La cara oculta del resurgir de los festivales: el exceso de oferta amenaza el negocio
El ‘boom’ festivalero en España tras la pandemia ha provocado un cuello de botella en el sector: no hay técnicos especializados para tanto evento
Los festivales viven una tormenta perfecta. Tras dos años de parón con motivo de la pandemia del coronavirus, la industria de la música en directo está viviendo una resurrección apoteósica. Nadie quiere quedarse sin la pulsera de un festival en su muñeca. Sin embargo, los expertos consultados aseguran que este ‘boom festivalero’ ha provocado un cuello de botella en el sector y ahora la industria está también afectada por la famosa crisis de oferta laboral, donde la demanda es superior a la oferta, es decir, no hay técnicos para tanto festival.
«Se está dando la tormenta perfecta. Los espectáculos están sufriendo falta de personal y se han encontrado a dos o tres meses con ninguno o pocos profesionales», resume a THE OBJECTIVE Paco López, presidente de la Asociación de Representantes Técnicos del Espectáculo (ARTE), que hace también hincapié en la temporalidad del sector que ha llevado a muchos profesionales a dar una espantada hacia otros sectores.
Así lo lamenta también Xabier Carnota, vicepresidente del sindicato de profesionales técnicos del espectáculo de Galicia (Tesgal), quien apunta que «una industria no se puede sustentar en olas de trabajo». «Esta industria, como cualquier otra, necesita poder ofrecer a los trabajadores una carga de trabajo estable y repartida en doce meses», denuncia en este periódico Carnota, quien señala que el 80% de los espectáculos tienen lugar entre mayo y octubre, por lo que como solución a medio plazo para evitar que los trabajadores sigan abandonando este trabajo propone «repartir las ayudas públicas a lo largo de la temporada baja para poder consolidar puestos de trabajo». «Es normal que ante esta situación muchos compañeros hayan tenido que reencauzar su vida laboral migrando a otras actividades. Sin embargo, de esta forma, creemos que más colegas volverían al sector y conseguiríamos más músculo al ejercitarlo todo el año», asegura el portavoz de Tesgal, que ya venía alertando de esta situación desde mayo.
Accidentes en festivales
En las últimas semanas las noticias negativas en torno a los festivales han ido sucediendo una tras otra. En junio, en el festival O Son Do Camiño, en el Monte do Gozo, en Santiago de Compostela, una veintena de operarios que trabajaban en ese momento en el montaje del escenario principal quedaron atrapados tras el desplome de la estructura metálica. Seis resultaron heridos. Y el pasado 13 de agosto, una persona fallecía en el Medusa Festival, celebrado en la playa valenciana de Cullera, después de que varias estructuras se desplomasen.
Los expertos consultados aseguran que aún es pronto para valorar y evaluar si estos accidentes se deben a una falta de técnicos, por lo que habrá que esperar a las conclusiones de ambas investigaciones, sin embargo, estos percances, sumados a las quejas por aglomeraciones, desmayos, calor y falta de agua y personal en algunas citas, como el Capital Fest o el Tomavistas, o la cancelación de otros, como el Reggaeton Beach Festival de Tenerife o el Fan Fan Fest de Madrid, dan lugar a preguntarse si los festivales están preparados para atender grandes aforos en un momento de escasez de técnicos y personal cualificado.
«Estamos angustiados por todos los problemas que surgen», confiesa el presidente de ARTE, quien también es manager de artista como Leiva o Sidecar, sin embargo, Paco López duda de que estos accidentes sean por falta de personal cualificado. «El escenario que se derrumbó en Galicia es en el que habían actuado semanas antes los Rolling Stone en Madrid. Es decir, es el mejor escenario de España. Cuando se hagan los estudios, sacaremos conclusiones», se muestra prudente el experto, que agrega que «la casualidad y las coincidencias existen».
Por su parte, el presidente de la Plataforma de Asociaciones Técnicas de Espectáculos y Eventos (PEATE), Juan Cid, quien carece del número concreto de personas que han abandonado estos oficios (técnicos de sonido, de luces, de diseño, ingenieros de montaje, auxiliares, montadores, personal carga y descarga, seguridad…), sí reconoce la problemática combinación de una «masificación» de propuestas musicales con falta de personal con experiencia, que ha intentado ser sustituida por trabajadores nuevos y, por tanto, «menos cualificados». «Nuestro mayor temor es que al haber tanta tensión y prisas, haya cosas que se dejen en segundo plano como los riesgos laborales», apunta con recelo.
628 festivales en lo que va de año
Como coches en una parrilla de salida de una carrera, las promotoras de eventos salieron al verano con toda la planificación, la energía y la necesidad de recuperar unas cuentas dañadas por inactividad, y en lo que va de año ya son 628 los festivales celebrados, según la plataforma Fan Music Fest. El año se espera que termine con unos 900. De esta forma, la industria aspira este verano a romper su propio techo y superar los 382 millones facturados en 2019. Según la Asociación de Promotores Musicales (APM), en el año 2021, el sector ingresó 157 millones de euros con casi 1.000 festivales de música organizados en España, cifra que supuso un 55% menos que en 2019 y tan solo una mejora del 13% respecto el año en el que comenzaba la pandemia, 2020.
«Para la música en directo está siendo un año muy bueno. La temporada de festivales es maravillosa», sin embargo, agrega el presidente de ARTE: «Vivimos en un mundo global y la coyuntura económica mundial no es positiva y si esto sigue así, y la crisis de precios y esta guerra insoportable e inútil continúa, nuestro sector se verá francamente tocado». «Esperemos que la cordura domine, porque tenemos los mimbres para seguir creciendo y hacer de nuestra industria una industria más potente», concluye.