La carrera cinematográfica de Woody Allen está tocando a su fin: «Haré una película más»
El director de cine, de 86 años, ha asegurado que el cine ya no le ilusiona y que por ello se está planteando dedicarse a otra cosa en unos meses
Desde que Woody Allen fue acusado de abusar sexualmente a su hija adoptiva, Dylan Farrow, cuando ésta era una niña, su carrera cinematográfica se ha visto notablemente afectada.
Aunque las acusaciones las hizo formalmente Mia Farrow, la madre adoptiva de Dylan y expareja de Woody Allen, en 1992 –tan sólo unos meses después de su separación con el director de cine-, en los últimos años el proceso ha cobrado especial relevancia, sobre todo tras el estallido del Me Too, en 2008.
Woody Allen siempre ha mantenido su inocencia durante los últimos 30 años, y nunca fue arrestado o procesado por la acusación de abuso sexual. Sí que fue investigado por la policía estatal en Connecticut, donde vive Mia Farrow y sus hijos, pero nada más.
A pesar de que nunca se pudo probar nada, la imagen pública del director quedó dañada, así como sus ganas de seguir trabajando en la industria. Sobre esto último ha hablado recientemente en una entrevista con Alec Baldwin.
Woody Allen planea dejar el cine y dedicarse a otra cosa
A través del perfil de Instagram de Alec Baldwin, que también atraviesa una época laboral convulsa tras disparar y causar la muerte a una compañera de reparto, Woody Allen, de 86 años, reveló que está ultimando los detalles de su nueva película, que se filmará en París este otoño o a finales de verano. Un proyecto que le ilusiona pero no como antes, ya que cree que su carrera acabará pronto.
«Probablemente haré una película más. Gran parte de la emoción que sentía con mi trabajo ya no existe. (…) Ahora haces una película y está un par de semanas en una sala de cine. Tal vez cuatro o seis semanas, y luego pasa directamente a las plataformas… No es lo mismo… Esto no es tan agradable para mí», dijo el director.
En realidad, no sabe cómo se siente a la hora de hacer películas, y su plan es rodar esta nueva y, en función del resultado, seguir por ese camino o dedicarse a otra cosa, «como a la escritura».
Los estragos de la cultura de la cancelación
La cultura de la cancelación es una práctica que supone silenciar a todo aquel que atente en contra de los valores que el consenso de lo políticamente correcto, aceptado o querido plantean en la sociedad.
Esta práctica surgió en el año 2010 con Twitter, pero se ha ido extendiendo a todos los extractos de la sociedad, cebándose en los últimos años con el mundo del arte y el espectáculo.
Cuando un personaje famoso se ve envuelto en un escándalo –sea cierto o no–, no sólo debe enfrentarse a él, sino que además ha de aplacar las legiones de haters que le acosan y ha de ver cómo su futuro laboral se vuelve incierto, pues las empresas rechazan trabajar con alguien a quien parecen odiar (casi) todos.
Esto mismo, como te decíamos, es lo que le ocurrió en 2018 a Woody Allen, cuando fue acusado nuevamente de haber abusado sexualmente de su hija adoptiva. Pero no ha sido el único en ser víctima de la cultura de la cancelación: en 2019 le pasó a Plácido Domingo tras las denuncias por agresiones sexuales; en 2017 a Kevin Spacey, que estuvo tres años sin trabajar tras ser acusado de múltiples abusos sexuales; y recientemente a Johnny Depp por su juicio contra Amber Heard.
En cuanto a Plácido Domingo, Kevin Spacey y Woody Allen, regresaron al trabajo un par de años después. En el caso de Johnny Depp, aún está por verse.
Sin embargo, como hemos visto en el propio caso de Allen, ya nada vuelve a ser lo mismo, y la sombra de la acusación siempre planea, manchando una carrera profesional envidiable.
Esto, unido al hartazgo que presenta Allen con el mundo del cine, parece que finalmente han acabado por matar la ilusión por realizar nuevos proyectos. Pero del dicho al hecho… Veremos si finalmente sólo hace una película más.
Feliz con la hija adoptiva de su ex, Soon-Yi Previn
En cuanto a su vida personal, todo le sonríe. Se casó con Soon-Yi Previn en 1997 (fue el tercer matrimonio del director) y tienen dos hijos adoptados, Bechet y Manzie. Los cuatro viven como una familia más en el Upper East Side de Manhattan.
A pesar de que la relación entre Woody Allen y Soon-Yi Previn, de 51 años, ahora sea tranquila y estable, cuando salió a la luz fue todo lo contrario. Recordemos que la esposa del director de cine es hija adoptiva de Mia Farrow (la ex de Allen) y André Previn.
Cuando Mia Farrow y Woody Allen inician una relación sentimental, Soon-Yi entra en la vida del director. En principio, como hijastra y padrastro, pero luego la cosa fue a mayores y se enamoraron.
En enero de 1992, Mia Farrow encontró fotografías de su hija, Soon-Yi, desnuda en la casa de Allen. Allen reconoció que estaba manteniendo relaciones sexuales con ella y, obviamente, todo esto generó un gran escándalo. Fue en esta época cuando Farrow acusó al cineasta de haber abusado de su otra hija, Dylan.
En agosto de aquel año, Woody Allen publicó un comunicado afirmando que estaba enamorado de Soon-Yi y que ambos iban a iniciar una relación que dura hasta el día de hoy.