-2023’ que hace cuatro años fue aprobado por la socialista Maria Luisa Carcedo para «mejorar el diagnóstico de la enfermedad, la atención a las personas afectadas y a los familiares que los cuidan», según dijo por entonces la responsable de Sanidad.
Sin embargo, tras la salida de Carcedo, ha pasado por las manos de Salvador Illa, que tuvo que lidiar con la pandemia, y después por las de Carolina Darias, que nunca ha llegado a pronunciarse al respecto. Pero ahora, el plan de alzhéimer se encuentra en los cajones del Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2023, ya que desde 2020 el Imserso –responsables de supuesta en marcha – forma parte de la cartera de Ione Belarra. Desde entonces, ni unos ni otros han dotado de presupuesto un plan que muere sin haber nacido, ya que nunca ha podido ponerse en marcha por falta de inversión, y que afecta de forma directa a más de 800.000 personas que sufren esta enfermedad en España.
Así lo confirma a THE OBJECTIVE Jesús Rodrigo, CEO de la Confederación Española de Alzhéimer (CEAFA), que asegura que con plan o sin él se hubiera hecho «exactamente lo mismo». «Todos los que participamos en la elaboración del plan hemos seguido trabajando por nuestra cuenta, cumpliendo con nuestros planes estratégicos, con nuestros planes operativos, etcétera. Sin el plan hubiéramos hecho lo mismo porque crear una estrategia sin presupuesto es igual que un libro en blanco».
En la misma línea se pronuncia Raquel Sánchez del Valle, coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN), quien también formó parte de la primera etapa de elaboración del proyecto, cuyos objetivos iban desde el diagnóstico precoz y mejor acceso a pruebas hasta más apoyo a cuidadores y potenciar la investigación. «Siempre hemos dicho que sin presupuesto es difícil llegar a buen puerto», reconoce Sánchez del Valle, que en su opinión cree que el plan se creó con el único fin de responder a la OMS que pidió por aquel entones a los Estados miembros la creación de un plan de alzhéimer. «No fue una iniciativa propiamente gubernamental, fue una forma de ponerse un tic ante la OMS», argumenta.
Una dotación de un millón que nunca ha llegado
En los Presupuestos Generales del Estado 2021 se destinó un millón de euros para este plan. La partida aparece dentro de los presupuestos del Imserso, con el epígrafe de ‘Otros’, por un importe de 1.260.000 euros. Una dotación que nunca ha llegado al plan para el que supuestamente iba destinada.
Así lo confirma a THE OBJECTIVE el CEO de la Confederación Española de Alzhéimer: «Si se ha puesto en marcha, no sabemos dónde», asegura Jesús Rodríguez, que además, critica la dotación, una cuantía que se juzga muy escasa desde las asociaciones. «Con un millón de euros no hacemos absolutamente nada. Estamos hablando de una enfermedad cuyo coste asciende al 3% del PIB».
Además de todo ello, hay que tener en cuenta los 24.000 euros al año que, de acuerdo con las asociaciones, cuesta la enfermedad a los hogares afectados.
Desde THE OBJECTIVE nos hemos puesto en contacto tanto con el Imserso como con el Ministerio de Asuntos Sociales, del que depende, para conocer en qué actuaciones se ha invertido ese millón de euros. Sin embargo, hasta el momento de publicación del artículo no hemos obtenido respuesta.
«España no está capacitada para hacer frente al alzhéimer»
El factor de riesgo conocido más importante para el alzhéimer es la edad. La cantidad de personas con la enfermedad se duplica cada cinco años después de los 65 años, según datos del National Institute on Aging (NIH). En España, más de 800.000 personas la sufren y, teniendo en cuenta que en 20 años España va a ser el país más envejecido del mundo –en 2022 España registró un nuevo máximo de envejecimiento, del 133,5%– se estima que en 2050 el número de enfermos se habrá duplicado y se acercará a los dos millones de personas.
En este sentido, los expertos aseguran que «España no está capacitada para hacer frente al alzhéimer» ante las perspectivas de futuro. «Estamos por debajo del nivel esperable en recursos económicos y los pacientes con esta enfermedad se merecen una atención de igual calidad que cualquier paciente de otra enfermedad», relata la doctora Raquel Sánchez del Valle.
Por su parte, Jesús Rodríguez hace referencia a la reciente aprobación de Lecanemab por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Un medicamento indicado en el tratamiento de la enfermedad del alzhéimer en su fase temprana. «¿Está España y las comunidades preparadas para garantizar el acceso equitativo de las personas que lo necesiten?», se pregunta el CEO de Ceafa. «Es una pregunta que prefiero dejar en el aire», concluye de forma irónica el experto.
