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Cultura

Cultura adquiere nueve pinturas para el Museo de América por 2,2 millones de euros

La serie destaca por su riqueza material, los detalles propios del gusto barroco novohispano y su preciosismo ornamental

Cultura adquiere nueve pinturas para el Museo de América por 2,2 millones de euros

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun. | EP

El Ministerio de Cultura ha adquirido una serie de nueve ‘enconchados’, óleos sobre tabla con incrustraciones de nácar, por un valor de 2,2 millones de euros, la compra de mayor importe de un conjunto de bienes culturales de este año. Las pinturas, de finales del siglo XVII y producidas en el virreinato de Nueva España, «serán adscritas al Museo de América, que posee la colección más importante de este género», ha informado este jueves el ministerio.

De temática mariana, esta serie, que se ha conservado íntegra y en buenas condiciones, es un perfecto ejemplo de una de las manifestaciones más llamativas de este periodo, los ‘enconchados’, una técnica que solo se desarrolló durante un siglo y de la que solo se conocen alrededor de 300 muestras en el mundo.

Además, la serie adquirida destaca por su riqueza material, los detalles propios del gusto barroco novohispano y su preciosismo ornamental, que se vincula a la fascinación por el lujo asiático entre los siglos XVI y XVIII.

La colección adquirida incluye, por un lado, ocho ‘enconchados’ con escenas de la vida de la Virgen: ‘La Natividad de la Virgen’, ‘La Presentación de la Virgen Niña en el Templo’, ‘La Educación de la Virgen’, ‘La Anunciación’, ‘La Visitación de la Virgen a santa Isabel’, ‘El Bautismo de la Virgen y san José’, ‘La Dormición y el Entierro de la Virgen’ y ‘La Asunción y la Coronación de la Virgen’ y por otro, una obra de factura similar: ‘La Virgen de Guadalupe’, “que seguramente también formó parte del mismo conjunto”, señala el ministerio.

La temática de las tablas es única en su época, e incorpora escenas poco habituales como el ‘Bautismo de la Virgen y san José’ oficiado por Jesús de Nazaret. También se incluyen detalles singulares como la presencia frecuente del Espíritu Santo en forma de paloma, realizada con nácar, en varias escenas.

Por último, se recrean distintos episodios en una misma pintura, como ocurre en ‘La Dormición y el Entierro de la Virgen’, y ‘La Asunción y la Coronación’, que tampoco es muy habitual en este tipo de obras. En la iconografía destaca la riqueza decorativa del ajuar doméstico y ceremonial. También sobresalen las ropas de los personajes por su suntuosidad y el refinamiento de su ejecución.

En las escenas exteriores de la vida de la Virgen se incluyen nubes con perfiles realizados en oro, reflejo de la influencia oriental de las obras. En el caso de la ‘Virgen de Guadalupe’ destacan los claveles y rosas de Castilla que la rodean y evocan la tradición de las apariciones guadalupanas a Juan Diego en el Cerro del Tepeyac en 1531.

Los marcos que acompañan las tablas están realizados en la misma técnica de ‘enconchado’. Están pintados imitando la laca negra y dorada de origen japonés, denominada urushi, e incluyen rosetas y puntas de diamante. La producción de ‘enconchados’ se concentra en el virreinato de la Nueva España, entre las décadas finales del siglo XVII y los primeros años del XVIII.

Es una expresión artística muy breve, de la que solo se conservan en torno a 300 pinturas de este tipo, de las cuales casi un centenar se custodian en el Museo de América. Esto la convierte en la colección más importante en su género del mundo.

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