Amnistía Internacional urge a la UE a fijar un sistema de cuotas en el reparto de inmigrantes
Amnistía Internacional (AI) ha valorado positivamente este martes el acuerdo alcanzado entre seis países europeos, entre ellos España, para acoger a las personas rescatadas por el barco Aquarius, pero ha urgido a la Unión Europea a que mantenga los puertos abiertos y establezca un sistema obligatorio de cuotas de distribución de inmigrantes, informa Efe. «Los Gobiernos europeos deben dejar de jugar con vidas humanas. La vergonzosa negativa definitiva de Italia e inicial de Malta a permitir que personas refugiadas y migrantes desembarquen en sus puertos es pura crueldad», ha censurado en un comunicado el presidente de la organización de derechos humanos, Esteban Beltrán.
Amnistía Internacional (AI) ha valorado positivamente este martes el acuerdo alcanzado entre seis países europeos, entre ellos España, para acoger a las personas rescatadas por el barco Aquarius, pero ha urgido a la Unión Europea a que mantenga los puertos abiertos y establezca un sistema obligatorio de cuotas de distribución de inmigrantes, informa Efe. «Los Gobiernos europeos deben dejar de jugar con vidas humanas. La vergonzosa negativa definitiva de Italia e inicial de Malta a permitir que personas refugiadas y migrantes desembarquen en sus puertos es pura crueldad», ha censurado en un comunicado el presidente de la organización de derechos humanos, Esteban Beltrán.
Amnistía Internacional ha valorado el pacto a seis bandas por el que los 141 inmigrantes, entre ellos 73 menores, que desde el viernes permanecen a bordo del barco gestionados por las ONG SOS Mediterranée y Médicos sin Fronteras, sean distribuidos entre Francia, Alemania, Luxemburgo, Portugal y España. Un acuerdo que, según fuentes comunitarias, también incluye la acogida de otras 114 personas rescatadas por las autoridades maltesas en los últimos días y que serán distribuidas entre Malta y estos cinco Estados.
De los 141 inmigrantes del Aquarius, que ya cuenta con la autorización de Malta para su desembarco, España se ha comprometido a acoger a 60 y Luxemburgo a cinco, mientras que Portugal ha aceptado hacerse cargo de 30 personas, pero no solo de este buque. Pese a esta solución, Amnistía ha reiterado su petición al Gobierno español de que trabaje junto a otros europeos para «priorizar salvar vidas en el mar y mantener los puertos abiertos». Y quiere que impulse un nuevo sistema «justo y eficiente» basado en cuotas obligatorias en la distribución de los solicitantes de asilo entre todos los países de la UE.
Así, ha demandado a los líderes europeos que acuerden «urgentemente un sistema de búsqueda y salvamento predecible y fiable» que garantice el desembarco sin demora de supervivientes en el puerto seguro más cercano, y que defienda «el derecho del mar y la primacía de salvar vidas en el Mediterráneo». Si los países costeros deben garantizar que sus puertos están abiertos, «los demás Gobiernos europeos deben compartir la responsabilidad de procesar las solicitudes de asilo aceptando a quienes las presentan», sostiene.
«Es necesario que Europa ponga en marcha una solución estructural mediante medidas a largo plazo; de lo contrario, se seguirán repitiendo episodios como el del Aquarius o el Open Arms», ha subrayado Amnistía. Además, ha exigido un cambio en la colaboración con los guardacostas libios porque «no es posible que se les apoye» para que envíen a las personas interceptadas en el mar «a lugares en los que incluso pueden llegar a ser torturadas».
Por último, tacha de «alarmante» que Gibraltar, bajo cuya bandera ha estado navegando el Aquarius, haya comunicado que la semana próxima le será retirada la bandera de este territorio, ya que el barco estaba inscrito como buque oceanográfico y no como navío de rescate, según ha informado el Gobierno gibraltareño. Para Amnistía Internacional, esta es «una medida burocrática dirigida a frustrar operaciones de búsqueda y rescate que salvan vidas en el mar». «Los incansables esfuerzos de las ONG para rescatar vidas en el mar deben celebrarse, no verse obstaculizados ni castigados», concluye.