Al menos siete civiles afganos han muerto en medio de la caótica situación que se vive ante el aeropuerto de Kabul, donde las evacuaciones extranjeras no cesan, según ha informado este domingo el Ministerio británico de Defensa, sin más detalles acerca de cómo han sido las muertes.
Las claves: el caos y la violencia no cesan en Kabul mientras prosiguen los vuelos de evacuación. Desde hace varios días miles de personas intentan acceder al aeropuerto para conseguir salir del país tras la llegada al poder de los talibanes.
«Nuestros pensamientos están con las familias de los siete civiles afganos que tristemente han muerto entre la multitud en Kabul. Las condiciones sobre el terreno siguen siendo de extremo desafío», ha señalado un portavoz de Defensa en un comunicado. La fuente ha puntualizado que los británicos hacen «todo lo posible» por gestionar la situación de la «manera más segura posible».
Este operativo del Reino Unido para evacuar a sus nacionales y ciudadanos afganos cuenta con el apoyo de 600 fuerzas británicas, entre ellas paracaidistas de la 16 Brigada de Asalto Aéreo, y de un reducido número de funcionarios del ministerio del Interior.
El embajador británico en Afganistán, Laurie Bristow, ha trasladado su misión a un centro de emergencia en el aeropuerto para supervisar personalmente los visados.
Ante la grave degradación de la situación cerca del aeropuerto de Kabul, el gobierno británico pidió que se prolongue el plazo para la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. En las columnas del diario Mail on Sunday, el ministro británico de Defensa, Ben Wallace declaró que «ninguna nación podrá evacuar a todo el mundo» del país controlado por los talibanes antes del 31 de agosto, la fecha fijada por Estados Unidos para el retiro definitivo de sus fuerzas de Afganistán.