Ni Scorsese puede con Taylor Swift: el fenómeno 'swiftie' conquista los cines
La película-concierto de la cantante ha superado en taquilla a la última cinta del veterano director
La cantante estadounidense Taylor Swift, en un concierto este verano. | Jonathan Hayward (ContactoPhoto)
Era sin duda una de las películas más esperadas del año. El veterano maestro Martin Scorsese estrenaba Killers of the Flower Moon (Los asesinos de la luna), que será uno de sus últimos filmes —por mera cuestión de edad— y que además aunaba por primera vez en pantalla a los dos actores fetiche del realizador neoyorquino: Robert de Niro y Leonardo DiCaprio.
Y, sin embargo, no fue la película más taquillera del fin de semana en Estados Unidos.
De hecho, existen dudas razonables sobre si catalogar de ‘película’ a la producción que batió a Scorsese. Porque todos sabíamos que Taylor Swift era una gran estrella de la música. Lo que no sabíamos es que también lo era de la gran pantalla. En efecto, el director de Taxi Driver tuvo que contentarse con el segundo puesto en favor de The Eras Tour, una película-concierto sobre la última gira de la cantante norteamericana y que se ha convertido en un fenómeno de masas.
The Eras Tour se estrenó internacionalmente el 13 de octubre. En España, fue lo más visto del fin de semana superando por poco a La patrulla canina y por más margen a la secuela de El exorcista y a Sound of Freedom. Pero lo que llama la atención es el rendimiento que la película-concierto tuvo en los cines estadounidenses durante su primer fin de semana: hizo el 70% de la taquilla total del país y con 92 millones de dólares de recaudación se convirtió en el segundo mejor estreno de la historia de EE.UU. en un mes de octubre (sólo por debajo de Joker, 2019).
Llegó entonces el fin de semana del 20 de octubre, el del estreno de Los asesinos de la luna. Pues bien, Scorsese sí logró imponerse con claridad en la taquilla española, pero en Estados Unidos se vio superado por Taylor Swift. La cinta protagonizada por dos titanes como De Niro y DiCaprio ingresó 23 millones de dólares, por los 31 de la cantante, casi un tercio menos.
Y no es que a Scorsese le fuera mal. De hecho, Los asesinos de la luna ha supuesto el tercer mejor fin de semana de estreno en la larga filmografía del director, sólo superado por Shutter Island (41 millones de dólares) e Infiltrados (26). Además, ha llamado la atención el buen rendimiento que el filme de Scorsese ha tenido entre las audiencias jóvenes.
Una estrategia diferente
¿Qué factores han influido entonces en el hecho de que casi una neófita del cine le haya ganado la partida a uno de sus grandes tótems? Para empezar, en la era de la atención cada vez más dispersa, las 3 horas y 26 minutos de metraje de Los asesinos de la luna se le pueden atragantar a más de uno.
Pero, en realidad, los motivos tienen más que ver con aciertos de Swift que con fallos —a falta de un término mejor— de Scorsese. Por ejemplo, la cantante optó por una estrategia de distribución peculiar; su película-concierto sólo se exhibe en cines entre jueves y domingo, al contrario que los filmes convencionales, que se proyectan todos los días de la semana. Esta circunstancia favoreció que The Eras Tour hiciese un mejor segundo fin de semana, imponiéndose al primero de Los asesinos de la luna.
Esa maniobra también convirtió a la producción de Swift en una experiencia más cercana a sus conciertos reales, que suelen celebrarse en fin de semana. Y aquí está la segunda clave: The Eras Tour es, además de una experiencia en sí misma, un sustituto para las miles de fans de la cantante que no han tenido oportunidad de verla tocar en directo (las entradas para sus recitales se agotan en minutos en todo el mundo).
Por último, la película-concierto de Swift ha roto esquemas proponiendo un modo distinto de ir al cine. Contrariamente a la práctica habitual, los espectadores se encuentran nada más llegar a la sala con un mensaje que les anima a sacar sus móviles, grabar la pantalla y compartir su experiencia en redes sociales. Esta aproximación es por sí misma más atractiva para las audiencias más jóvenes, pero además es una táctica de promoción muy efectiva (y muy barata).
