Fray Tomás de San Martín, fundador de la primera universidad de América
Este fraile dominico fue un gran evangelizador y un paladín defensor de los indígenas
Cuando uno consulta los rankings internacionales de las mejores universidades del mundo, observa que las de Estados Unidos ocupan muchos de los primeros puestos. En efecto, Yale, Princeton, Columbia o Brown, entre otras, figuran entre los centros más prestigiosos del planeta.
Aunque tal vez el más célebre —y también vetusto— de ellos sea la Universidad de Harvard, fundada en 1636. Y, con todo, para cuando el primer centro académico de estas características inició su andadura en la América anglosajona, España ya había fundado un buen puñado de ellas en el Nuevo Mundo. La más antigua de ellas, la Universidad de San Marcos de Lima, promovida por fray Tomás de San Martín en 1551.
Este religioso dominico nació en Palencia el 7 de marzo de 1482. Poco se sabe de su infancia, más que a la edad de 12 años ingresó en el convento que la orden fundada por Santo Domingo de Guzmán tenía en la ciudad castellana. Allí se especializó en estudios teológicos y sobre artes. Parte de su formación transcurrió en el Colegio de Santo Tomás de Aquino de Sevilla, mismo lugar donde enseñó durante algunos años.
Ya en la década de los treinta del siglo XVI, San Martín fue enviado a los recién descubiertos dominios americanos y se convirtió en una de las puntas de lanza del esfuerzo evangelizador en el Nuevo Mundo. Fue así como se unió a Pizarro en su incursión en territorio inca y acompañó al conquistador en sus últimos años. De hecho, fray Tomás hizo de albacea de Pizarro cuando este dictó testamento. El religioso dominico fue recorriendo el actual Perú pasando por la capital, Cuzco, para después seguir por Chuchito y Charcas. Lo hizo predicando la fe cristiana, en el que fue una de las primeras rutas de evangelización en América. Una vez instalado en la recién fundada ciudad de Lima, San Martín fue nombrado superior de los dominicos en el Perú.
Como responsable local de la Orden de Predicadores, fray Tomás impulsó la fundación de dos conventos, los de Arequipa y Huanuco, y envió a frailes a predicar por todo el vasto territorio peruano. En ese avance evangelizador, fray Tomás y sus predicadores mostraron siempre una gran preocupación por que se aplicasen las Leyes Nuevas que protegían los derechos de los indios. Eso les llevó a enfrentarse con frecuencia a los encomenderos, que muchas veces cometían abusos sobre la población indígena. Tal era el vigor de San Martín en esta lucha que el propio emperador Carlos le envió una real cédula en la que lo animaba a proseguir su labor.
La primera universidad de América
Queda clara, por tanto, la preocupación de fray Tomás por el bienestar espiritual y material de los indios. Y ese afán también se extendía a la cultura. Fue así como en 1548, San Martín fundó un Estudio General en el convento dominico del Rosario en Lima. Esta institución educativa fue el germen de lo que tres años después, en 1551, tomaría ya el estatus de Universidad. Fray Tomas viajó a Alemania para entrevistarse personalmente con Carlos V y este firmó la real provisión para que el centro se constituyese. Inicialmente, se llamó Universidad de Los Reyes, aunque en 1574 se cambió el nombre por el del evangelista San Marcos. Nació así la primera universidad de América; aunque durante un tiempo, y aún hoy, algunos afirmaron que la Universidad de Santo Domingo podía disputarle a la de San Marcos la condición de decana del continente, esta discusión se cerró en realidad en el siglo XVIII.
Las primeras décadas de funcionamiento de la universidad no estuvieron exentas de polémica, por las tensiones entre los frailes dominicos, que seguían las tesis proindigenistas de Bartolomé de las Casas, y las autoridades virreinales. Con todo, más allá de esa controversia inicial, la Universidad de San Marcos acabó siendo ante todo un instrumento de ascenso social para los criollos, de tal forma que pudieron empezar a acceder a puestos de responsabilidad en igualdad de condiciones que los peninsulares.
Fray Tomás de San Martín fue nombrado obispo de Charcas en 1553, pero falleció antes de tomar posesión del cargo en 1554.
Hoy, la universidad que él fundó no es sólo la más antigua de América, sino la principal de Perú. En ella se han defendido más de 20.000 tesis doctorales. Además, 21 presidentes del país andino han estudiado o dado clases en la Universidad de San Marcos, así como el único Premio Nobel peruano, Mario Vargas Llosa.
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