Hay un hombre en Hollywood que lo hace todo: Taika Waititi, el nuevo director de moda
El director de ‘Thor: Love and Thunder’ estuvo detrás de ‘Jojo Rabbit’, de ‘Lo que hacemos en las sombras’… y tiene decenas de proyectos bajo la manga. ¿Lo conoces?
Tiene predilección por el humor literal y por esos chistes que se repiten tanto que pierden el humor y luego lo ganan de nuevo. También la tiene por personajes que son ridículos y entrañables a la vez. Y por mezclar drama y risas sin distinción. Y puede que no hubieses escuchado antes su nombre, pero de seguro lo has hecho en las últimas semanas… y es que Taika Waititi ha pasado de ser un cineasta indie de comedia a dirigir blockbusters y tener en cola innumerables proyectos.
Waititi, que ha recibido críticas por la cuarta entrega del dios del trueno, fue celebrado cuando dirigió Thor: Ragnarok y le dio un respiro de humor atontado y colorido al Universo Marvel. Desde ese momento su carrera se ha disparado. Pero ¿quién es este cineasta?
Taika Waititi nació en Nueva Zelanda y para muchos era conocido antes de que su nombre llegase a asociarse con el de Thor. Comenzó en la comedia y durante sus años universitarios en su país, cuando formó parte de una agrupación de humor. Aún muy joven formó una asociación, que se mantendría en el tiempo, con otro comediante/guionista/actor neozelandés: Jemaine Clement.
Ya en 2003, uno de sus primeros cortos, Two Cars, One Night, fue nominado a los Óscar y en 2007 estrenó su primer largomentraje indie (protagonizado por Clement), Eagle vs Shark; también escribió y dirigió un episodio de la maravillosa serie de su amigo Jemaine, Flight of the Conchords.
En 2010, su segunda película, Boy, compitió en por la Gran Premio del Jurado en Sundance. Pero fue en 2013 cuando todo comenzó a cambiar. Junto a Clement, Waititi codirigió, coescribió y coprotagonizó, Lo que hacemos en las sombras, un mocumentary sobre cuatro vampiros que comparten piso en Wellington.
La película se estrenó en Sundance y cuatro años después FX (en España se puede ver en HBO Max y en Disney+) le encargó una serie, que se estrenó con éxito en 2019 y que este año recibió nominaciones a los Emmy.
Pero volvamos, de momento, al cine. En 2016, estrenó, también en Sundance (el término Sundance Darling claramente se le puede aplicar), Hunt for the Wilderpeople: a la caza de los humanos, protagonizada por Sam Neill. Y el año siguiente (en que también se ganó el premio al Neozelandés del Año) vendría su oportunidad de entrar en Hollywood a lo grande, con Thor: Ragnarok, la tercera película sobre el dios del trueno.
Como decíamos, el estreno de esta película fue un antes y un después, y no solo para Waititi. Ragnarok le dijo al mundo que Marvel, a diferencia de otras franquicias como Star Wars o DC, estaba abierto a que los cineastas le diesen su toque personal a las películas entrelazadas de su enorme universo. Se felicitó a Taika Waititi, desde la crítica, por darle un respiro a la seriedad en el MCU y rescatar la capacidad para la comedia de Chris Hemsworth… ¡ah! Y por darle voz al divertido Korg (que en la nueva entrega tiene aún más protagonismo).
En 2019, Taika Waititi tuvo su oportunidad de volver a los Premios de la Academia, esta vez con nominaciones a Mejor Película y Mejor Guion Adaptado (se llevó el galardón), por Jojo Rabbit, sobre un niño de las juventudes nazis cuya madre esconde una niña judía en su propia casa y en la que el creador interpreta a un Hitler, que es amigo imaginario del protagonista. Luego dirigiría (y haría la voz de un personaje) un episodio en la primera temporada de The Mandalorian.
Y ahora llegamos a estos últimos ajetreados años. HBO Max estrenó hace poco su idiosincrática serie de comedia, Nuestra bandera significa muerte, protagonizada por él mismo y uno de sus colaboradores habituales, Rhys Darby, sobre un dandy que decide hacerse pirata. Antes estrenó Reservation Dogs (Disney+), una serie sobre la vida de un grupo de jóvenes en una reservación indígena en Estados Unidos que co-creó con Sterlin Harjo. Y hace unas semanas llegó a los cines Thor: Love and Thunder.
Las críticas de la película, a diferencia de Ragnarok, no han sido las mejores… y puede que se trate de una saturación con respecto a la creciente (abrumadora, más bien) presencia de historia de Marvel en cine y TV o que sea porque haya un cierto hartazgo hacia el omnipresente Taika Waititi y su estilo de humor. Después de todo ha estado en todas partes en los últimos tiempos, de hecho puede que su caso sea similar al de Lin-Manuel Miranda, otro creador que se enfrentó al hartazgo del público cuando estrenó demasiado proyectos en poco años.
Pero a Waititi parece darle igual o por lo menos se lo toma con humor y, probablemente, cero vida social (no hay horas en el día). Este año o el que viene (es de suponer, porque ya se retrasó una vez su estreno), llegará a las salas Next Goal Wins, en que Michael Fassbender (que reemplazó a Armie Hammer tras las acusaciones contra él hace unos poco años) interpreta a un entrenador de fútbol que logró clasificar a la selección de Samoa en el Mundial: está basada en un documental. Y ha sido la voz de personajes en Free Guy y Lightyear.
«Si realmente mirase todo lo que estoy haciendo probablemente tendría un ataque de pánico. Sé que son demasiadas cosas, trabajo en un proyecto diferente cada dos horas»
Taika Waititi
No solo eso. La lista de proyectos por hacer es larga: Flash Gordon, una película de Star Wars, la versión live action de Akira, un spin-off de Lo que hacemos en las sombras, dos series de Roald Dahl para Netflix, una serie para Apple TV+ y una adaptación de una historia de Alejandro Jodorowski y Moebius.
Puede que haya un hartazgo con respecto a Taika Waititi y puede que eso solo empeore… o puede que siga teniendo el éxito sostenido que ha tenido. Lo cierto es que Waititi sabe que trabaja mucho (y todos quienes lo rodean también) y hace bromas sobre el tema.
En una entrevista al New York Times bromeaba con lo ocupado que está: «A veces me despierto y pienso: ¿estoy una crisis de la mediana edad? ¿Debería ser un cineasta? Tal vez debería ser carpintero o jardinero (…) Si realmente mirase todo lo que estoy haciendo probablemente tendría un ataque de pánico. Sé que son demasiadas cosas, trabajo en un proyecto diferente cada dos horas».