Julio Cervera, el pionero español de la radio que se adelantó a Marconi
Este ingeniero militar logró en 1902 que la voz humana viajase por radio, adelantándose once años al inventor italiano

Julio Cervera Baviera.
En alguna ocasión, ya hemos comentado en este mismo espacio que el trabajo de los grandes inventores se suele asociar con países extranjeros, como Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos. No es que esto no sea cierto, estos países cuentan con grandes aportaciones a la ciencia y a la técnica moderna. Pero es falso que países como España no puedan incluirse en esa nómina de naciones inventoras. Sin ir más lejos, hace unos meses ya hablamos de figuras como Leonardo Torres Quevedo o Emilio Herrera, entre otros.
Ya que hablamos de inventos, uno de los más importantes que se desarrollaron entre finales del siglo XIX y principios del XX fue sin duda la radio, cuyo día mundial celebramos este jueves. La radio se convirtió en uno de los medios de comunicación de masas más revolucionarios del mundo, con mención especial a su relevancia en el terreno militar. Igual que en otras grandes aportaciones de la época, como el telégrafo, es difícil atribuirle a una sola persona la autoría de la radio. Los dos nombres que más suenan en este proceso son los de Nikola Tesla y Guglielmo Marconi, pero a estos hay que añadir otros más desconocidos, como Aleksandr Popov, Heinrich Hertz o… un español, Julio Cervera y Baviera.
Antes de nada, permítanme una breve digresión para aclarar que, a pesar de la coincidencia en el apellido, no guardo ningún parentesco con Julio Cervera. Dicho esto, Julio Cervera y Baviera nació en Segorbe, provincia de Castellón, en 1854. Ese año, se produjo la Vicalvarada, el pronunciamiento del general O’Donnell que puso término a la Década Moderada e inauguró el Bienio Progresista. También nació ese año José Canalejas, quien llegaría a ser presidente del Gobierno y que murió asesinado en 1912.
De Marruecos a Puerto Rico
Tras completar sus estudios básicos, Cervera comenzó la carrera de Ciencias Físicas y Naturales en la Universidad de Valencia, pero la dejó a medias. Cambió así las aulas por los cuarteles, ya que ingresó en la Academia de Caballería de Valladolid, aunque, como veremos, su interés por la ciencia no desapareció. Se graduó en la academia como primero de su promoción, para después matricularse en la Academia de Ingenieros del Ejército. El mismo año en que completó sus estudios, incorporándose al 4º Regimiento de Ingenieros, se inició también en la masonería. De hecho, a lo largo de su vida fundaría logias en su localidad natal y también en Marruecos.
Precisamente, la primera parte de la carrera militar de Cervera se desarrolló en el norte de África. De hecho, escribió un libro de viajes de una estancia que hizo en Marruecos en 1877. Unos pocos años más tarde, se le encargaron dos expediciones al Sáhara Occidental durante las que cerró varios tratos con tribus locales y exploró las costas marroquíes.
Tras su periplo norteafricano, Cervera tuvo dos breves destinos en Canarias y Valladolid, después de los cuales fue enviado a Puerto Rico en 1898, en plena guerra Hispano-Estadounidense. Allí gozó de cierta fama su defensa del cerro Guamaní, donde logró repeler el ataque de las tropas norteamericanas.
Julio Cervera, precursor de la radio
Finalizada la guerra, la trayectoria de Cervera tomó un nuevo rumbo en el que fue clave su formación de ingeniero. El motivo fue que el Ejército le envió como comisionado de España para interesarse por un reciente avance del inventor italiano Guglielmo Marconi, que estaba inmerso en el proceso de invención de la radio. Concretamente, el 27 de marzo de 1899, Marconi logró conectar por radio la localidad francesa de Wimereux con el faro inglés de South Foreland, ambos en las costas del canal de la Mancha. A su vuelta a España, Cervera convence a sus superiores de la conveniencia de que nuestro país se sume al esfuerzo por lograr transmisiones radiofónicas, en un primer momento teniendo especialmente presente su utilidad militar.
Desde ese momento, el ingeniero militar castellonense se consagró al desarrollo de la radio. Para ello, con permiso de sus superiores, pasó tres meses trabajando codo con codo al lado de Marconi. Esa estancia le cundió a Cervera, que a finales de ese mismo año presentó ante las autoridades, incluido el propio rey Alfonso XIII, un sistema de telegrafía sin hilos inventado por él mismo.
En los años siguientes, el militar continuó su trabajo sobre las transmisiones radiofónicas, alcanzando resultados positivos. Por ejemplo, Cervera estableció los dos primeros servicios regulares de radiotelegrafía militar del mundo, entre Ceuta y Algeciras y entre Tarifa y Ceuta. Y, por encima de todo, en 1902 logró que la voz humana viajase en esas transmisiones, algo que Marconi no consiguió hasta 1913, es decir, once años más tarde que el ingeniero español. Tampoco hay evidencias de que Nikola Tesla, el otro gran iniciador de la radio, consiguiera transmitir la voz antes que Cervera. Nuestro protagonista patentó su sistema en España, Inglaterra, Alemania y Bélgica, unas licencias que reconoció el propio Marconi.

Otros proyectos
Cervera se dedicó al mundo de la radio en un periodo bastante concentrado de su vida, que duró aproximadamente unos cuatro o cinco años. A partir de entonces, se dedicó a otros quehaceres, especialmente tras su retirada del Ejército en 1906. Entre esas otras actividades, Cervera creó la Escuela Libre de Ingenieros de Valencia, una de las primeras instituciones de educación a distancia del mundo. Para ello, ofrecía formación en disco.
Por otra parte, Cervera se metió en política en 1908, año en el que fue elegido diputado en Cortes por Valencia, en las filas del Partido Republicano Radical, recién fundado por Alejandro Lerroux. Al año siguiente, Cervera compró y dirigió durante algunos años el periódico valenciano El Radical. Murió en 1927 a los 73 años.