THE OBJECTIVE
Cultura

'Guerrero': tras las huellas del español que convivió con los mayas

Con esta novela, José Ángel Mañas retorna a uno de sus temas literarios: la presencia española en América

‘Guerrero’: tras las huellas del español que convivió con los mayas

Hernán Cortés utilizando a la Malinche como intérprete frente a Moctezuma en Tenochtitlán. | Wikimedia Commons

El escritor José Ángel Mañas continúa con su visión sobre lo que fue la presencia española en América y publica Guerrero, sobre el español que se integró y terminó conviviendo con los mayas. Una travesía vital y aventurera fascinante.

La clave a la hora de afrontar cada uno de sus trabajos, me asegura José Ángel Mañas, es «intentar entender la realidad en la que vivo». Y no es cosa menor. Ha pasado de narrar Historias del Kronen, un retrato de la sociedad actual, a reivindicar el origen de España  a través de la novela histórica: El hispano, Fernán González, Pelayo, Guerrero… «A veces lo hago mirándola de frente y otras, mirando a través del retrovisor. La alternancia entre lo uno y lo otro me es muy natural, y creo que ha sido el caso con muchos escritores en el pasado. Galdós alternaba muy bien entre sus novelas contemporáneas y sus Episodios Nacionales; Tolstoi pasaba con mucha naturalidad de Anna Karenina a Guerra y Paz, y alguien tan realista como Delibes tuvo necesidad, en algún momento, de explorar el Valladolid del siglo XVI con El hereje… Pasado y presente están siempre muy imbricados. Ya nos dijo Faulkner que el pasado nunca está muerto, y a menudo ni siquiera es pasado».

Con Guerrero (Algaida) -su obra más reciente hasta el momento, ya que en septiembre regresa con Berenguela, «la reina que unió Castilla y León para siempre», y con la que cierra la trilogía dedicada a la Reconquista-, desarrolla una epopeya grandiosa. ¿Cómo tiene que sentirse alguien que ha luchado más de 20 años por su país para renunciar a él, con todo lo que eso implica?: «Sentía que la del renegado es una figura que suele faltar a la hora de contar todo lo que sucedió en América». Ya en Conquistadores de lo imposible se propuso escribir sobre los españoles más representativos: «Están los conquistadores, por supuesto (Cortés, Pizarro, Almagro), pero también quería que hubiera exploradores como Cabeza de Vaca, intelectuales como Francisco de Vitoria o Las Casas». Pero faltaba algo más, «el español aculturado, aquel que decide integrarse y convivir con ese pueblo autóctono que en su caso son los mayas del Yucatán».

Dar visibilidad a la figura de Gonzalo Guerrero enriquece la visión de lo que fue la presencia española en América: «Aquello no fue sólo sangre y expolio, no hubo sólo odio y genocidio, sino también historias humanas tremendas, y personalidades absolutamente sensibles a lo que estaban sufriendo las comunidades amerindias como el padre Francisco de Vitoria y los juristas de la Escuela de Salamanca, que reflexionaron con mucha pertinencia sobre el derecho de gentes, o el propio Las Casas, a quien muchos consideran el primer defensor de los derechos humanos. Guerrero está en su bando; es de aquellos españoles que sintieron simpatía por el partido de los vencidos», explica.

Portada del libro

Sin dejar por ello de ser español, «tuvo los mismos problemas que cualquier ser culturalmente híbrido hoy en día. Mis propios hijos son francoespañoles, y llevan bien las dos identidades. El conflicto sólo surge cuando esos dos países se enfrentan entre sí, por ejemplo en lo deportivo. Fuera de los momentos de enfrentamiento, las identidades conviven bien. De no haberse visto envuelto en la guerra entre mayas y españoles, Guerrero no habría sufrido tanto. E incluso en el momento en el que se enfrentan, estoy seguro de que tenía sentimientos enormemente ambiguos. Conflictos como el suyo lo tienen también los espías y los policías infiltrados. Pertenece a la vez a dos bandos en conflicto. La vida le llevó a esa situación en la que, a fuerza de roce, el cariño por su nueva comunidad se impuso como algo más real y palpable que su pertenencia a la comunidad originaria».

