Nos va a doler
«La ley de eutanasia regula la colaboración médica en actos que atentan contra la vida del paciente, alterando esa otra tarea del profesional sanitario: aliviar y acompañar en el trance del sufrimiento»

«La ley de eutanasia regula la colaboración médica en actos que atentan contra la vida del paciente, alterando esa otra tarea del profesional sanitario: aliviar y acompañar en el trance del sufrimiento»
«Ser un cheerleader papista no es lo mismo que ser un intelectual cristiano, aunque sepa dar a sus tres hurras la apariencia de un pensamiento»
«Asistimos estos días a una auténtica apoteosis civil, de las que tanto necesita una república atribulada. Hay un acuerdo universal sobre su inteligencia, su quijotesco sentido de la justicia, y su encantadora humanidad»
«El progresista —que se imagina un hippie— dicta cómo tienen que ser las relaciones sexuales, y pretende llegar al absurdo de rediseñarlas»
«Incluso cuando la vida física está en riesgo, debemos recordar que lo más importante no es vivir, sino cómo vivimos»
Carl Schmitt consideraba el sufragio universal secreto como el gran error político contemporáneo. Para el jurista alemán, ninguna voluntad general puede surgir por la agregación de voluntades particulares, expresadas en la privacidad de una anónima papeleta, envuelta en un sobre entre las bambalinas de una cabina electoral, depositado en una urna cerrada. Cualquiera que sostenga una idea de democracia participativa o deliberativa estará de acuerdo en que el voto cada cuatro años es insuficiente como fundamento y experiencia de la democracia. Y puede aceptar que el ejercicio de depositar la papeleta, aislado de todo proceso de formación de una voluntad popular, es incluso peligroso: puede ser expresión de meros sentimientos manipulables; o de intereses particulares manipuladores.
En los días pasados ha tenido lugar en Roma una cumbre de presidentes de conferencias episcopales, para abordar la lucha contra los abusos a menores. Al menos desde hace unos quince años, parte del diagnóstico y de las soluciones son evidentes. Otra cosa es que se actúe en consecuencia, y que cambie la cultura dentro de la Iglesia, especialmente en los países con menos recursos y de culturas menos favorables al rigor institucional.
Uno de los temas cruciales de nuestro tiempo político es el del encaje entre liberalismo progresista y conservadurismo. Ambas tradiciones –si se las toma con algún rigor intelectual- son incompatibles a nivel de principios filosóficos, aunque pueden encontrar puntos de encuentro en la praxis política e institucional del liberalismo constitucionalista.
El análisis a grandes rasgos es ya un lugar común. Al margen de la oposición izquierda-derecha, el gran eje de nuestro debate político es el que viene marcado por la oposición entre partidos del sistema (reformistas, moderados, liberales, globalistas-europeístas) y los partidos contra el sistema (populistas, anti-élites, radicales, eurocríticos, identitarios). Dicho de otro modo: macronismo-bannonismo.