'Alexia: Labor Omnia Vincit', el documental que se adentra en el icono de nuestro fútbol
La miniserie de Amazon Prime Video documenta algunos de los momentos más íntimos de la futbolista durante una temporada frenética e histórica
Alexia Putellas es un icono, un referente, un ídolo del fútbol sin apellidos. Porque si algo quiere reivindicar ella –que no es muy dada a arengas políticas, porque ella es «futbolista, no política»– es precisamente eso, que no se le ponga apellidos al fútbol. No es femenino ni es masculino, es fútbol. Y, aunque por cuestiones prácticas siempre es útil hablar de «fútbol femenino», en este artículo respetaremos –cómo no– los deseos de Alexia, doble Balón de Oro y referente absoluta del deporte español. También sin apellidos –excepto por lo de «español»–.
Y como icono que es, Alexia Putellas también tiene ahora su propio documental, una tendencia al alza en la élite deportiva. Alexia: Labor Omnia Vincit acaba de estrenarse en la plataforma de Amazon Prime Video, que distribuye esta serie documental no solo en España, sino también en Portugal y en toda Latinoamérica. Porque el alcance mediático de esta jugadora hace tiempo que traspasó fronteras.
La miniserie cuenta con tres capítulos. Tres episodios en los que nos adentramos en los momentos más íntimos de la futbolista durante una temporada frenética que va desde su primer Balón de Oro hasta el segundo, pasando por momentos históricos como el récord mundial de asistencia a un partido de fútbol –en este caso, sí, femenino–, la inesperada derrota del FC Barcelona en la final de la Champions o su lesión a 72 horas de debutar en la Eurocopa de Inglaterra.
91.553 espectadores: la épica del comienzo
Los episodios llevan por título una de las varias frases en latín que Alexia lleva tatuadas en el cuerpo. Pasa lo mismo con el título global del documental, Labor Omnia Vincit (El trabajo todo lo vence), que lo lleva tatuado en la espalda. El primer capítulo, Ad maiora –literalmente, «hacia cosas mayores»– arranca con el hito acontecido en cuartos de final de Champions. Un Clásico, uno de los campos más grandes del mundo, 22 jugadoras sobre el campo. Y un récord mundial: 91.553 espectadores fueron los que acudieron a este campo, rompiendo una cifra que seguía establecida desde 1999.
Alexia no recuerda prácticamente nada de aquel partido, más allá de la euforia que le precedió y sucedió. Pero durante los 90 minutos, nada. Mientras que jugadoras como Irene Paredes o Mapi León, que participan en el documental, recuerdan cómo todo el estadio se llenó de luces para celebrar la ocasión, Alexia se sincera: «No me enteré de nada de lo que pasaba en las gradas». Ese es su espíritu, su ADN: cuando está en el campo, nada importa más que el juego, aunque esté en mitad de un acontecimiento histórico.
Ese primer capítulo –y toda la serie, en realidad, pero especialmente el primer episodio– es una carta de amor al Barça. Y no es para menos. Sea del equipo que sea el espectador, puede y debe reconocer el esfuerzo titánico del club culé para profesionalizar su sección femenina, primero, y para encumbrarla, después. Es ese esfuerzo colectivo el que ha llevado a estas futbolistas de jugar en campos de tierra a los que solo acudían unos cuantos familiares a llenar el Camp Nou en más de una ocasión.
A ese partido acudieron más espectadores que a cualquier partido de la sección masculina en la temporada, un reflejo de la importancia del acontecimiento. «Han dado un golpe en la mesa y han dicho ‘aquí estamos nosotras’ y, cada vez más, yo creo que el movimiento del fútbol femenino es imparable», valora en el documental Gerard Piqué, uno de los tantos participantes que, como Xavi Hernández, dan testimonio en la serie del valor de esta jugadora y de este momento para su deporte, el fútbol.
‘Pullitas’ a la Selección de Jorge Vilda (y Luis Rubiales)
En el segundo capítulo, una de las escenas nos muestra a una Alexia relajada, distendida, reunida con la familia en la típica comida festiva. En ese ambiente, la futbolista se siente cómoda para hablar de sus preocupaciones de cara a la Eurocopa de Inglaterra, una competición para la que tiene muchas ganas y ambiciones.