No olvida la labor de los frailes: «La evangelización fue un proceso paralelo a la conquista, y la acción de los jesuitas por poner un ejemplo, es otra de las grandes historias a resaltar en este periodo. La misión, una película británica, curiosamente, es de las pocas que hace justicia a las peculiaridades de la colonización española. Muchos de aquellos frailes aprendieron los idiomas autóctonos y gracias a su interés por la cultura amerindia hemos conservado algunos textos de importancia antropológica extraordinaria. También son espectaculares los códices que nos han llegado gracias a esa sensibilidad suya por la cultura precolombina. Dentro de lo traumático que fue aquel encuentro entre dos mundos, no todo fue brutal. He mencionado La misión, pero también va a estrenarse en breve una gran producción norteamericana, Maya Lord, basada en la historia de Guerrero. Como entenderás, tengo mucha curiosidad por ver cómo la tratan».

José Ángel Mañas. | Autor: Asís Ayerbe

Guerrero no fue el único que se mezcló activamente, Cabeza de Vaca fue incluso chamán: «Su periplo de más de 8.000 kilómetros, hecho a pie, de costa este a costa oeste del continente norteamericano, pasando por decenas de comunidades autóctonas y siendo recibido como chamán en muchas, hasta bajar a Nueva España, donde aparece seguido por un millar de indios, es una de las aventuras más extraordinarias de toda la historia. De no ser porque Naufragios, su libro, no está bien escrito, sería el relato de aventuras reales más increíble de todos los tiempos. En su caso, lo que más me sorprendió fue que, tras su milagroso regreso, uno tiende a pensar que lo que haría sería quedarse tranquilo en su casita, aquí, en España, y dedicarse a cultivar una vejez placentera; pero no, coge el tío y monta una nueva expedición al Nuevo Mundo… y por supuesto ya muere. Eso lo explicaba muy bien la película estadounidense En tierra hostil, de Kathryn Bigelow, donde se cuenta la historia de un desactivador de explosivos que, lo mismo, pudiendo vivir tranquilamente en su país con todos los honores, tras muchas misiones exitosas, siente la necesidad de regresar y regresar a la guerra… Es el enganche de la adrenalina». Y con los conquistadores pasa algo parecido, «muchos sentían esa llamada del Nuevo Mundo con una fuerza tan inaudita que, a sabiendas de los riesgos que corrían, no podían evitar regresar…»

Y lo llaman traidor cuando, precisamente, lo único que jamás haría sería abandonar a su familia, la base de cualquier persona: «Este conflicto de lealtades patrias, llamémoslo así, ha sido más que habitual a lo largo de la historia. Las mujeres, históricamente, saben mucho de esto. Por ejemplo en la historia medieval, cada vez que había una guerra entre reinos rivales se solía procurar solucionarlo, cuando las armas fallaban, casando a una infanta de uno de los reinos con el rey del reino contrario sin que se la considerara una traidora. Berenguela, en mi nueva novela, era una infanta de Castilla que se vio obligada a casarse con el rey de León, el mayor enemigo de su familia, con la misión además de darle un hijo. Y, como ella, una infinidad de mujeres a lo largo de los siglos. Todas tuvieron que readaptar sus lealtades y no se las considera traidoras por ello».

Lo que mueve a Mañas es el placer de compartir con sus lectores lo que va descubriendo y aprendiendo sobre los diferentes periodos que explora a través de la ficción, y que suelen ser momentos cruciales de la historia de España. Como decían los clásicos, instruir deleitando. Y ahora que en España se apuesta poco por las humanidades, nos dejamos en el camino, «una buena parte de los esfuerzos de la humanidad que ha estado dedicada a construir esa cultura que, al cabo de los siglos, nos rodea. Creo que ignorarla nos empobrece enormemente».

Acción, emoción, sangre, sudor, lágrimas… y el amor: «El amor es fundamental en la ficción , y en eso el cine lo ha tenido siempre muy claro. Y la novela también. La atracción entre dos seres es una manera de contrastar los universos de los que proceden. Cada persona es un mundo, y cuando se encuentra con otra y entra en relación profunda con ella, se confronta y acaba abrazando o rechazando ese otro mundo. El caso de Guerrero es paradigmático».

¿Hay que dejarse guiar por el corazón, José Ángel?: «Seamos románticos: sí».

Guerrero
José Ángel Mañas Comprar
Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D