La razón por la que Eurovisión no permite las actuaciones con instrumentos en directo y otras curiosidades de la gala
Las actuaciones instrumentales en directo se suspendieron del Festival de Eurovisión en el año 1999
A pocas horas de conocer quién será el ganador de la final de la 66ª Edición del Festival de Eurovisión en Turín este sábado 14 de mayo, Europa entera se prepara para la gran noche. Este fin de semana los representantes de cada país participante, tanto europeos como los que no pertenecen al continente, se subirán al escenario para hacer vibrar al mundo entero con temas de estilos de lo más diverso, compuestos todos ellos en una gran variedad de idiomas distintos en los que predomina el inglés. Pero todas las actuaciones de la noche contarán con una peculiaridad: no habrá instrumentos en directo.
Esta es una de las características más llamativas del festival que se celebra desde 1956: ¿por qué en un certamen musical no se aceptan las interpretaciones instrumentales en directo?
Sin orquesta en directo desde 1999
Las actuaciones instrumentales en directo se suspendieron del Festival de Eurovisión en el año 1999. Las razones para ello radican en una cuestión de igualdad entre los representantes de cada país para que todos actúen con las mismas condiciones, a pesar de que muchos consideren que debería ser el propio concursante el que eligiera. Todo ello sabiendo, eso sí, que el coste y la logística del festival se complicarían dejando abierta esta opción.
Asimismo, en Eurovisión se utilizan bases con una reglamentación estricta en cuanto a la calidad de sonido ya que, de haber instrumentos presentes, podría ponerse en riesgo la voz de los artistas durante el directo.
Otras reglas estrictas del Festival de Eurovisión
Aunque al principio se limitaba la participación de cada país a un solista o dueto, a partir de 1963 se permitió la utilización de un coro acompañante y desde 1971 puede haber hasta seis personas sobre el escenario. Sin embargo, todas tienen que tener más de 16 años, ya que Eurovisión no permite la participación de niños, ni tampoco la presencia de animales sobre el escenario. El festival también limita la duración de las canciones desde 1960, a un máximo de tres minutos.
En la actualidad, una gran parte de los países participantes optan por presentar una canción en inglés, con el objetivo de llegar a más público, pero no siempre fue así. En dos periodos, entre 1966 y 1973 y entre 1977 y 1999, se exigía que cada país cantase en una de sus lenguas oficiales. Asimismo, sea en la lengua que sea, las canciones de Eurovisión no pueden tener letras de naturaleza política, que estén relacionadas con la religión o que inciten a la violencia. Sin embargo, el festival sí que libertad a la hora de elegir la nacionalidad del cantante, que no tiene por qué coincidir con la del país al que representa.
Por qué participan países como Israel o Australia
A pesar de que el nombre de Eurovisión parezca hacer referencia directa a la Unión Europea, el concurso no tiene relación directa con los países. En el concurso musical pueden participar los miembros activos de la Unión Europea de Radiodifusión y pueden serlo aquellos que estén dentro del Consejo de Europa o dentro del Área de Radiodifusión Europea, que se define así: El «Área de Radiodifusión Europea» está limitado al oeste por el límite occidental de la Región 1, al este por el meridiano 40° Este respecto al de Greenwich y al sur por el paralelo 30° Norte, incluyendo la parte norte de Arabia Saudita y la parte de los países que bordean con el mediterráneo dentro de estos límites. Adicionalmente, Irak, Jordania y la parte del territorio de la República Árabe Siria, Turquía y Ucrania, situado fuera de los límites indicados, están incluidos en el Área de Radiodifusión Europea.
Por su parte, con motivo del 60 aniversario del festival en 2015, la UER decidió invitar a Australia a participar como reconocimiento por la larga trayectoria de la televisión SBS retransmitiendo el evento (llevan haciéndolo desde 1983) y por la gran afición que hay en este país por el festival. Aunque esta iba a ser una participación excepcional, su buen resultado – quedó en quinto puesto– hizo que la organización la admitiera como país participante para el resto de ediciones.