Cuando le preguntan por sus sensaciones, Alexia primero duda –no se olvida de que, al final, la escena está siendo grabada– para, finalmente, asestar el primer ‘golpe’: «Bueno, en eso estamos. Espero que bien». En ese momento, en el que se hace un silencio incómodo, podemos ver a su madre y a su hermana mirándose con complicidad. Fuera de escena, la Balón de Oro se explica: «Para mí, el respeto hacia mi profesión está muy arriba. Hay muchos prejuicios y hay muchas cosas que estaban instauradas que tienes que romper porque por historia ha sido así. Las que empezaron en esto tuvieron que luchar muchísimo para que las dejaran jugar y nosotras, ahora, tenemos que luchar para tener mejores condiciones y para que sea todo de manera profesional y solo centrarnos en jugar, en rendir, en ganar. También lo hacemos por las que vendrán, esperemos que su energía sea 100% para jugar al fútbol».
«Es que no vale ir en malas condiciones a jugar la Eurocopa. No es jugarla, lo que queremos es ganarla. Otras selecciones están apostando, están invirtiendo»
Alexia Putellas
Esto es solo el aperitivo. Inmediatamente después, nos muestran a una Alexia en un momento mucho más íntimo, tomando un café en la terraza, en el que vemos su versión más sincera: «Joder, tú sabes que llevo no sé cuántos años pensando en plan: ‘Champions, Eurocopa, Mundial, Juegos’. Pero, claro, luego te paras a pensar y dices: ‘Es que no vale ir en malas condiciones a jugar la Eurocopa’. No es jugarla, lo que queremos es ganarla. Otras selecciones están apostando, están invirtiendo. Por ejemplo, en los viajes: todas las demás selecciones viajan en chárter. Nosotras, el otro día, por ejemplo, llegamos de Escocia, que está aquí al lado, salimos a las ocho de la mañana del hotel y yo llegué a mi casa a las siete de la tarde. Al final, son cosas que, o las mejoras, o llega un punto en que te pasan factura». Unas condiciones indignas para un deportista de élite. «Pequeños detalles que sí que se notan», resume.
Estas escenas cobran una enorme relevancia en el clima que hay instalado ahora mismo en la Selección española, con una guerra abierta –y, parece, lejos de concluirse– entre gran parte de las jugadoras y su seleccionador, Jorge Vilda, acusado de no ser suficientemente profesional. Esto fue grabado mucho antes de que todo estallara, y de que Alexia se lesionara a 72 horas del debut de España de la Eurocopa, pero ahora, con la perspectiva del tiempo, es un recurso muy útil para entender lo que ocurre en la Federación.
Poco antes de la cita en Inglaterra, la RFEF anunció un acuerdo por el que se igualaba el porcentaje de ganancias de las jugadoras con sus símiles masculinos –el porcentaje, no el dinero recibido, ya que los premios y primas en el masculino son mucho mayores–. Un acuerdo que se vendió como histórico pero que, visto cómo está ahora mismo la situación, se queda en nada comparado con lo que están haciendo otras tantas selecciones contra las que Alexia, lo único que quiere, es competir en igualdad. Una pullita que ahora cobra, todavía, más relevancia.
Una serie pionera en España
Más allá de estas declaraciones –que, periodísticamente, valen oro, ya que Alexia ha decidido no responder cuando le preguntan por la Selección–, esta miniserie es pionera. Hay otras tantas dedicadas a deportistas españolas, sí, pero ninguna ha recibido la atención mediática y la promoción que ha recibido Alexia: Labor Omnia Vincit.
Es una serie coral, en la que aparte de sus compañeras de equipo y sus compañeros del conjunto masculino del FC Barcelona –entre los que están, también, Ansu Fati o Robert Lewandowski– aparecen otras tantas figuras relevantes de este deporte. Nadine Kessler, Andrés Iniesta, Camille Abily, Silvia Neid, Martina Voss-Tecklenburg… Y, por supuesto, están su familia, sus amigos, su representante, su perrita Nala… Lo que ayuda a que este no sea solo un repaso a la carrera de una de las mejores de todos los tiempos, sino que se convierta también en un diario personal que nos acerca a un icono mundial del fútbol.
Narrativa y visualmente, la obra es redonda. Se echa en falta, eso sí, mayor énfasis en la infancia y adolescencia de la futbolista, mayor hincapié en los obstáculos que ha vivido hasta llegar a la cima. Porque la serie empieza en esa cima, en ese clímax del récord mundial del Camp Nou, pero no ahonda en todo lo anterior. Algo que, bajo mi punto de vista, la habría enriquecido todavía más. Tal vez para una hipotética segunda temporada de Alexia: Labor Omnia Vincit.