El Museo de Bellas Artes de Valencia expone una muestra inédita de Sorolla

El Museo de Bellas Artes de Valencia ha mostrado una perspectiva inédita de Joaquín Sorolla, en la que se presenta una exposición del artista valenciano rodeado de los pintores que influyeron en su obra y que coincidieron con él en su época: desde maestros y discípulos, hasta «sorollistas» y «postsorollistas».

La exposición El inicio de la pintura moderna en España: Joaquín Sorolla y su tiempo está compuesta por los fondos propios de pintores del siglo XIX y XX con los que el museo amplía su espacio expositivo y muestra un periodo artístico que no ofrece en otras salas, han informado fuentes del museo.

La pieza ofrece la oportunidad de contemplar más de un centenar de obras de los pintores que coincidieron con el periodo de vida del artista valenciano: Ignacio Pinazo, José y Mariano Benlliure, Muñoz Degraín, Antonio Fillol, o Cecilio Plà, entre otros. Con la producción artística de Sorolla se inicia la pintura moderna en España y, en contraste con otras corrientes costumbristas más dramáticas, sus obras proyectaban una imagen del país alegre y optimista, con escenas en la playa y paisajes luminosos.

La obra escogida como referencia de la exposición es Marina, un cuadro pintado como regalo a su amigo Pedro Gil, como reza en la dedicatoria en el ángulo inferior derecho del lienzo, y que forma parte de la colección del complejo museístico valenciano desde el año 2007. Se trata de una obra de pequeño formato (51 x 76 centímetros) en la que dos marineros arrastran a la orilla de la playa una barca de pesca.

Se estima que fue realizada por Sorolla a finales del siglo XIX e «ilustra de forma contundente el análisis que el pintor realiza de la vida cotidiana valenciana, a partir de una técnica abocetada donde el dibujo prácticamente ha desaparecido, para dar importancia a la expresión de la pincelada y, sobre todo, a la luz y al color», han explicado las fuentes. Esta concepción va a ser el rasgo más característico de su producción pictórica: captar a través del color la realidad valenciana.

Sorolla no puso su mirada en las clases altas, a diferencia de la mayoría de sus contemporáneos, sino que reflejó la vida y actividades de las clases medias y bajas y representó las costumbres desde una perspectiva técnica innovadora y moderna.